River sufrió un golpe inesperado antes de irse de vacaciones. Cayó ante Deportivo Riestra como visitante por 2-0, por la 5° fecha de la Liga Profesional. Ahora vendrá el receso por la Copa América y el equipo millonario ya proyectaba un mercado de pases agresivo, con cuatro o cinco refuerzos de peso, pero lo vivido este jueves potenciará más esa búsqueda.
Es cierto que River dio algunas ventajas, ya que no estuvieron Franco Armani y Paulo Díaz, ambos con los seleccionados argentino y de Chile. Pero igual le faltó personalidad defensiva al equipo de Martín Demichelis. El primer gol fue de pelota parada. Maximiliano Rodríguez ejecutó un tiro libre lateral desde la derecha al punto penal y Alan Barrionuevo metió un gran cabezazo que se metió junto al palo izquierdo de Ezequiel Centurión. Golazo que sacudió las estructuras del equipo millonario, que ya no tendría respuestas para luego recuperarse por más que tuvo una posesión superior al 80% en la segunda etapa.
“Muy contento con la primera victoria. Riestra hizo un esfuerzo enorme y jugamos contra un equipo de una jerarquía impresionante, hago la cortina en el tiro libre; llegó el centro por atrás y me quedó para convertir. Nosotros peleamos allá abajo y nos sirve un montón esta victoria. El segundo tiempo no nos llegaron con claridad, nos supimos cerrar bien y después en ataque golpeamos duro en los momentos justos”, dijo Alan Enzo Barrionuevo, quien su padre le puso “Enzo” porque es hincha de River, por Francescoli. Barrionuevo, a punto de ser papá, se emocionó mientras dialogaba con el canal TNT Sports, quien transmitió el encuentro. Lo que sí sorprendió es que el defensor central de 27 años y 1m88, festejó haciendo el Topo Gigio que supo registrar Juan Román Riquelme, el hoy presidente de Boca.
El segundo tanto fue de penal. Pero la acción, sobre el final, nació de un lateral ofensivo de Goitía largo para Nicolás Benegas, que giró hacia dentro del área y se iba camino al gol, pero Sebastián Boselli le hizo un penalazo, casi como un tackle de rugby para derribarlo. Hernán Mastrángelo no dudó y cobró la pena máxima. Y el árbitro también amonestó al defensor central millonario.
“Entré con la misión de tratar de aguantar la pelota arriba, que nos estaba costando. Ese es mi juego, tratar de aguantar de espaldas para ayudar a mis compañeros. River tiene defensores fuertes pero luché y gané algunas pelotas, para que podamos tener pelotas en campo rival. Estamos comprometidos todos en Riestra, desde el arquero hasta el último delantero: nos esforzamos al máximo para ganar y tuvimos el premio con un triunfo que quedará para siempre en nosotros. Además, como soy hincha de Boca la felicidad vale doble”, dijo Nicolás Benegas, autor del gol de penal que sentenció el partido.
El centrodelantero de 28 años, que ingresó en el segundo tiempo en lugar de Guillermo Pereira, surgió de las inferiores xeneizes y había llegado a jugar cuatro partidos en la primera de Boca bajo la conducción de Guillermo Barros Schelotto.
“Merecíamos estos tres puntos, después de un partido así te vas muy feliz y contento para seguir trabajando”, agregó el capitán Milton Celiz en declaraciones a TNT Sports. Y agregó: “Hay momentos difíciles, venimos desde abajo pero no hay nada imposible. Hay que levantar la cabeza y seguir. Cristian (Fabbiani) te vuelve loco como DT durante los partidos y también en los entrenamientos de la semana; me puso en varias posiciones, pero salió todo como él lo planificó. Debemos seguir con humildad y trabajando de esta manera. Ojalá sigan los triunfos”.
Como River está buscando arquero que pelee la titularidad con Franco Armani, el de este jueves habría sido el último partido de Ezequiel Centurión como arquero en el Millonario. Si bien el arquero no pudo hacer nada en ambos goles de este jueves, podría emigrar a préstamo a otra institución del fútbol argentino. Y si ya antes de este encuentro se nombraba con fuerza la posibilidad de sumar a Germán Pezzella, después de ver el rendimiento individual y colectivo de la defensa… Será un receso largo en el que River ya tenía pensado acelerar por refuerzos. Pero esta derrota potenció los interrogantes y las urgencias por sumar caras nuevas a una estructura que necesita mayor solidez defensiva.
LA NACION