Fue un impacto para todo el automovilismo argentino: el sábado 11 de mayo murió a los 73 años Juan María Traverso, uno de los pilotos más destacados de nuestro medio. El Flaco murió en su casa de Ramallo, en compañía de sus hijos, después de severos problemas de salud. El sextuple campeón de Turismo Carretera deja una huella sin igual, en una trayectoria que se extendió por más de treinta años al comando de un Torino, Ford y Chevrolet en el TC y con Renault, Honda, Peugeot en TC2000.
Y vaya si Traverso merecía homenajes acorde con sus pergaminos en el mundo motor. Hubo un intento, pero lo que ocurrió el último fin de semana en la ciudad de San Nicolás no estuvo nada acorde con su figura. Al contrario: la organización terminó montando un papelón, con serios errores y diversas situaciones que rozaron el ridículo. Tanto los espectadores -la mayoría de ellos conocedores a fondo de la categoría- y los internautas se quejaron de la pobreza del acto conmemorativo, y tampoco faltaron las burlas.
Uno de los detalles más significativos es que el Peugeot 405 con el que Traverso ganó su último título de TC 2000 en 1995 no estuvo corriendo sobre la pista, sino que tuvo que ser transportado por una grúa, escoltado por un auto de seguridad. Muchos se preguntaron si pudo haber sido arreglado para la ocasión, al menos para que girara algunas vueltas. Sin dudas, hubiese generado emoción en los fanáticos y habría traído un sinfín de recuerdos. En cambio, el vehículo campeón terminó estático arriba de la grúa, en un paseo frío y sin gracia.
Pero el fallido homenaje no concluiría allí durante la tercera fecha del TC2000, en la que se disputó el Gran Premio Juan María Traverso: en la Fiat Competizione los trofeos y las medallas llevaban mal el primer nombre del Flaco. En las copas decía “José María Traverso”, un tropiezo inadmisible para la memoria del piloto que agigantó su leyenda en abril de 1988, cuando ganó en el TC2000 con una Renault Fuego en llamas.
El ingeniero Ulises Armellini, a cargo del equipo de automovilismo Desarrollo Tecnológico Argentino y con base en San Nicolás, difundió una carta abierta sobre el homenaje que se realizó en el circuito de su ciudad. En el texto se destacan las reiteradas disculpas y deja al descubierto la mala organización.
“𝑯𝑶𝑴𝑬𝑵𝑨𝑱𝑬: Acto público en honor de una persona o de un acontecimiento. Siempre es bueno un “acto público” en honor de quien lo merece. Y si de merecimientos hablamos, nadie puede dudar que nuestro Flaco… Juan María Traverso, lo merece como ninguno”.
“Por todo ello, me viene en nombre del automovilismo genuino, en nombre de quienes somos del palo, pedir las más sinceras disculpas a su familia. Perdón Flaco, una, y muchas veces mas…”.
“Es que cuando alguien pretende “homenajear” solo por el hecho de obtener algún rédito que exceda al homenaje mismo, solamente se falta el respeto. Perdón Flaco… una, y mil veces más”.
“El fin de semana pasado en mi San Nicolás, a mi modesto entender, se excedieron los límites de lo que debería haber sido un digno “Homenaje”. Una pena… perdón Flaco”.
“Las inexactitudes, la magnitud, la presentación, la programación, y la inversión, no fueron para nada acordes a la figura de Juan María Traverso, quien trascendió todas las fronteras deportivas. Perdón Juan…”.
“Como amantes del automovilismo, no nos puede pasar más, que gente ajena organice y/o supervise, tamaña falta de respeto”.
“Pegamos un portazo Juan… bien merecido lo tenemos. Que te dejemos descansar en paz. ¡Un abrazo grandísimo Campeón! Ulises Armellini”.
LA NACION