El dólar estadounidense se paga al inicio del día a 6,86 bolivianos en promedio, de manera que implicó un cambio del 1,78% con respecto al dato de la jornada anterior, cuando cotizó a 6,74 bolivianos.
En relación a la última semana, el dólar estadounidense registra una subida del 2,02%, por lo que en términos interanuales aún acumula una subida del 1,7%.
Respecto de días previos, suma dos jornadas seguidas de subida. En cuanto a la volatilidad de los últimos días, es visiblemente superior a la acumulada en el último año, así que está presentando un comportamiento más inestable.
Pese a que el Banco Central de Bolivia cuenta con un precio oficial del dólar, lo cierto es que en la realidad esta cotización es diferente, algo que se evidenció a principios del 2023 cuando se registró una escasez de la moneda estadounidense. Actualmente el tipo de cambio oficial está en 6,96 a la venta y 6,86 a la compra.
En cuanto a la inflación, el gobierno boliviano prevé que sea del 3,60% para el 2024, un porcentaje que se encuentra cerca del ideal de tres puntos porcentuales. Cabe mencionar que Bolivia se ha caracterizado por registrar un control de la inflación estable en los últimos años, a diferencia de otras economías de la región.
Lo mismo sucede con los pronósticos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB),ya que el Banco Central de Bolivia espera que sea del 3.71% en 2024.
El boliviano es la moneda de curso legal de Bolivia desde 1987 y se divide en 100 centavos, antiguamente se usaba el peso boliviano pero éste fue sustituido. El Banco Central de Bolivia es el órgano encargado de regular la emisión de la moneda.
En cuanto a la creación, la moneda boliviana detuvo su acuñación e impresión durante la época colonial debido a la falta de interés política, lo que ocasionaría que finalmente las monedas y los billetes fueran elaborados en el extranjero por el bajo precio que ello implica. En el año 2013 aún se fabricaban en países como Reino Unido, Francia y Chile.
En cuanto a la economía, en el año 2014 Bolivia recurrió a un elevado gasto público y un creciente crédito interno para mantener su crecimiento, pero estas decisiones resultaron en un aumento de la deuda pública y la reducción de las reservas internacionales.
Al igual que en todo el mundo, la pandemia de coronavirus afectó severamente a la economía de Bolivia, aunque la inflación no fue tan alta como en otras naciones latinoamericanas.
En el 2022 Bolivia destacó por tener una tasa de inflación más baja que sus países vecinos, ello en parte como una respuesta a los subsidios al precios de los carburantes y al cambio fijo del dólar respecto a la moneda local; sin embargo, ha tenido que enfrentar una pérdida de las reservas internacionales y un mayor endeudamiento.
Bolivia también se enfrenta a los esfuerzos globales para mudarse a las energías limpias, por lo que estas condiciones orillarán a uno de los mayores países exportadores de gas a buscar alternativas este año.