El primer dato lo aportó a la Justicia el abuelo de un chico de 14 años, a quien oyó contar cómo fue lo que había ocurrido frente a la plaza del barrio marplatense donde este lunes por la noche el motociclista José Emilio Parrada (40) se llevó por delante un cable atravesado de lado a lado en la calle y murió. Que quienes lo hicieron no querían robar a nadie, sino hacer «una joda».
Luego un testigo confirmó esa versión y lo que ya se anticipaba en un video grabado por una cámara de la zona en el que se ve a un grupo de jóvenes manipulando unos metros de cable de fibra óptica: los que lo ataron a un árbol de un lado y a un poste del tendido eléctrico del otro lado de la calle fueron menores de edad. Se trata de dos chicos de 13 y uno de 15 años, inimputables en la causa que se investiga como «homicidio».
El fiscal a cargo de la causa, Marcelo Yanez Urrutia, del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil de Mar del Plata, consideró que el hecho se trata de un homicidio agravado por la participación de tres personas y con dolo eventual, puesto que los adolescentes «debieron representarse que eso -atar el cable- podía generar una lesión o incluso la muerte de alguien».
El fiscal pidió que los sospechosos sean evaluados por un equipo interdisciplinario del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil y, como una medida excepcional, que permanecieran privados de su libertad. Pero la jueza de Garantías de dicho fuero, María Gulminelli, no la concedió.
«La jueza no comparte la calificación y no hizo a lugar, pero sí se trabajará con los jóvenes, aunque con ellos en libertad. Ya no los tratará el equipo interdisciplinario del Centro de Aprehensión de Menores de Batán, sino uno del Poder Judicial y el seguimiento lo hará el juzgado», explicó a Clarín el fiscal Yanez Urrutia.
Por su parte, otro testigo, también menor de edad, que integraba ese grupo, contó que él se alejó antes de que sus amigos cruzaran el cable en la calle. Dijo que los oyó hablar de «hacer una joda» para molestar a algún automovilista.
Según narró, eran cinco los menores los que venían caminando por la calle Soler, que en el camino encontraron un atado de cables y uno de ellos sugirió «hacer algo, una joda» para quien llegara en auto tuviera que bajar y desatarlo. El testigo dijo que en ese momento el grupo se dividió, solo tres siguieron adelante con la idea, los otros dos se alejaron.
Aunque no mucho, porque pronto vieron como, en lugar de un auto se acercaba una moto. Y que tras el impacto, contó el testigo, escaparon asustados.
En esa moto de 110cc. que llegó al cruce de Soler y Marcelo T. de Alvear, en el barrio Cerrito y San Salvador de Mar del Plata, iba fue Parrada. Eran cerca de las 20 de este lunes. La calle Soler atraviesa una plaza de dos manzanas. El cable lo enganchó a la altura del cuello, lo tiró de la moto y su cuerpo fue arrastrado unos 10 metros. Al llegar el SAME, la víctima ya estaba muerta.
En un principio se creyó que se había tratado de un accidente, por eso se derivó la causa a la fiscalía de Delitos Culposos. Al hallar el cable colgando de un árbol en un extremo y otro tramo arrollado en la moto, surgió la hipótesis de un homicidio derivado de una maniobra para robar a quien cayera, y la causa pasó a manos de la UFI N°1, de María Florencia Salas.
Luego, al constatarse que había menores de edad involucrados, intervino el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
El fiscal, solo en caso de que los menores quisieran, podría oír su declaración, ya que no están obligados a darla puesto que por sus edades son inimputables. Por eso, indefectiblemente, la causa derivará en el sobreseimiento de todos ellos.
AA