viernes, 29 noviembre, 2024
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La inesperada polémica por el aborto que amenaza con opacar el liderazgo de Meloni en el G7 de Italia

BARI.- En una ubicación maravillosa, como el paradisíaco complejo turístico de Borgo Egnazia -una réplica del típico pueblito de antiguos muros de piedra blanca para multimillonarios, inmerso en 16 hectáreas de añejos olivares, a la vera del mar Adriático, para la ocasión inaccesible y blindado como nunca-, en una jornada de sol y treinta grados, Giorgia Meloni inauguró este jueves “su” G7 con los mejores auspicios. En efecto, según trascendió, ya estaría sellado un acuerdo para un préstamo de 50.000 millones de dólares a Ucrania, para alegría del presidente Volodimir Zelensky, quien fue recibido con abrazos y enorme respaldo por los “Siete Grandes”. Sin embargo, en la cumbre también se coló una inesperada polémica.

Aunque a Meloni se la vio radiante, con un elegante conjunto Armani color rosa, sonriente y consolidada como anfitriona de la cumbre que reúne a los jefes de Estado y de gobierno de los siete países más industrializados del mundo –Italia, Estados Unidos, Japón, Canadá, Reino Unido, Francia y Alemania, a los que se suma la Unión Europea-, estalló un incidente diplomático que podría opacar su resultado final.

El presidente estadounidense Joe Biden es recibido por la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, a su llegada al complejo Borgo Egnazia LUDOVIC MARIN – AFP

¿Qué pasó? Desde Bruselas se filtró que Italia, que preside este G7 que quiso mostrarle al mundo las bellezas de la región de Puglia (Apulia), habría pedido cancelar una referencia al derecho al “acceso legal al aborto seguro y legal y a los cuidados post-aborto”.

Esta mención ya había sido incluida por los “sherpa” -como llaman a los negociadores tras bambalinas de los diversos países- y ya figuraba el año pasado en el documento final de la cumbre del G7 que tuvo lugar en Hiroshima, Japón.

Como no podía ser de otra manera, Francia, que en abril pasado se convirtió en el primer país del mundo que incluyó en su Constitución explícitamente el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, así como otros países -como Alemania y Canadá- pusieron el grito en el cielo. En abril pasado, el Parlamento europeo aprobó una resolución que pidió insertar el aborto seguro y legal entre los derechos fundamentales. También se mostró a favor de la referencia el entorno del presidente estadounidense, Joe Biden, que hizo del derecho al aborto una de las banderas de su campaña por la reelección, en contra de una de las “guerras culturales” que emprendió su rival republicano, Donald Trump.

El primer ministro británico Rishi Sunak es recibido por la Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, a su llegada al complejo Borgo Egnazia para la Cumbre del G7 organizada por Italia en la región de ApuliaLUDOVIC MARIN – AFP

Para evitar un incidente, desde el gobierno italiano trataron de negar que Italia había pedido quitar la referencia al aborto del documento final. “Ningún Estado ha pedido eliminar la referencia relativa al aborto del borrador de las conclusiones del G7. Estamos en una fase en la que las dinámicas negociales aún están en curso. Todo lo que entrará en el documento final será resultado de tratativas entre los miembros del G7″, aclararon.

Más allá de la débil desmentida, todo el mundo conoce la postura anti-aborto de Meloni, aunque dice reconocer el derecho a esta práctica. Su gobierno, en efecto, recientemente aprobó una más que cuestionada medida por la que pueden ingresar grupos pro-vida en las clínicas donde las mujeres abortan. La interrupción voluntaria del embarazo es legal en Italia desde 1978; pero, de hecho, es una práctica que suele ser obstaculizada ya que hay trabas burocráticas y la mayoría de los médicos son objetores de conciencia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, izquierda, escucha a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en una sesión de trabajo con líderes mundiales Andrew Medichini – AP

El supuesto pedido de Italia de no incluir el derecho al aborto en la declaración final no sólo tendría que ver con la posición de Meloni y su partido, sino, sobre todo, porque se anotó una victoria al conseguir que por primera vez un Pontífice asistiera a la cumbre -mañana llegará Francisco para hablar sobre inteligencia artificial y paz-. Justamente por esta presencia estelar del papa del fin del mundo, la voluntad de Italia, según trascendió, sería “no herir la sensibilidad del papa Francisco”, huésped ilustre, que, más de una vez condenó esta práctica y que incluso llegó a compararla con la contratación de un sicario.

