viernes, 28 febrero, 2025
InicioSociedadDefiniciones retrógradas. Nuevos términos legales para las personas con discapacidad psicosocial

Definiciones retrógradas. Nuevos términos legales para las personas con discapacidad psicosocial

Una vez más, el gobierno de Javier Milei ataca a las personas con discapacidad de forma discriminatoria, cambiando la denominación legal de las personas con discapacidad intelectual. Se trata de su “herramienta favorita”: el decreto. En este caso, se escuda en la revisión de los términos y condiciones para el otorgamiento de pensiones no contributivas por incapacidad laboral, con la compañía y aval de Diego Spagnuolo, director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).

A esta altura, ya no sorprenden las barbaridades que este gobierno de dinosaurios, discriminadores y buscadores de enemigos pueda decir. Hemos visto reiteradas veces su afán por mostrarse como bravucones y hostigadores, atacando a quienes no consideran “normales”, como por ejemplo al colectivo LGBTIQ+ o al colectivo de mujeres y disidencias.

Lo que queremos reflejar son los “nuevos términos legales” que se les da a las personas con alguna discapacidad intelectual. A continuación, se los mostramos:

  1. En primer lugar, se utiliza el término idiota para referirse a aquellas personas que no han desarrollado la lectura ni la escritura, no manejan dinero, no controlan esfínteres y no tienen forma de subsistir por sí mismas, siendo este el grado más alto de afección mental.
  2. En segundo lugar, se utiliza el término imbécil para quienes no leen ni escriben, pero atienden sus necesidades elementales y pueden realizar tareas rudimentarias, siendo este un grado menor de afección mental en comparación con el primero.
  3. En tercer lugar, se utiliza el término débil mental para quienes solo firman, tienen un vocabulario simple, no manejan dinero y pueden realizar tareas rudimentarias.

Otro decreto inconstitucional que viola acuerdos internacionales
En 2006, la ONU adoptó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que busca proteger los derechos de las personas con discapacidad. En este marco, se enfatiza la importancia de utilizar un lenguaje correcto y no discriminatorio al referirse a las personas con algún grado de afección mental. Por ejemplo, se recomienda utilizar el término “personas con discapacidad”.

Esto había llevado a cambiar los términos legales que existían desde la época de Carlos Saúl Menem, otro de los ídolos del presidente Milei. Sin embargo, una vez más, este gobierno pasa por encima de la Constitución y los acuerdos internacionales a través de un decreto.

El ensañamiento con las personas con discapacidad (en este caso, intelectual) es tal que, en el mismo decreto, se afirma que en algunos casos no se requieren estudios médicos que comprueben lo que “está a simple vista”. Estas palabras, utilizadas en el propio decreto, demuestran la bajeza, la estigmatización y el odio con los que este gobierno, caracterizado por su crueldad sin límites, habilita la discriminación.

Milei, sus amigos dinosaurios y su perro muerto han dado muestras de pasar por encima del pueblo a través del ajuste, la represión y el saqueo. Pero también han instalado discursos de odio significativos hacia las mujeres, la identidad de género, la diversidad sexual, los “zurdos” y las personas con discapacidad, tanto en el presente como en el pasado reciente.

Javier Milei avala la burla y la discriminación
A finales de febrero pasado, el presidente de la Nación, quien a veces tuitea como economista y otras como odiador serial, estuvo involucrado en una gran polémica. Durante el debate sobre la coparticipación de las provincias, en el que se cruzó con el gobernador Ignacio Torres de Chubut, Milei dio “me gusta” a un tuit compartido por un libertario que mostraba al gobernador Torres con la fisonomía de una persona con síndrome de Down.

Esta acción, para nada inocente y con claras intenciones de generar burla masiva hacia las personas con síndrome de Down, fue repudiada por diferentes organizaciones del colectivo de discapacidad y personas con síndrome de Down.

Como siempre, sus seguidores en X (antes Twitter) y los miembros de su gobierno salieron a defender a Milei, argumentando que se trataba de un “me gusta” sacado de contexto, ya que el chiste estaba dirigido al gobernador. Sin embargo, esto no justifica la estigmatización de la discapacidad intelectual, utilizándola como objeto de burla.

Organizarse y concientizar: una tarea que nuevamente nos toca llevar adelante
A lo largo de la historia, las personas con discapacidad hemos enfrentado (y enfrentamos) dificultades físicas o mentales. Pero también debemos hacerlo día a día, no porque queramos, sino porque la sociedad no está preparada para incluirnos; más bien, todo lo contrario.

Ejemplos claros son la inexistencia de rampas u otros apoyos isquiáticos en lugares fundamentales para nuestro pleno desarrollo de vida, la burocracia para obtener turnos médicos o incluso para disfrutar de un evento social, donde, si no nos tienen aislados en un rincón, es un logro. Tampoco se cumple con el cupo laboral obligatorio para personas con discapacidad, que es de un exiguo 4%.

En pleno 2025, además de “resistir” y abrazar nuestros derechos obtenidos tras largas e interminables luchas, debemos concientizar desde nuestras palabras o desde la manera en que podamos comunicarnos con la sociedad. Debemos dejar en claro que la discriminación no solo la sufrimos las personas con discapacidad, sino el proletariado en general.

También es importante decir que las personas con discapacidad no necesitamos que se nos reconozca el “constante esfuerzo”, que nos traten como “criaturas de Dios” o “guerreros”. Necesitamos que se terminen este tipo de discursos instalados, que arrasan con años de avances, como todo lo que hace este gobierno. Necesitamos ser tratados como sujetos de derecho y no como objetos propagandísticos, donde, en lugar de visibilizarnos, nos desprestigian y minimizan aún más.

Por último, creo fervientemente en que quienes nos consideramos revolucionarios tomemos el trabajo de acompañar en las calles a las personas con discapacidad. Porque estos nefastos auditan y arrasan desde el lenguaje hoy, pero mañana vendrán por todos nuestros derechos. Y la revolución necesita que incluyamos a todos.

Matias Saiet

Más Noticias