Los ahorristas más conservadores ven cómo en los últimos meses se desplomó la renta del plazo fijo tradicional, mientras también está descendiendo la inflación mensual, algo que también incide en una menor ganancia para las colocaciones UVA. Y a ello se le suma la escalada del precio del dólar de las últimas semanas, que reduce su atractivo. En resumen, la pregunta que se hacen los inversores en estos depósitos es cuánto pueden llegar a ganar, con las condiciones actuales, en el próximo semestre.
Cabe recordad que el plazo fijo tradicional tiene como período mínimo de encaje los 30 días, y brinda una tasa nominal anual (TNA) desde el pasado 14 de mayo del 30%. Es decir, brinda una utilidad cercana al 2,47% mensual para los depósitos minoristas de personas físicas.
Un nivel que es casi la mitad de la actual inflación, debido a que los distintos economistas sostienen que en mayo se ubicó por debajo del 5%, y que en los próximos meses se mantendría en torno a ese nivel.
Un dato que afectará al rendimiento del plazo fijo UVA, que es el que ajusta en base a los precios de la economía, y que tiene un período de encaje mínimo para los fondos de 180 días.
Lo positivo para los ahorristas es que este instrumento toma en consideración los registros de inflación de los 45 días previos a la colocación, por lo que en un contexto de descenso continuo de los precios, se está trasladando un índice (renta) más elevado al actual.
En concreto, en los primeros 5 meses del 2024, un plazo fijo UVA rindió alrededor de 110% de TNA, más del doble de lo que acumuló la renta en pesos de una colocación tradicional.
El plazo fijo UVA se proyecta que rinda casi el doble que el plazo fijo tradicional en los próximos meses.
Plazo fijo tradicional vs plazo fijo UVA
En resumidas cuentas, el plazo fijo UVA sigue luciendo como el instrumento más ganador, pese al descenso previsto para la inflación.
Por ejemplo, para junio un depósito tradicional brindará una ganancia de 2,66%, mientras que, por arrastre, el UVA ofrecerá 6,89%.
En tanto, en julio sería de 2,7% para el plazo fijo tradicional, mientras que una colocación UVA otorgaría alrededor de 4,81%.
Y para agosto, de no modificarse la tasa de referencia, se mantendría para el depósito tradicional el último porcentaje, mientras que el plazo fijo que ajusta por inflación pagaría cerca de 4,73%.
En cifras, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado a comienzos de mes, en el que el Banco Central encuestó a unos 37 economistas de consultoras privadas y bancos, considera que el índice de precios al consumidor (IPC) puede ser de 5,5% de junio y para julio de 5,5%.
Recién en los meses siguientes podría ser más leve, debido a que se espera para agosto que retroceda a 5,2% y para septiembre a 5,3%.
Incluso, los mejores encuestadores establecen una mediana más optimista (números más bajos) para los próximos meses.
El plazo fijo UVA rinde acorde a la inflación medida desde los 45 días antes de la colocación, por lo que ahora la renta se irá estabilizando con el índice de precios.
Plazo fijo para los próximos meses
Según los distintos analistas, la inflación ya estaría tocando un piso en el que se mantendrá durante los próximos meses, por lo que la renta de un plazo fijo UVA puede llegar a estabilizarse.
«Mientras los mejores pronosticadores del REM esperan que en los próximos meses los precios minoristas pivoteen en torno a un aumento de 4,5% mensual, la estrategia de política monetaria seguida por el Banco Central parece que se mantendrá inmóvil y no daría mejores rendimientos en los plazos fijos tradicionales que se visualizan en los primeros días de junio. Es decir, una tasa efectiva mensual (TEM) que promedia el 2,66%, y que es muy lejana a las expectativas inflacionarias», resume a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.
Este bajo rendimiento, según este experto, se está reflejando en una desincentivo para el ahorrista debido a que se amesetaron las colocaciones que se están realizando en el sistema. Es que los plazos fijos tradicionales se expanden nominalmente sólo al 0,8% en el mes en el volumen de depósitos.
«Es un porcentual que indica que ni siquiera mantienen un crecimiento vegetativo. En otras palabras, los tenedores de plazos fijos tradicionales dirigen una parte de sus fondos a otras opciones. ¿Cuáles? Por un lado, se mantienen líquidos y resignan rentabilidad a cambio de la inmediata disponibilidad de sus fondos. O bien, van al mercado cambiario. Algo que se observó en la reciente escalada en el precio del dólar libre. Resulta evidente que las tasas actuales no satisfacen a los tenedores de pesos», reflexiona Méndez.
¿Y el plazo fijo UVA?
Por el lado del plazo fijo UVA, el atractivo que presenta es que brinda una cobertura frente al avance de la inflación, pese a que su rendimiento desciende en línea a dicho indicador.
«Todo indica que las colocaciones UVA ahora no están resultando tan atractivas tras el excelente rendimiento alcanzado hasta mayo pasado. ¿Por qué? Si bien superan a los plazos fijos tradicionales en cuanto a rendimiento, junio constituye el último mes en el que ´hacen diferencia´», dice Méndez.
Según economistas, la inflación puede estabilizarse en los próximos meses en torno al 5% mensual, por lo que el plazo fijo UVA se estabilizará en esa cifra.
Es que, según las proyecciones, a partir de julio, o de mediados de junio, cuando comiencen a ajustar por el IPC de mayo pasado, «su rendimiento se alineará casi a la par con el estándar inflacionario».
En concreto, si el IPC se estabiliza en la misma tasa mensual de aumento de los períodos anteriores, el plazo fijo UVA pierde gran parte del atractivo que lo caracterizó desde principios de 2024, que era pagar más que la inflación por el arrastre de los datos previos, aunque le sigue ganando a la versión tradicional.
Ahora bien, para lo que viene, este escenario puede llegar a verse modificado en caso que el Banco Central reposicione al alza a la tasa de política monetaria, que actualmente se ubica en 40% de TNA, aunque el plazo fijo tradicional paga un promedio del 30% de TNA.
«El otro factor que puede modificar el momento actual es que el BCRA prosiga con el descenso escalonado de la inflación mensual. Aunque estos dos posibles supuestos aún no son percibidos por el mercado», concluye Méndez.
Por lo pronto, si bien los rendimientos han caído, el plazo fijo UVA le sigue ganando de forma notoria al plazo fijo tradicional.–