Entre los fundamentos económicos para que la Argentina retorne a los mercados internacionales como un jugador medianamente importante, se encuentran algunos de los objetivos económicos anunciados por la administración de Javier Milei luego de su visita a Wall Street. Una inflación cercana al 2%, eliminación de pesos sobrantes en la economía y una devaluación de la moneda nacional con respecto al dólar del 2% mensual, son factores que ayudarán a preparar la cancha para que exista una pequeña lluvia de inversiones para un país que supo pronosticar fuertes precipitaciones inversoras y que no pasaron de una garúa.
«Esta vez puede ser diferente», señaló Alejandro González Escudero de la Fundación Economía y Sociedad (FUNDECOS) que focaliza las expectativas en el régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI) aunque «no es para pequeños o medianos inversionistas. Está pensado para los grandes y eso habría que reverlo», señaló el profesor de la Universidad de Buenos Aires.
Hay sectores de la economía que no necesitaron una frase de Elon Musk para focalizar sus intereses en el país al sur del continente americano. Empresarios del agro, de la minería, de la energía y, hasta, del sector automotríz comienzan a interesarse por traer dólares a la Argentina, a pesar de que hay otro de los fundamentos económicos que el equipo financiero del primer presidente economista del país no termina de desarmar.
El cepo cambiario continúa siendo una traba importante para muchos empresarios del exterior que, acostumbrados a los vaivenes electorales del país, prefieren «sentarse a ver y esperar» antes de plantar inversiones, señaló, el asesor bursátil, Sergio Castillo.
Energía y minería, dos sectores clave para el shock de inversiones
El otro punto en el que convergen críticas por las inversiones que el RIGI posibilita se encuentra la de señalar que «el RIGI es un proyecto anti nacional porque posee un patrón de especialización productiva del país como mero exportador de commodities, con multinacionales dominando los negocios y sin ninguna articulación con el entramado productivo nacional o el sistema de innovación tecnológica», explicó Martín Reydó de la fundación Fundar.
Este punto parece soslayarlo el empresario nacional, Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía que viene de poner en funcionamiento el Parque Eólico Pampa Energía VI a 30 km de Bahía Blanca, ciudad que acaba de perder la oportunidad de quedarse con la locación para la construcción de una planta de gas natural licuado (GNL) que llevará adelante la petrolera YPF en la provincia de Río Negro.
Para Marcelo Mindlin, «el crecimiento de energía renovable es un claro ejemplo de que cuando hay políticas de Estado que se respetan a lo largo de los años, independientemente de los cambios de gobierno, el sector privado responde con inversiones de miles de millones de dólares».
«Estos proyectos generan importantes ahorros de divisas para el país. Porque en lugar de importar combustible para generar energía, que son más caros y muy contaminantes, usamos inteligentemente nuestros recursos naturales, en este caso el viento» dijo.
La minería es otro de los grandes motores de un boom de inversiones que el gobierno necesita generar para sostener sus posibilidades electorales el próximo año y para salir del letargo que produjeron años de inflación acelerada durante los gobiernos kirchneristas a lo que se sumó un estancamiento de la actividad económica a principios del año producto del ajuste gigantesco que produjo el gobierno libertario.
Si bien el litio perdió algo de terreno en las pizarras de los mercados mundiales, sigue siendo una de las principales apuestas para atraer inversiones al noreste de la Argentina. Y se trata de montos millonarios que además generan inversiones de proveedores locales. Por ejemplo, la empresa FERMA, dedicada al diseño y montaje de galpones y naves industriales, decidió aprobar un plan de inversión por 4 millones de dólares. Además, las inversiones no conocen de barreras idiomáticas y, mucho menos, ideológicas. En el caso minero y en el del denominado, oro blanco, como se conoce al litio, se han mostrado interesados capitales de la India, Rusia y China no solo mineras australianas, europeas o canadienses.»Ahora estamos licitando las áreas más importantes de Salta y de la región del litio. ¿Quiénes son los interesados? India, Rusia, China, los BRICS, los países árabes, que deciden invertir porque necesitan el mineral para la transición mundial hacia una generación verde», afirmó el titular de Recursos Energéticos y Mineros de Salta (REMSA) Alberto Castillo.
En el sector petrolero, el yacimiento de gas no convencional de Vaca Muerta, es una realidad que continúa atrayendo inversiones. En el club del Petróleo se suelen escuchar conceptos como, «Vaca Muerta está generando muchas inversiones, pero sobre todo está asentando las bases para que Argentina sea un fuerte exportador de petróleo y de gas» y «eso va a cambiar la matriz económica nacional porque las proyecciones que tenemos es que en cinco o seis años Vaca Muerta va a estar exportando casi igual que todo el campo argentino».
Otros sectores que generan ingresos de dólares en el país
Pero el campo argentino, que genera alimentos y proteínas para una buena de la población mundial, sigue siendo un motor que funciona como un «Rolls Roys» para el país y, de manera natural, atrae inversiones. Algunas que no trascienden demasiado como la que se produjo en la Patagonia con el sector aromático.
En Bariloche y en otras ciudades del sur del país se suman exportaciones de aceites esenciales y tiene gran potencial para inversores que buscan entrar en negocios no tradicionales.
En ese contexto, la flora patagónica genera cada vez más interés en el exterior. En 2022, la Argentina se posicionó como el séptimo exportador de aceites esenciales en todo el mundo, con exportaciones que alcanzaron los 209 millones de dólares, de acuerdo con los datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC).
«Si las condiciones de la macro se normalizan en la Argentina y se consigue una estabilidad necesaria para planificar en inversiones futuras, podremos escalar varios puestos en ese ranking», confió la productora, María Martínez.
Los ejecutivos de la industria automotriz tienen puesta la mirada en el mercado local y en la posibilidad de ampliar las exportaciones al resto de la región. Toyota continua con la producción en su planta de Zárate, donde fabrica las pickups Hilux, gracias a una inversión de aproximadamente u$s60 millones, que le permitirá incrementar sus ventas al exterior y que había sido pautada en 2023.
Mercedes-Benz Camiones y Buses, invirtió 20 millones de dólares para comprar un predio en Zárate y el Grupo Stellantis, que produce en la Argentina modelos de Fiat y Peugeot y comercializa otras marcas importadas, anunció la fabricación de su primera SUV en el país con una inversión de u$s270 millones, que se complementará con las modificaciones que se implementaron en El Palomar, en donde se producirá el nuevo Peugeot 2008. En el pasado reciente, la Argentina fue esquivada por los capitales internacionales.
Un relevamiento del European House Ambrosetti que elabora el índice de atracción global para plantar dinero, concluyó que la Argentina estuvo entre los peores lugares del mundo para atraer inversiones.
Entre 2019 y 2020 tuvo un descenso brusco en el relevamiento y cayó del país Nº73 hasta el Nº144. Las causas de esta debacle fueron: inestabilidad política, economía errática, presión tributaria e inseguridad jurídica.
Este simple hecho enseña las razones por la que la Argentina convive con buena parte de su población en condición de pobreza. En vez de analizar la semántica de las palabras «justicia social», los religiosos, políticos y economistas debieran pensar en dar vuelta estos índices que muestran patrones de atraso alarmantes para los argentinos. Para los que ven el vaso medio lleno, esta vez, en la Casa Rosada, hay un presidente dispuesto a dar la pelea por acabar con esos factores que propician el subdesarrollo.