En medio de la reactivación de la guerra comercial con China y el inminente incremento de los aranceles al acero del 25 al 50%, el Gobierno de Javier Milei envió una comitiva a Estados Unidos para negociar las tarifas que afectan a las exportaciones argentinas. Se trata del secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, y la subsecretaria de comercio exterior, Carolina Cuenca, dos funcionarios que responden al ministro de Economía, Luis Caputo.
Según pudo saber Clarín, Lavigne y Cuenca viajaron el fin de semana rumbo a Washington, donde permanecerán hasta el viernes con la intención de retomar conversaciones con la Casa Blanca. En un acto en la planta de United States Steel en Pennsylvania junto a obreros metalúrgicos, Trump anunció el viernes que aplicará las medidas este miércoles, argumentando que ayudarán a proteger a la industria de acero estadounidense.
La decisión del presidente norteamericano tomó por sorpresa al gobierno y a los empresarios en Argentina después de la tregua que había declarado ese país por 90 días. «Van a negociar aranceles y barreras para arancelarias«, señaló una fuente con conocimiento. «Están negociando en este momento», afirmó otra fuente vinculada al sector privado, mientras que desde el gobierno confirmaron el viaje de Lavigne hacia Estados Unidos, sin precisar la agenda.
Las acciones de empresas siderúrgicas saltaron este lunes en Wall Street después de los anuncios del mandatario. Según datos de Morgan Stanley, EE.UU. importa alrededor del 17% del acero que necesita, en su mayoría de Canadá, Brasil y México. Pero también afecta a la Argentina, ya que el 70% de los que exporta a ese país se concentra en una lista de 10 productos, que incluyen carne, vinos, miel, camarones, porotos de soja, el aluminio y el acero.
En 2024, las ventas de esos dos metales a EE.UU. sumaron más de US$ 600 millones, pero solo el aluminio representó el grueso de ambos productos. Las imposiciones golpean a los tubos sin costura que fabrica Techint en Campana para la industria del gas y el petróleo, y sobre todo al aluminio que produce Aluar en Puerto Madryn. En el caso de Aluar, las ventas a Estados Unidos alcanzan los US$ 600 millones anuales, y en volumen representan el 55% de sus exportaciones.
«Los aranceles impuestos (tanto el 25% original, ahora devenido 50%, más el 10% por arancel recíproco) son tan elevados e inciertos, que están generando una disrupción en los precios y en la oferta y demanda global de aluminio. La regularización de las operaciones está a la espera de las gestiones del gobierno argentino y de que se pueda clarificar el panorama en las próximas semanas», señalaron fuentes de Aluar.
En febrero, Trump había establecido aranceles del 25% al acero y aluminio. El Gobierno intentó negociar una excepción, pero finalmente esos aranceles entraron en vigencia el 12 de marzo pasado. De esa manera, Argentina perdió el cupo de 180.000 toneladas vigente desde la gestión de Mauricio Macri. «Esto lo único que hace es agravar un poco mas la situación del acero, el impacto ya estaba, es un poco más fuerte«, dijo el exsecretario de Industria, Dante Sica.
Lavigne negocia con Washington para exceptuar en forma recíproca 50 productos o algunos más, bajando del 10% a cero los aranceles en forma bilateral, con el visto bueno del Mercosur. Cerca del funcionario reconocen que el bloque restringe la posibilidad de un acuerdo de libre comercio, pero aseguran que tienen varias opciones. «Nos preocupan todos los productos, Estados Unidos busca que haya cierta reciprocidad«, señalaron en Industria y Comercio, al ser consultados sobre el impacto en el acero y el aluminio.
La agenda oficial no solo incluye los aranceles recíprocos, sino también barreras par arancelarias, impuestos, regulaciones, patentes y la economía informal. Entre las observaciones que hizo la secretaría de Comercio de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) sobre Argentina, figura la «protección de la propiedad intelectual» por falsificaciones y piratería en el barrio de Once y en La Salada, donde este lunes la policía reprimió una protesta de feriantes para pedir su reapertura.
«Si nos focalizamos en Estados Unidos, de los US$ 6.500 millones de dólares de exportación a este país en 2024, casi el 50% esta exceptuado de aranceles (petróleo, minería) pero sí está afectado Aluminio y acero, que representan el 8% de las exportaciones a este país por la aplicación de 25% -y ahora del 50%- por la denominada sección 232 referida a acciones por seguridad nacional», explicó el titular de la Cámara de Exportadores (CERA), Fernando Landa.
El encuentro con EE.UU es el cuarto en 40 días. A fines de abril, el subsecretario para Política Comercial y Negociaciones del Departamento de Estado, Robert Garverick, visitó Buenos Aires, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis Kreckler, viajó en mayo a Washington, según La Nación; y días atrás arribó el secretario de Salud, Robert Kennedy, para negociar la baja de aranceles a medicamentos y restringir el uso de patentes farmacéuticas.