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El día que el Checho Batista asustó a todos: el choque con Pedro Monzón que casi le cuesta la vida

Campeón del mundo en México 86 y de la Libertadores con Argentinos Juniors un año antes, estuvo al borde de la muerte en diciembre de 1987. Cómo salvaron al hombre que cumple 61 años.

09 de noviembre 2023, 05:56hs

Luego del campeonato mundial de Qatar 2022, levantó la copa del mundo en la cancha de Argentinos Juniors. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

Luego del campeonato mundial de Qatar 2022, Checho Batista levantó la copa del mundo en la cancha de Argentinos Juniors. Fue el volante central titular del seleccionado campeón en México 86. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

El 20 de diciembre de 1987, Sergio Batista tenía 26 años. Sin embargo, para el volante central campeón del mundo en México 86 aquella fecha es una suerte de kilómetro cero: jugando para Argentinos Juniors contra Independiente, tuvo un choque de cabezas con Pedro Monzón que casi le cuesta la vida.

Y no es una exageración decir que nació de nuevo, porque el Checho asustó a todos los que lo vieron de cerca caer desplomado y comenzar a sufrir convulsiones. Y fue el médico del equipo de La Paternal, Roberto Avanzi, que aunque su especialidad fue siempre la traumatología, y especialmente las rodillas, se metió como un rayo a la cancha para salvarle la vida al futbolista.

Sergio Checho Batista fue un futbolista con un muy buen manejo de la pelota. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

Sergio Checho Batista fue un futbolista con un muy buen manejo de la pelota. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

“El doctor Avanzi me salvó la vida”, contó desde siempre Checho, cuyo documento dice que está cumpliendo 61 años. “Me salvó primero de que me tragara la lengua mientras convulsionaba -agregó-. De ahí me llevaron al (Hospital) Fiorito, donde tuve un paro pero pudieron salvarme”.

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Checho es Batista por su papá, José, fundador del prestigioso Club Social y Deportivo Parque, cuna de niños cracks que en muchos casos ratificaron sus condiciones en el fútbol grande. Y es Checho por su hermano mayor, Norberto, quien de chico no le salía el nombre de su hermanito y en vez de “Sergio” siempre le decía “Checho”. Y así quedó.

Tanto quedó el apodo que no faltaron flacos barbudos de los años 80 a los que les dijeran Checho por las similitudes con Batista, lo mismo que a muchos mediocampistas, de tranco lento y buen manejo, que también se ganaron ese seudónimo por quien supo ser campeón del fútbol argentino con Argentinos Juniors (Metro 84 y Nacional 85) y con River (Campeonato de Primera 89/90), a nivel internacional de la Copa Libertadores 1985 e Interamericana 1986 con el Bicho de La Paternal.

El día que el Checho Batista asustó a todos: con la marca personal de Carlos Bilardo

El golpe que se dio en el aire con Pedro Monzón, con quien fue compañero en la Selección argentina y construyó una gran relación fuera de la cancha también, lo dejó tumbado e inconsciente. Todo lo que le pasó, se lo contaron. Que convulsionó y Avanzi le salvó la vida, que luego tuvo un paro y que lo sacaron adelante… Lo que nadie le contó fue lo que sus ojos vieron en el primer instante que se volvieron a abrir: la cara de Carlos Salvador Bilardo.

Checho Batista, en su último trabajo como entrenador, en Qatar. Ahora está junto a su hermano Fernando, DT de Venezuela. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

Checho Batista, en su último trabajo como entrenador, en Qatar. Ahora está junto a su hermano Fernando, DT de Venezuela. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

El técnico del seleccionado campeón de 1986, equipo en el que Checho fue una pieza clave, se había subido a la ambulancia que trasladó al futbolista al Hospital y nunca se despegó de él hasta que recuperó la conciencia.

A pesar de la gravedad del cuadro en ese momento, Batista pudo recuperarse y seguir jugando, sin que le queden ningún tipo de secuelas neurológicas ni físicas. Al poco tiempo pasó de Argentinos a River, donde estuvo un par de temporadas antes de regresar al club de toda su vida.

Sin embargo, aunque recién tenía 30 años, su declive físico se había agravado entre otras cosas por su adicción a la cocaína, tema que durante mucho tiempo Checho y todo su entorno mantuvieron en secreto aunque luego lo terminó contando como la experiencia más difícil de su vida.

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“Lo primero que tenés que hacer con la droga es asumir que estás enfermo y tomé la decisión de irme a Japón porque tenía que cambiar el entorno. Les dije que el contrato que me dieran no me interesaba, que compraran los pasajes y me fui. Cuando volví, ya estaba recuperado”, contó Batista, quien llegó a tener una suerte de cuidador personal. Ni más ni menos que un asistente que no lo dejaba nunca solo para ayudarlo a sobrellevar el síndrome de la abstinencia y evitar recaídas.

La vida como DT de Batista y el sueño de su vida: la Selección

Entre 2001 y 2007, Batista dirigió a Argentinos Juniors, a Talleres, a Nueva Chicago y a Godoy Cruz antes de ser convocado por Julio Grondona para tomar el mando de las selecciones juveniles nacionales.

Y ahí tuvo la oportunidad de su vida, porque tomó el equipo que había clasificado Hugo Tocalli a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y juntó a Lionel Messi con Riquelme. Ganó la medalla de oro y fue su pasaporte a la Selección Mayor, en la que asumió después del Mundial de Sudáfrica 2010 en reemplazó nada menos que de Diego Maradona quien lo descalificó llamándolo “Piñón Fijo”.

Junto a Lionel Messi, hace unos meses, en Miami. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

Junto a Lionel Messi, hace unos meses, en Miami. FOTO: Instagram / @chechobatistaok

Pero Checho optó por no polemizar con su antiguo compañero de Selección y soñó con armar un equipo que jugara como el Barcelona de Guardiola. Tenía a Messi, nada menos. Pero las cosas no salieron cómo las pensó y luego de la eliminación de la Copa América 2011, que se realizó en la Argentina, Checho dejó su cargo. Y solo dirigió en los siguientes años en China, Baréin y Qatar.

Y desde mayo de este año es el Secretario General Deportivo de la Federación Venezolana de Fútbol, cargo para el que fue recomendado por su hermano menor, Fernando Batista, quien es el entrenador del seleccionado mayor de este país.

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