Desde el primer día Gran Hermano tiene un gran problema que lleva al enfrentamiento entre sus participantes. El origen del nuevo conflicto entre los competidores es por la repartición de los cigarrillos que compran semana a semana, con el presupuesto ajustado que tiene.
Una de de las que se mostró muy molesta con respecto a cómo se maneja esta situación fue Furia. El enojo de la concursante es más con sus compañeros fumadores, ya que tienen un sistema que parece no estar dando su máximo potencial.
Por por lo que pudo explicar ella, cada uno pide cuántos cigarrillos va a fumar en la semana. De ahí se traen se abren todos los atados y se reparten, mientras que los otros se guardan para ir subsistiendo día a día y y así mantener sus vicios.
Pero hay algunos que no respetan esta metodología pactada por todos. Como explicó un centenar de veces Juliana, ciertas personas piden poco y luego andan mendigando. Incluso, llegaron a robarse los cigarrillos de las demás personas del reality que conduce Santiago del Moro.
CUÁL ES EL VERDADERO PROBLEMA POR LOS CIGARRILLOS EN GRAN HERMANO
«Los chicos compran los atados de 20. El debate ahora es si dan a cada uno los atados o si desarman esos atados y les dan sueltos a cada uno, lo que pasa es que ahí está el tema, dicen a dónde lo guardamos. Los puchos se pueden desparramar, se pueden perder y hasta se los pueden robar», remarcaron sobre el problema en Gran Hermano.
«Furia dice que no es partidaria de dar puchos, pero si se lo piden ella los da aunque con la peor de las ondas. El tema acá es que cada uno elige qué comprarse, se están manejando así. Lo que pasa es que hay unas personas que piden menos puchos y cuando se les termina a mitad de semana van y le piden a otros», sumaron.