miércoles, 13 agosto, 2025
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El Gobierno y empresas abandonan el supertúnel del Sarmiento

La iniciativa fue anunciada en 2008, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y debía finalizar en 36 meses. ¿Qué sucedió?

12/08/2025 – 16:58hs

La obra ferroviaria más ambiciosa de la Argentina moderna, el soterramiento del tren Sarmiento, se convirtió oficialmente en un monumento subterráneo a la desidia. A 17 años de su anuncio, el Gobierno y las empresas constructoras Sacde (ex Iecsa) y Ghella acordaron dar de baja el proyecto y sellar para siempre el túnel de 7 kilómetros que se llegó a construir.

La decisión, que fue revelada por el periodista Diego Cabot en el diario La Nación, implica dejar bajo tierra una inversión de 420 millones de dólares y a la gigantesca tuneladora que ya no es posible rescatar.

Obra pública cero: el Gobierno y empresas cancelan el supertúnel del Sarmiento

Según informó Noticias Argentinas, a partir de la investigación de Cabot, la decisión pone fin a una historia de promesas incumplidas, parálisis y sospechas de corrupción que se extendió por casi dos décadas. El proyecto, anunciado con bombos y platillos por Cristina Kirchner en 2008, prometía un túnel de 32,6 kilómetros desde Caballito hasta Moreno, pero solo avanzó un tramo mínimo y ahora será clausurado con dos murallas en sus extremos.

La inversión para esta obra fue de 420 millones de dólares y se realizaron 7 de los 32 km. previstos

La obra, que debía finalizarse en 36 meses, estuvo paralizada la mayor parte del tiempo. La tuneladora «Argentina», un «gusano mecánico» de 125 metros de longitud, llegó al país en 2011 pero jamás giró durante los gobiernos kirchneristas. Recién en 2016, bajo la presidencia de Mauricio Macri, la máquina comenzó a cavar, pero se detuvo en 2018 en Villa Luro. Durante la gestión de Alberto Fernández, el proyecto quedó en el olvido.

Ahora, la administración de Javier Milei decidió «sincerar una obra que no se pudo financiar» y acordó con las empresas la rescisión del contrato. «El túnel quedará cerrado como para preservar lo hecho. La idea es tapiar todo con un muro y dejar las cosas así», confirmó una alta fuente oficial a Cabot.

El abandono de la obra no solo deja bajo tierra una fortuna en dinero público, sino que también perpetúa los padecimientos de los vecinos de la traza del Sarmiento, que durante 17 años convivieron con obradores, carriles cerrados y la imposibilidad de avanzar en soluciones viales, a la espera de un tren subterráneo que nunca llegó.

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