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SIN SEÑALES DE RECUPERACIÓN. Por Mattías Meragelman

SIN SEÑALES DE RECUPERACIÓN. Por Mattías Meragelman

agosto 18 09:29 2024 Imprimir noticia

La economía sigue sin dar señales de haber tocado fondo y comenzar a recuperarse: los indicadores de consumo se desploman. Mientras tanto, los “Chachos” salen a escena y ya se anticipa un problema legal en caso de ser incorporados en el sueldo.


Esta semana el presidente de la Nación -Javier Milei- dijo que la economía argentina está creciendo a pesar de la aplicación del Cepo cambiario, en una afirmación que contradice sus propias ideas liberales pero que fundamentalmente por ahora no se ve reflejada en la realidad.

El INDEC -que es parte del Gobierno nacional- midió 16 sectores de la industria manufacturera argentina y todos mostraron caídas en el mes de junio en comparación con el mismo mes del año anterior (con un promedio negativo del 20% y con rubros por encima del 35% de baja en su actividad).

Los números relacionados con el consumo de la población muestran señales similares.

En La Rioja la venta de autos 0 kilómetros lleva una caída del 24% en este año, la compra de combustibles cae desde hace ocho meses de manera consecutiva, la recaudación provincial de Ingresos Brutos (que permite observar la actividad económica) quedó en julio más de 30 puntos por debajo de la inflación y el empleo registrado del sector privado en la Provincia perdió 3.600 puestos en relación con 2023 según los datos de mayo.  

En ese contexto, el gran logro del Gobierno nacional es haber bajado el índice inflacionario. Julio determinó la cifra más baja de los últimos 30 meses.

El problema es el costo al cual está ocurriendo ese proceso. El presidente de la Nación se jacta públicamente de haber realizado el mayor ajuste de la historia de la Humanidad y los indicadores económicos así lo confirman, para decirlo coloquialmente: “la plaza se secó”.

Nuevamente un informe del propio INDEC pone blanco sobre negro: en los últimos 12 meses los salarios quedaron 50 puntos por debajo de la inflación.

El “no hay plata” que el Gobierno repitió como un mantra económico en los primeros ocho meses de gestión se transformó en meme y en sticker, pero fundamentalmente implicó que por la ausencia de recursos se desplomó el consumo y por ende se ralentizó significativamente el proceso inflacionario.

La semana dejó un par de datos sociales/económicos que no admiten análisis y solamente generan dolor/bronca.

UNICEF informó que en Argentina un millón de niños se van a dormir sin haber cenado. Mientras que “Barrios de Pie” realizó un relevamiento en La Rioja en donde determinó que siete de cada diez riojanos que viven en barrios populares sufre de “inseguridad alimentaria”. Es decir: saltean una de las comidas diarias.

Gabriel Genri, responsable de la Universidad popular de ese movimiento social, explicó sobre este punto en “Riojavirtual Radio”: “La demanda fue escalando, desde febrero ya estábamos con una demanda incrementada en un 30%, hay gente que antes no concurrían a los comedores y hoy se acercan a pedir alimentos. Pero no tenemos ayudas desde el Estado y la mayoría de los comedores están cerrando».

La pobreza no comenzó con la actual gestión presidencial, pero la devaluación de diciembre pasado hundió en la pobreza a miles de argentinos y de riojanos que no estaban en esa situación.

Los argentinos y los riojanos hoy vivimos peor que el 10 de diciembre del 2023. Así lo confirman todos los indicadores económicos y sociales. Inclusive, cualquier lector lo puede consultar con sus propias finanzas. ¿Su capacidad de ahorro mejoró en estos meses? ¿Tiene un nivel de vida más alto? ¿Se priva hoy de algún gusto que se podía dar en noviembre pasado?

Hace exactamente un año “La Libertad Avanza” se imponía en las PASO, vencía al peronismo y a “Juntos por el Cambio” provocando un cimbronazo político el cual todavía estamos tratando de comprender en su plenitud.

