El cardiólogo Aurelio Rojas reabrió el debate sobre si es más beneficioso ducharse por la mañana o por la noche. Según explicó en una publicación en su perfil de Instagram, la ciencia respalda la ducha nocturna como un hábito que contribuye a mejorar la calidad del descanso y, con ello, la salud general. La información fue recogida por la sección Alma, Corazón y Vida (ACyV).
Rojas citó un metaanálisis publicado en 2019 en la revista Sleep Medicine Review, que analizó 17 estudios. El trabajo concluye que bañarse o ducharse con agua caliente, a una temperatura entre 40 y 42,5 ºC, entre una y dos horas antes de dormir reduce en un 36 % el tiempo necesario para conciliar el sueño.
“Tras una ducha caliente, los vasos sanguíneos de la piel se dilatan, el cuerpo libera calor y la temperatura central desciende. Esta bajada natural activa la liberación de melatonina, convirtiendo la ducha nocturna en mucho más que higiene”, señaló el cardiólogo. El especialista indicó que este efecto fisiológico favorece no solo el descanso sino también otros aspectos de la salud: un sistema inmune fortalecido, un mejor rendimiento cerebral, un envejecimiento celular más lento y una reducción del riesgo de enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares.
De acuerdo con lo citado por ACyV, Rojas subrayó que ducharse por la noche “es mucho más que una simple costumbre, es un hábito sencillo para vivir más y mejor”.
De acuerdo con el especialista, “hay varios estudios que demuestran que las parejas que se besan de manera constante tienen menos colesterol”.
Además, destacó que besar ayuda a quemar calorías, disminuir los niveles de estrés y favorecer la satisfacción en las relaciones interpersonales.
Rojas explicó que este hábito también podría:
El cardiólogo subrayó que los efectos positivos se observaron en contextos de relaciones afectivas y aclaró que estos hallazgos no sustituyen las recomendaciones médicas ni los tratamientos para la prevención de enfermedades cardiovasculares.
*Por Jos Guerrero