Luego de haber dirigido su último partido como técnico de River, Martín Demichelis se presentó a conferencia de prensa y explicó sus razones para irse del club. Micho le dijo adiós al conjunto de Núñez y se emocionó por el cariño recibido por los hinchas.
«Ayer les decía a los chicos que allá por 2015 después de la Copa América tuve una charla con el Tata Martino en la que me dijo: ‘Vas a ser un gran entrenador. Empezá a aprovechar estos últimos momentos en tu etapa como futbolista para prepararte’. Manuel Pellegrini me decía exactamente lo mismo en mis últimos años y después me tomé seis años para inspeccionar, para descubrir, para debatir y para prepararme de verdad. Para lo que no me preparé, y me quedó ese ítem pendiente, es para este tipo de despedidas como la que tuve que afrontar ayer con los jugadores», comenzó.
Y el DT agregó: «Honestamente, tampoco me preparé ningún monólogo, quiero ser lo más genuino posible. Le prometí hoy a mi mujer que iba a sonreír y ser feliz y hoy volví a ser feliz. Sepan que fui, soy y seré siempre un hincha de River. River es tan grande que siempre está por encima de todos los nombres, y a pesar de las ganas y las fuerzas, porque estaba extremadamente convencido en los jugadores que necesitábamos solo un partido para hacernos mejores y para cambiar las energías. Creo que es lo mejor para todos. Van a cambiar las energías, va a haber una sinergia entre la gente, el cuerpo técnico y jugadores».
«Fue un verdadero placer. Estaré inmensamente agradecido, eternamente agradecido. Me tocó vivir la transición más grande y más difícil en la historia de esta institución, no solo por quién se fue, sino también por la transición de un grupo de jugadores que le había dado tantísima gloria a esta institución. Me vine a hacerme cargo con muchísimas ganas, con muchísima dedicación, y a raíz de eso, desde el día que pisé Argentina, me fui convirtiendo en un mal marido, en un mal padre, en un mal tío, en un mal tío, en un mal amigo, en un mal hermano… Me desviví por River», sumó.
LA DESPEDIDA DE MARTÍN DEMICHELIS
«Cometí errores y está claro, pero créanme que sentí esta vocación que amo con un grandísimo sentido de pertenencia porque me crié en Casa River, terminé el secundario acá, River me dio la posibilidad de debutar, de crecer como futbolista, me dio la posibilidad de irme a Europa, al Bayern Munich. Desde ahí me volvieron a repatriar… Estoy eternamente agradecido con los jugadores a quien dirigí, que me hicieron tres veces campeón. El profe Flavio Pérez me dijo sos el cuarto entrenador con quien comparto la profesión. Había estado con Gallego, con Pellegrino. Nosotros vamos por un año y tres meses y ganamos tres títulos», sentenció Martín Demichelis.
«Está claro que por ser mi primera etapa fui aprendiendo con el andar, pero me había preparado para esto. Hemos jugado partidos muy buenos, torneos muy buenos y otros no tanto. Ahí, como siempre, el entrenador es el primer máximo responsable y me hago cargo de esa situación de que en los últimos tres partidos (sacando el de hoy) hayamos sacado un punto de los nueve en juego. Y me hago cargo que en el empate ante Lanús y en la derrota contra Godoy Cruz, las formas del equipo no hayan representado el ADN riverplatense. No me voy de River porque soy hincha, soy socio, porque quien me acompañó en esta máxima aventura, mi mujer, que es una guerrera, mis hijos, se hicieron mucho más fanáticos al verme de entrenador. Me había quedado una herida al no poder volver como jugador nacido de la casa. Créanme que haber vuelto como entrenador, que luego de salir campeón, poder ver la felicidad de la gente festejando fue muy feliz», remarcó.
«Algunos que quizás no me conocen pueden llegar a pensar que guardo rencor para con algunos. Cuando se termina un ciclo, es fácil enojarse con cualquiera de los responsables que llevan adelante esta institución. Yo no me enojo… Estaré eternamente agradecido a Jorge Brito, a Matías Patanian, a Nacho Villarroel, a Eduardo Barrionuevo; a los dos mitos vivientes que tiene esta institución, Enzo Francescoli y Leo Ponzio, que jamás fueron irrespetuosos a la hora de decirme quién tiene que jugar. ‘Por qué no iniciás así, por qué no presionás así, por qué no jugás con este sistema o con el otro’. Muchas gracias a todos ellos. Me estaré olvidando de algunos. A todos los empleados, a los jugadores», añadió.
«Gracias River. Gracias a todos los hinchas. A los que creyeron desde un principio y a los que creyeron menos. A los que dudaban y a los que apoyaron. Simplemente gracias. Les pido encarecidamente que no le mientan a nadie, porque en una de las últimas versiones, cuando perdimos contra Godoy Cruz, terminé de hablar y el primero que levantó la mano para hablar fue el capitán. Siempre hubo un diálogo muy respetuoso en todo sentido. Desde el Mundial 2010, cuando quedamos eliminados, que no veía llorar tanto a un grupo de jugadores como cuando ayer les comuniqué la noticia. Eso es un sentido de pertenencia y un respeto que no se puede truchar. Gracias River. A los que estuvieron acá presentes, a los que alentaron desde cualquier parte del mundo, estuve 20 años afuera y sé que River es monstruoso. Clasificamos primeros en el grupo siendo el mejor en la general, para definir de local. Tengo solo palabras de agradecimiento, fue un verdadero honor», cerró.