La selección argentina tenía un examen diferente ante Ecuador. Jugaba sin Lionel Messi en el anteúltimo amistoso antes de disputar la Copa América en los Estados Unidos, pero Lionel Scaloni igual armó un equipo muy titular, con las presencias de Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Giovanni Lo Celso en el medio campo, y con un ataque compuesto por Angel Di María, Lautaro Martínez y Julián Álvarez.
En el sistema táctico del entrenador, el habitual 4-3-3 para atacar, que se transformaba en el 4-1-4-1 para defender. Ante un Ecuador que sorprendió por su velocidad para avanzar y retroceder, también para presionar alto en las salidas desde el fondo, la selección nacional tuvo inconvenientes para generar situaciones de riesgo pese a que tenía una posesión del balón del 76%.
Hasta que destrabó el marcador, la situación más clara había sido con una pelota parada: un zurdazo de Lisandro Martínez que desvió en gran forma el arquero Galíndez luego de un rebote tras un tiro libre lateral de Angel Di María. Después… poco más.
Y eso que todos los mediocampistas fueron, en sus inicios, enganches: De Paul, Paredes, Lo Celso; también estaban Di María y Julián Álvarez, con capacidad de gambetas y desequilibrio en los mano a mano. Sin embargo, la solución llegó desde el jugador menos esperado: el que se vistió de 10 fue Cuti Romero y realizó una gran jugada para que Di María convierta el primer gol del partido. Todo nació de un anticipo ofensivo del central de Tottenham (en posición de 8) con un cabezazo que llegó a Di María; y rompió líneas para adelante; fue un delantero más ubicado como 7, en los carriles centrales del ataque: por ahí lo vio De Paul, con un gran pase filtrado a la puerta del área: Cuti recibió, metió un giro mágico sobre la pelota para desmarcarse de los tres rivales que intentaron presionarlo (Ecuador mostró una buena oposición e hizo un trabajo táctico muy físico y complejo, bien simétrico) y asistió de gran forma para la diagonal de Di María, que resolvió con un muy buen toque sutil, de zurda, ante la salida de Galíndez. Golazo.
De hecho, luego de eso, la otra acción clara fue un tiro libre de Di María que dio en el travesaño. A la selección se le reducían los espacios y no podía entrarle a Ecuador hasta que apareció Cuti Romero. El que salva defensivamente a la selección (había tenido un par de cruces muy buenos) y de vez en cuando también convierte de cabeza, ahora también se puso elegante para no ser menos que la gran cantidad de 10 que suma Scaloni en la mitad de la cancha.
Sin la velocidad de la Premier League (léase Enzo Fernández y Alexis Mac Allister), la línea de volantes tuvo por momentos un ritmo más cansino y previsible con Paredes (fútbol italiano) y De Paul (fútbol español), también impreciso. Por eso a la Argentina le costaba generar situaciones de peligro con claridad. Y sin Lionel Messi, había buenas intenciones de triangulaciones pero también imprecisiones. Incluso Lautaro Martínez y Julián Álvarez, en su afán por tomar contacto con la pelota, retrocedían demasiado, a la altura de los mediocampistas interiores. Eso le sacó sorpresa al equipo argentino, aunque como se destacó, había una buena marca también del seleccionado dirigido por el español Félix Sánchez.
Pero si hay algo que caracteriza a la selección argentina es que no se desespera si las cosas no le salen de entrada. Y sigue tratando de manejar la pelota con criterio y movilidad. La jugada clave de Cuti Romero fue, primero, la actitud para ganar la pelota dividida lejos, bien metido en campo rival. Luego, acompañar la acción, con respaldo por delante de la línea de la pelota. Y después, tener la personalidad (y la calidad técnica) para no marearse en la puerta del área y hacer lo que hizo. Jerarquía pura.
Nicolás Otamendi es el habitual titular de la zaga con Cuti Romero, pero Lisandro Martínez, otro futbolista que tiene características de 10 aunque sea defensor, tiene una muy buena salida desde el fondo. Y en la iniciación de los avances, tras recibir un pase corto de Dibu Martínez, el jugador de Manchester United sabe filtrar también pases para que la pelota les llegue limpia a Messi, Di María, Lautaro Martínez o Julián Álvarez. Lucas Martínez Quarta, Germán Pezzella y Leonardo Balerdi son las otras alternativas que tiene Scaloni en la lista de 29 que debe reducir en breve a 26. El puesto de defensor central se especula, será uno en el que tendrá una o dos bajas. Aunque habrá que esperar. Quizás, los recortes se terminan dando en otros sectores.
LA NACION