El escándalo de las prepagas puso de manifiesto que el «verdadero» ministro de Salud no sería Mario Russo, como figura en el organigrama del gobierno de Javier Milei, sino que sería el empresario de la salud Mario Lugones, un hombre vinculado a las empresas de medicina prepaga, que habría armado el ministerio a su medida y controla en las sombras a todos los organismos vinculados a la politica sanitaria del país.
Lugones es presidente de la Fundación Sanatorio Güemes, donde es socio del operador radical Enrique «Coti» Nosiglia, el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo y del ex presidente de Independiente, Julio Comparada.
Mario Lugones: el «Señor de las Prepagas»
Entre ellos controlan la prepaga Hominis, que es el plan de salud del Sanatorio Güemes, donde se atienden muchos trabajadores gastronómicos que quieren mejorar la atención de la obra social del sindicato.
«Los que declararon la guerra a la clase media estan adentro», dijo a iProfesinal un funcionario de Salud. Como en otras áreas, la gestión Milei está plagada de conflictos de intereses.
Según pudo saber iProfesional, Lugones manejaría no solo el Ministerio de Salud, sino la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el PAMI, la Anmat, y el Incucai, con gente de su confianza. «Lugones tiene todo el poder en Salud y en todo el sector», señalaron funcionarios del área.
Por ejemplo, la SSS prepara el informe sobre prepagas que será evaluado por la Comisión de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía para denunciar al sector por cartelización y conducta abusiva.
Mario Lugones (a la derecha en la imagen) controla casi todos los organismos de política sanitaria del país.
El ministro de Economía, Luis Caputo, denunció el lunes último que las prepagas, al haber aumentado sus cuotas hasta 170% en cuatro meses, «le declararon la guerra a la clase media» e impulsó esa denuncia. La Coalición Cívica ya había ya había denunciado cartelización ante la Comisión de Defensa de la Competencia desde diciembre de 2023.
En rigor, fue el Gobierno quien «le declaró la guerra a la clase media». El artículo 269 del DNU 70/2023 modificó el artículo 17 de la ley 26.682 que le daba al Ministerio de Salud la facultad de regular el precio de la medicina prepaga.
Las principales sospechas se enfocan sobre las prepagas OSDE, Galeno, Omint, Medicus y Swiss Medical. Pero Lugones controlaría la SSS mediante su mano derecha Gabriel Oriolo, ex gerente de sistemas de OSDE. «El Señor de las Prepagas» es una parte importante del sistema de salud privada y tendría vínculos con todos los empresarios del sector a los que favoreció el DNU 70.
Su oficina está en el Edificio Shell Mex, en Diagonal Norte, entre Perón y Esmeralda. En la máxima discreción, mantiene un grupo de WhatsApp con todos los funcionarios del área de salud, en el cual da órdenes, fija reuniones e imparte una política de silencio absoluto con la prensa, instrucciones que acatan todos, incluso el ministro, Mario Russo.
«El aumento de las cuotas de las prepagas no era un tema del ministro de Economía, Luis Caputo, sino del ministro de Salud, Mario Russo, pero el problema es que está bajo control de Lugones, que maneja todo», señaló a iProfesional un funcionario del área de salud del gobierno libertario.
«Lugones está en medio de muchos intereses y no quiere jugar para ninguno», señaló una fuente cercana al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que se sirve de Lugones para conducir la gestión de Russo.
Lugones es muy cercano a Santiago Caputo, uno de los asesores de máxima confianza de Javier Milei.
Cómo llegó el «Señor de las Prepagas»
Según pudo saber iProfesional, Lugones llegó al entorno del jefe del Gabinete, Nicolás Posse, poco antes de asumir el Gobierno, porque su hijo Rodrígo Lugones sería socio en la consultora de marketing Move que comparte con, entre otros, Santiago Caputo, principal asesor de campaña y de marketing de Javier Milei.
«Por medio de Rodrigo, Mario Lugones llegó al entorno de Posse y fue convalidado por Milei porque confía ciegamente en Santiago Caputo», señalaron en la Casa Rosada. Pero Lugones tiene respaldos políticos de peso: Nosiglia y Barrionuevo, que apoyó a Milei en un tramo de la campaña y luego se retiró cuando se acercó al ex presidente Mauricio Macri. Algunos especulan que Lugones, al igual que la capocómica Fátima Flores, amiga de Barrionuevo, entró al mundo libertario en ese momento.