Está claro todo lo que hicieron mal “Juntos por el Cambio” y el “Frente de Todos”, generando un enojo que tuvo su expresión más contundente en el proceso electoral del 2023.

Un ex presidente imputado por violencia de géneros, la deuda colosal que se tomó con el Fondo Monetario Internacional, la interna eterna del binomio presidencial entre 2019 y 2023, la inflación que ninguna de las dos gestiones pudo controlar y los hechos de corrupción/privilegios que Javier Milei supo simplificar en el descalificativo de “casta”.

El ejemplo más claro de lo desorientada que está la oposición es que hoy no existe una opción política sólida en la vereda opuesta a la gestión nacional. Yendo a un ejemplo concreto podríamos plantear este interrogante: si le tocara ser Gobierno a la oposición cómo resolvería el problema de la inflación sin caer en recesión y ajuste. 

¿Y si las elecciones fueran hoy? ¿Ocho meses después de llegar al poder los argentinos volverían a elegir a los libertarios? Hasta dónde el malestar con la dirigencia tradicional servirá como motor del respaldo y apoyo al proyecto político de la “Libertad Avanza” es una duda que no termina de esta clara en su respuesta. ¿Billetera matará enojo?

Salen a la cancha los Chachos:


En ese escenario, desde la próxima semana salen a la calle de manera masiva los “Chachos”.

El Gobierno confirmó que además de todos los trabajadores de planta permanente, el BOCADE también llegará a los precarizados del Estado a través del pago del bono de 50.000 Chachos/pesos. E inclusive en la mesa chica del oficialismo se analiza dejar fijo el “bono extra” hasta fin de año.

En este sentido, el Gobierno tendrá que ser muy prolijo en las próximas horas al momento de pagar. Ante la amenaza del Banco Central y la imposibilidad de bancarizar los BOCADE, por primera vez en varias décadas volveremos a ver que se abona en efectivo y de manera presencial a los trabajadores del Estado.

“El que no quiera hacer fila para cobrar que no vaya y no cobre, porque no es obligatorio, es un extra, un beneficio que damos a quien quiera recibirlo”, sostenía esta semana un importante funcionario consultado por este tema.

Esa afirmación esconde una mala lectura del clima social y que se repite mucho dentro de la “Casa de las Tejas”.

En esta crisis de representación y de enojo colectivo que caracteriza a esta etapa histórica, la sociedad riojana mayoritariamente no interpreta nada que venga del Estado como un extra, sino como parte del pago de una deuda. Grandes grupos sociales creen que la democracia y los políticos en general están en deuda con ellos por no solucionar los problemas pendientes de la Argentina moderna (no estoy en este texto debatiendo si tienen razón o no en sentirse de esa manera, describo como interpreto que reaccionan).

El Gobierno deberá ser extremadamente prolijo en la implementación de este pago presencial, porque cualquier desprolijidad o complicación golpeará de dos maneras: primero en el malestar de los que hacen fila y luego en la credibilidad del “Chacho” como moneda. Aplicar una forma de pago nueva tiene como elemento central la credibilidad y la confianza, el oficialismo debe tomar nota que juega en una cancha que está mojada y rápida, no tiene margen para resbalarse.

Hay otro tema que todavía no se planteó pero que puede ser motivo de una gran controversia judicial: ¿Qué pasará si los Chachos dejan de ser un bono extra y pasan a ser parte del salario mensual de los estatales o de un trabajador privado?

«Si los Chachos son un extra que se paga por fuera del sueldo es una cosa, pero si se toman como parte del sueldo automáticamente estarían en contradicción con la ley de contratos de trabajo y entonces se podría plantear que no se está usando una moneda de curso legal en el país para abonar el salario», dijo esta semana un abogado, previendo la posibilidad de judicializar la forma de pago a los estatales o a un privado si alguna empresa lo implementa.

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