Esta semana se dio a conocer un descubrimiento insólito dentro del mundo astronómico que comprende al Telescopio Espacial James Webb (JWST) y al Hobble. Gracias a un análisis que lleva más de dos décadas, los científicos aseguraron que el universo se expandiría mucho más rápido de lo que parece. Hasta el año pasado se creyó todo lo contrario, por lo que, al parecer, se trataría de cuestiones relativas.
En 1990, Hubble se lanzó al espacio con el fin de recabar información y obtener imágenes de los diferentes cuerpos celestes que rodean a nuestra galaxia. A partir de allí, nació la teoría de la tensión de Hubble, la cual se basó en entender la velocidad en la que el universo se expande. Con una medición exhaustiva, se ideó una fórmula que con el paso del tiempo se pulió al máximo. Eso hasta que en diciembre del 2021 se envió al JWST como refuerzo, con mejor tecnología.
Con la presencia del telescopio, que costó cerca de diez millones de dólares, los científicos dedicados al estudio del espacio cosecharon cientos de imágenes, con las que lograron captar momentos icónicos del cosmos que se utilizaron para el reciente proyecto. Entre planetas, estrellas, meteoritos, nubes y hasta agujeros negros.
En 2019, un estudio confirmó lo que la tensión de Hubble aseguraba. Para ello, existen dos formas de medir el crecimiento y la velocidad del universo:
Sin embargo, con una última medición del James Webb, se refutó esa teoría, ya que confirmó que dependiendo de las variables que se utilicen para entender el avance del espacio, puede ir más rápido o más lento. Todo es relativo.
En febrero de este año, la revista de divulgación científica Astrophysical Journal Letters incluyó un artículo del profesor en física y astronomía de la Universidad Johns Hopkins, Adam Riess, en la que sostuvo que “una vez negados los errores de medición, lo que queda es la posibilidad real y emocionante de que hayamos entendido mal el universo”.
Reiss confirmó que, con el segundo método, la tensión de Hubble no era exacta. La expansión del cosmos es de unos 74 km/s/Mpc, una cifra mucho más elevada que los 67 km/s/Mpc. “Ahora hemos abarcado todo el rango de lo que observó el Hubble y podemos descartar un error de medición como la causa de la tensión del Hubble con una confianza muy alta”, señaló.
En su estudio, se analizaron 1000 estrellas cefeidas de cinco galaxias a 130 millones de años luz de la tierra. Con el telescopio que se lanzó en los 90, muchas de las capturas que se hicieron confundieron las estrellas sanas con las pulsantes. “Descubrimos que las mediciones del Hubble siguen siendo fiables a medida que avanzamos en la escala de distancias cósmicas”, concluyó.
LA NACION