Hay dos características que generan «estatus» en el mundo criminal. La primera es vivir bien, llevar un buen estilo de vida producto de su actividad. La restante es en la cárcel: se dice que se debe vivir en «población común» y que hay que pelear y no dejarse robar por nadie. Los delincuentes que logran ambas condiciones son los únicos respetados del rubro, y son muy pocos.
Pero Juan Manuel «la Momia» Montauti (46) logró lo que prácticamente nadie: fingió un infarto y era trasladado a un hospital por un camión del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) cuando una camioneta Ford Ranger los cruzó. Se bajaron cuatro hombres con fusiles, y después de amenazar a los guardias y de robarles sus armas y la llave del móvil, rescataron a Montauti. Fue en Campana, a las 9.30 de la mañana. Solo los de la «elite» del delito cuentan con compañeros dispuestos a semejante acto.
«Son tipos que se están exponiendo a una investigación a cambio de algo que no les generó un solo peso de ganancia», explica una persona del «ambiente delincuencial» que conoce Montauti. Y sigue: «hay que tener logística para conseguir una camioneta, que debe ser robada y ya la deben haber descartado. Sumale los fusiles: no cualquiera los consigue, y son carísimos. Por último están los riesgos de tener que esconderse durante un tiempo. Porque ahora van a buscar a los cinco«.
Clarín pudo chequear que Montauti fue detenido por el robo a una curtiembre de Paso del Rey el 7 de enero pasado. Lo hizo al menos junto a cinco hombres. Robaron un cargamento de cueros que serían exportados a España, valuado en 30 millones de pesos (de enero). Llevaban chalecos antibalas y armas. Los investigadores solo recuperaron una parte del botín, en galpones de Avellaneda y Ciudad Jardín.
Una fuente con acceso al expediente dice: «Montauti actuó como líder de la banda. Solo se llevaron la carga. A los trabajadores no los tocaron. No les robaron ni los celulares».
Por el robo, el ahora prófugo había sido enviado a la Unidad 21 de Campana. Se encontraba a disposición del Juzgado de Garantías 2 del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez, a cargo de Gabriel Alberto Castro, quien autorizó su traslado. Era la tercera vez que se lo llevaba al Hospital municipal San José. Tenía turno por una patología cardíaca
Un grupo comando rescató a un preso que era trasladado a un centro médico, en Campana.El rescate fue a tres cuadras de la bajada del ramal Campana de la autopista Panamericana y a unas 20 cuadras del hospital. Los delincuentes huyeron por la Ruta 6, en dirección a Exaltación de la Cruz. En la huida descartaron la llave y las armas robadas a los agentes. Interviene la fiscal Laura Brizuela, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Campana.
Solo en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Montauti estuvo alojado en el Complejo Penitenciario II de Marcos Paz entre 2017 y 2019. Luego, ingresó a la cárcel de Devoto. En establecimientos del SPB pasó al menos tres estadías: de 2013 a 2017, la segunda fue de 22 días de 2020 y la tercera la que lo llevó a Campana.
«¿Qué es lo que más me acuerdo de ‘la Momia’?», se pregunta y enumera un ex policía de San Miguel: «Que se la pasaba violando una prisión domiciliaria y debíamos ir a su casa a controlar, que siempre se rumoreó de sus contactos en las fuerzas de seguridad y que tenía un muy buen nivel de vida».
El comunicado del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) sobre el preso que fue rescatado por un grupo comando en Campana.Pero el policía acota un dato: recuerda que su casa fue allanada en el marco de la investigación por el secuestro y crimen de Candela Sol Rodríguez (11), en 2011.
El procedimiento en cuestión fue el 15 de septiembre de ese año (a Candela la habían secuestrado el 22 de agosto). En su vivienda, de avenida Mitre 4230, San Miguel, fue secuestrada una camioneta Ecosport negra. La Policía Bonaerense buscaba una camioneta con las mismas características usada para el secuestro. En las pericias se halló material genético de Hugo Bermúdez (uno de los dos condenados a perpetua) y de Montauti, pero no de la víctima.
Para los investigadores del caso, «la Momia» anteriormente había robado junto a los otros dos condenados de la causa: Leonardo Jara (a perpetua) y Gabriel Gómez (a 4 años como partícipe secundario). Gómez, en una de sus indagatorias, aseguró haber tenido una causa penal junto a Montauti, en Caseros.
Montauti es de San Miguel, justo en el límite de los barrios Mitre y Santa María. En el frente de su propiedad construyó locales que le generan un alquiler. Serían una verdulería y una blanquería. «Siempre se lo vinculó a grandes bandas del Conurbano. Tiene contactos por todos lados. Es un ladrón de los que ya no se ven: robaba camiones, blindados, fábricas. Una vez nos enteramos que habían robado un camión de zapatillas deportivas y que su mujer se encargó de reducirlo», agrega el policía, que entró varias veces a su casa, donde debía estar con la tobillera electrónica.
La causa por la que pasó una buena parte de su detención con prisión domiciliaria es de 2012. «La Momia» y un cómplice andaban en un Audi A3 por Ramallo. Se decidieron por la camioneta Toyota Hilux de un empresario de construcciones metálicas. En el marco del robo, lo secuestraron y lo liberaron en Campana. Montauti fue detenido cinco meses después, en San Martín.
MG