El tema del derecho al aborto supuestamente suprimido de la declaración final abrió, así, grandes interrogantes e incluso le dio pie a la oposición de centroizquierda para atacar a la anfitriona de la cumbre.

“Meloni se presenta frente a los demás jefes de Estado y de gobierno poniendo en discusión un derecho fundamental de las mujeres como es elegir sobre su propio cuerpo”, denunció Elly Schlein, líder del Partido Democrático, el principal de centroizquierda. “No hacemos nada con una primera ministra mujer que no defiende los derechos de las demás mujeres de este país”, clamó, hablando de “vergüenza nacional para el país” y exigiendo que les pidiera disculpas.

Aunque no era el tema de la primera jornada de la cumbre -en la que África, el cambio climático y el desarrollo, y las guerras en Ucrania y de Israel contra Hamas en Gaza estuvieron sobre la mesa-, la polémica dominó también entre los sherpas y los más de 800 periodistas llegados desde todo el mundo para cubrir el G7. ¿Qué hará finalmente Meloni, quien desde que asumió el poder, a fines de 2022, sorprendió por su pragmatismo a la hora de discutir los grandes temas, alineándose, por ejemplo, con la postura en total respaldo a Ucrania desde la invasión a gran escala perpetrada por la Rusia de Vladimir Putin (amigo de su vicepremier y ministro de Infraestructura, Matteo Salvini)? ¿Hará primar la razón de Estado o sus convicciones ideológicas?

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se toma una selfie con los medios mientras espera a los líderes mundiales durante una cumbre del G7 Luca Bruno – AP

Por lo pronto, su cuñado y ministro de Agricultura, referente de su mismo partido, Hermanos de Italia, consultado sobre la polémica, no ocultó su postura. “No sé si en un G7 en el que participa también el Papa es oportuno [incluir la referencia al derecho al aborto]”, indicó. “Si decidieron no ponerlo habrá un por qué y un motivo más que compartible”, agregó, al precisar que él no tenía por qué comentar sobre el asunto. “Si los presidentes de las grandes naciones, jefes de Estado y de gobierno decidieron no ponerlo en el documento, habrá buenas razones para no hacerlo”, insistió.

Un alto funcionario de la Casa Blanca, no obstante, remarcó que la posición oficial de la administración Biden al respecto es muy clara. “Él considera necesario que [en la declaración final] haya al menos un lenguaje que se refiera a lo que se hizo en Hiroshima en cuanto a la salud de las mujeres y sus derechos reproductivos”. Por eso, “el comunicado final reiterará el compromiso tomado en Hiroshima”, agregó, demostrando que es un tema que nadie va a dejar pasar así nomás.

En las declaraciones finales de la cumbre de Hiroshima de 2023, las siete naciones habían coincidido en el “pleno compromiso para asegurar la salud y los derechos sexuales reproductivos completos para todos”, y al “acceso al aborto seguro y legal y a los cuidados post-aborto”.

En la foto de familia que Meloni -aún eufórica por su victoria en las elecciones europeas-, se sacó este jueves con sus pares de las siete grandes democracias occidentales -Joe Biden, el canadiense Justin Trudeau (con quien Meloni en la cumbre de Hiroshima se había enfrentado sobre el tema de los derechos del colectivo LGBT), el japonés Fumio Kishida, el francés Emmanuel Macron, el alemán Olaf Scholz, el británico Rishi Sunak, y junto con la presidenta saliente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el del Consejo Europeo, Charles Michel-, la polémica no apareció. Cualquier subrepticia división fue tapada con grandes sonrisas.

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