Los nuevos billetes de mayor denominación anunciados por el Gobierno en enero pasado todavía no salieron a la calle, pero pierden valor en el día a día por la elevada inflación. En concreto, desde que el Banco Central informó el lanzamiento de los papeles de $10.000 y $20.000 hasta que comiencen a circular en junio o julio próximos, según lo previsto por las autoridades, perderán, al menos, 70% de su poder de compra.
En términos reales, desde que se anunciaron el 11 de enero pasado hasta el actual mes de abril, estos billetes ya disiparon un 30% del valor original, «pérdida que se ampliará un 41% más para la eventual fecha de lanzamiento en junio próximo», calcula a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.
Entonces, a valores actuales ajustados por inflación, los billetes fueron anunciados con un «poder de fuego» equivalente a montos actuales de $14.250 (unidad de $10.000) y $28.499 (papel de $20.000), por lo que hoy llegarían al público con un valor de compra real inferior, que puede estimarse en $8.350 y $16.690, respectivamente.
Y cuando salgan a la calle en junio o julio, al menos, se requeriría tener un billete de $17.000 para equiparar el valor que representaba el de $10.000 en enero pasado. En tanto, se precisaría contar con un ejemplar de $34.000 para poder igual al poder de compra de la unidad de $20.000 anunciada a inicios de 2024.
Esto se debe a que según las proyecciones de Méndez, en base a los datos publicados por el Banco Central, la inflación acumulada entre el 11 de enero y fines de junio rondaría el 70%.
En conclusión, los tan esperados billetes de mayor denominación comenzarán a circular alrededor de 6 meses después de su anuncio con un poder de compra sensiblemente inferior.
Nuevos billetes de $10.000 y $20.000 fueron anunciados el 11 de enero pasado, y hasta su salida a la calle en junio perderá 70% de poder de compra.
Billetes necesarios ante inflación
Esta situación lleva a plantearse si, con los niveles tan altos de inflación acumulados en todo 2024, resultará suficiente que los nuevos billetes de mayor de denominación sean de $10.000 y $20.000, o si se requeriría cifras mucho más altas.
En primera medida, se debe tener en cuenta que la cifra actual más grande que circula en bancos y el público es el de $2.000, que se lanzó hace casi un año atrás, a mediados de mayo del 2023, y que hoy representa apenas a 2 dólares. Un valor ínfimo por tratarse del ejemplar de mayor valor.
Cabe recordar que en los países de la región las denominaciones más altas equivalen a entre u$s30 a u$s40. Incluso, el papel más alto en Estados Unidos es el de u$s100 y en Europa circulan papeles de hasta 200 euros (unos u$s220).
Por lo que en Argentina una cifra 10 veces más alta ($20.000) a la actual ayudará a resolver varios cuellos de botella que hoy se encuentran en la impresión, distribución y almacenamiento de un volumen tan grande de dinero.
De hecho, un kilo de carne, kilo de helado artesanal o comida en un fast food llegan a costar unos $10.000 o más. Monto que hoy precisa, al menos, 5 billetes de $2.000 o 10 unidades de $1.000 para poder cubrirlo. Y que con las nuevas denominaciones que entrarían a circular en junio, bajarían drásticamente el volumen de los ejemplares necesarios para adquirir bienes y servicios.
Algo que aliviaría el expendio de los cajeros automáticos y disminuiría la cantidad de efectivo que manejan los comercios y bancos.
Cabe recordar que, según datos del Banco Central, hoy existen 694 millones de unidades de $2.000, una cifra que equivale a apenas el 6,4% de todos los billetes en circulación.
Los billetes de $2.000, que son los actuales de mayor denominación, apenas representan el 6,4% del total en circulación.
El billete de $10.000 tendrá las imágenes de Manuel Belgrano y de María Remedios del Valle, heroína de la Guerra de la Independencia, en el anverso. En cambio, el protagonista del billete de $20.000 será Juan Bautista Alberdi, inspirador de la Constitución Nacional de 1853, cuyo retrato estará en el anverso.
¿Alcanzará con tener billetes de $10.000 y $20.000?
La discusión que los economistas ponen en superficie es que, si bien los papeles de $10.000 y $20.000 ayudarán a aliviar la situación actual, la pérdida de poder de compra que ya sufrieron antes de ver la luz por la tan alta inflación y la escalada que tuvieron los precios de la economía en general, dejan a esos montos como «escasos».
«Por eso servirá tener papeles de $10.000 y $20.000 porque los actuales de $2.000 no valen nada. Pero estos nuevos se van a quedar ´cortos´, ya que haría falta uno de $50.000, incluso de $100.000 también«, opina Méndez.
Para Andrés Salinas, economista e Investigador de la Universidad La Matanza (Buenos Aires), más allá de las tasas tan altas de inflación, que en el primer semestre podría llegar al 100% y quitaría poder de compra a los nuevos papeles de mayor denominación, «estos son necesarios ya que el impacto del incremento de precios en los billetes más chicos es aún mayor. Por lo que el problema es no correr por delante a la inflación proyectada para todo el año».
Y completa a iProfesional: «El mensaje de agregar ceros a la moneda e imprimir nuevos billetes no es bueno, pero aprovechando la confianza y el crédito que ganó el actual gobierno en estos meses, no sería mala idea imprimir nominaciones más altas en junio que las anunciadas, ya marcando la cancha para adelante».
En resumidas cuentas, los billetes de $10.000 y $20.000 son necesarios, pero la alta inflación mensual les va quitando un importante poder de compra que generará que no sean suficientes para el nivel de avance de los precios de la economía.-