Sin embargo, Lugones fue el motivo en diciembre último de un enfrentamiento feroz, antes de la asunción, entre Posse y la designada ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, que iba a tener bajo su órbita una Secretaría de Salud. Pettovello objetó a Lugones le dijo a Posse un domingo de tensión: «Quedate vos con el área». Temía quedar asociada.
Fue entonces que Salud volvió a convertirse en un ministerio, porque no tenía otra cartera para ser incluida. Lugones encontró el nombre de Mario Russo que integraba los equipos de salud y le habría pedido que se hiciera cargo formalmente mientras él sería su «controller».
Russo fue hasta el 10 de diciembre director de Asuntos Gubernamentales de Aysa, en la gestión de Malena Galmarini, esposa del entonces ministro de Economía, Sergio Massa. Como ex secretario de Salud de San Miguel, Russo llegó al massismo por la alianza que tenía Joaquín de la Torre, ex intendente del distrito, con Massa, en 2015.
«Russo fue funcionario de Malena hasta el 9 de diciembre y ministro de Milei desde el 10 de diciembre, pero está totalmente subordinado a Lugones, el que manda de verdad», señalan funcionarios de la cartera sanitaria.
El ministro de Salud, Mario Russo, responde a Mario Lugones, que hoy controla Anmat, PAMI y la SSS.
En la Superintendencia de Servicios de Salud fue nombrado entonces Enrique Rodríguez Chiantore. El propio Lugones lo habría designado, porque Posse le señaló que había que cumplir con un acuerdo con Patricia Bullrich.
Chiantore había trabajado en los equipos de campaña presidencial de la actual ministra de Seguridad. Pero a los 45 días, Lugones lo relevó del cargo. En su lugar, nombró al ex gerente de sistemas de OSDE, Gabriel Oriolo, de su máxima confianza. Será el que ahora hará el informe de prepagas.
Como número dos, gerente general, nombró a Claudio Adrián Stivelman con rango y jerarquía de Subsecretario. Stivelman es médico especialista en medicina interna.
Es del riñón absoluto de Lugones porque en las reuniones suele llamarlo «jefe» 6 o 7 veces cada diez minutos.
En el PAMI, la obra social de los jubilados, Lugones nombró a Esteban Leguizamo, que era director de la Unidad de Gestión Local (UGL, delegación distrital) de PAMI en CABA en la gestión de la camporista Luana Volnovich, mano derecha de Máximo Kirchner, y en la anterior gestión del ex titular del PAMI kirchnerista, Luciano Di Césare.
Lugones no solo acordó con La Cámpora para poner a Leguizamo, sino también con el sindicalista de la salud Carlos Rojo, que comanda el PAMI en las sombras. Leguizamo responde a Rojo, pero tiene excelente relacion con La Cámpora, y el subdirector ejecutivo del PAMI, Carlos Zamparolo, también se subordina a Rojo.
Leguizamo, de PAMI; Oriolo, de la SSS; y Soratti, del Incucai; son algunos de los que responden al «Señor de las Prepagas».
Rojo dirige la Asociación de Médicos Municipales y tiene fuerte injerencia en la UBA y es aliado del senador radical Martín Lousteau y al diputado radical Emiliano Yacobitti.
«Aunque parecen adversarios, Yacobitti y Lousteau tienen con Rojo un pie en el gobierno de Milei», señalan funcionarios que recorren los pasillos de Salud. ¿Lo sabrá Milei?
«Rojo es el jefe del PAMI desde afuera, porque Leguizamo y Zamparolo son de él y él es quien cierra con Lugones. Leguizamo es de Rojo pero con fuertes vínculos con La Cámpora», señalaron fuentes del mundo sanitario.
Por otro lado, Lugones también controlaría la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), donde designó a dos antiguas funcionarias del organismo, la administradora Agustina Bisio y la subadministradora Enriqueta María Pearson. Además, en el Instituto Nacional Central Unico de Ablación e Implante (Incucai) Mario Lugones nombró como director a Carlos Soratti, un hombre de su confianza. Así, toda la salud estaría virtualmente en manos de este poderos empresario del rubro.