MAR DEL PLATA.- Denunciaron la sucesión de delitos y una muestra quedó en las inmediaciones: un automóvil que fue robado sobre la ruta 11, a metros de una unidad militar, apareció en llamas, sin delincuentes a la vista y dos policías lucharon contra el fuego que amenazaba ganar terreno sobre un área descampada y de vegetación reseca.
Aquellas denuncias tomaron fuerza acompañadas de advertencias plasmadas a pintura y pincel. “Atención chorros, dedíquense a otra cosa: acá estamos organizados”, se advirtió en el pasacalles que luce en las alturas de la esquina del Jardín de Infantes Municipal N°29 José Luis Hierro. Otro, en la plaza principal, subió aún más el tono: “Rastrero, si venís al barrio a robar no llamados a la policía: arreglamos solos”, es el texto y la imagen de una pistola graficó el sentido del mensaje.
Fue firmado por “vecinos del barrio Félix U. Camet”, en la periferia sur de Mar del Plata, donde los robos empezaron a ser cosa cotidiana, aun cuando los hechos registrados en la zona no fueron de extrema gravedad. Los habitantes de esa zona, de todas maneras, se decidieron a cortar de raíz este brote que tanto les preocupa antes de que suceda algo peor.
Se autoconvocaron para compartir sus preocupaciones y, frente a una amenaza que sienten cada vez más cercana, tomar medidas. Los pasacalles que colgaron esta semana fueron el primer paso de una postura que tiene un trasfondo polémico y preocupante: la decisión de defenderse por mano propia.
Luciano Ibarra, presidente de la Sociedad de Fomento Félix U. Camet, sintetizó el pensamiento de los vecinos: “Nos cansamos”. Cada uno de los habitantes del lugar que conversó con la nacion contó lo que le tocó: desde el robo una bordeadora para cortar el pasto hasta el hurto de una bicicleta o las herramientas de trabajo.
Un “barrio militar”
Al barrio se llega por la ruta 11, en camino desde Mar del Plata hacia Santa Clara del Mar. Se encuentra al sur del Parque Camet y su límite norte es nada menos que el predio del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea 601, que pertenece al Ejército Argentino. Al frente tiene mar y su fondo, a unos 3000 metros de los acantilados, es campo.
Esa cercanía con los cuarteles explica también por qué varios de los residentes en este vecindario que está en plena expansión, con gran cantidad de construcción de casas familiares en marcha, son militares en actividad y retirados. Y parte de los que, desde su experiencia y formación, advirtieron que están dispuestos a defenderse y no permitir delincuentes en la zona.
“Tengo permiso de tenencia y portación y frente a una situación, haremos lo que haya que hacer”, avisó uno de los vecinos que participó de una reunión que se convocó para amalgamar no solo esta postura, sino también el reclamo de mayor presencia policial, que es una de las carencias que sienten como punto de partida de esta situación cada vez más complicada.
La zona tiene cobertura de la Comisaría 15ta, que tiene su base en el Parque Camet. “Tienen un solo móvil y dos policías por turno”, dijeron los fomentistas sobre la escasez de recursos que se asignan a un barrio que tiene población en crecimiento y amplio territorio, con calles de tierra y amplios descampados. “Sufrimos robos y también la usurpación de terrenos”, señalaron.
Es un reflejo de un incremento general de los hechos delictivos que excede al distrito de General Pueyrredón. Y también de una evidente reducción de medios en el distrito luego de los esfuerzos ampliados que implica cada temporada de verano, que con operativos especiales implica el arribo de más de 1500 efectivos policiales de refuerzo durante enero y parte de febrero.
“Los robos por ahora no han sido graves, pero no tenemos por qué esperar a que tengamos que lamentar algo irreparable”, contó a la nacion una comerciante que señaló la plaza principal, donde los chicos jugaban tranquilos, casi con un clima de pueblo chico.
Un policía, de varios que también viven en la zona, reconoció que poco a poco la situación de cierto oasis que tenía el barrio se empieza a perder con algunos hurtos y algo más. “El principal problema es que nos quedamos casi sin patrullas ni efectivos en el barrio”, dijo a la nacion ya no desde su condición de uniformado, sino como vecino que eligió ese lugar para vivir porque tenía un perfil de calma y seguridad que el casco urbano marplatense ya no garantiza.
Preocupación oficial
Rodrigo Goncálves, director de Seguridad del municipio, participó ayer de una conferencia de prensa junto al gabinete del intendente local, Guillermo Montenegro, y advirtió sobre esta particular postura de los vecinos de Félix U. Camet. “Es imprudente responder sobre los pasacalles, no cuestionamos sus acciones, pero no los compartimos”, dijo el funcionario y advirtió que “no da lugar a desafiar a cuestiones que están delegadas a funciones policiales”.
Tanto Goncálves como los referentes vecinales confirmaron que mantuvieron reuniones sobre los hechos de inseguridad que se empiezan a dar en esa jurisdicción. Desde el municipio indicaron que son el escalón inferior de un sistema cuyas respuestas en campo corresponden a la policía provincial y, eventualmente, fuerzas federales que se sumaron como apoyo en algunos puntos de la ciudad. “Nos hemos cansado de las excusas y empezamos a resolver con lo que tenemos al alcance, y empezamos con estos carteles”, comentó Ibarra.
Citaron el caso de un delincuente al que sorprendieron mientras robaba cables. Un hecho por cierto menor, pero que se dio cuando estas acciones de los vecinos ya estaban en marcha y comenzaban a ganar difusión fuerte en los medios de comunicación. “Al rato ya estaba libre de nuevo”, se quejaron sobre esta historia que parece no tener fin.
El pedido de los fomentistas es a las autoridades policiales para que se sumen móviles y personal a la Comisaría 15a. Advierten que la jurisdicción es muy grande en superficie y escasean patrulleros. “Teníamos uno al lado de la sociedad de fomento, 24 horas, y patrullaba el barrio, pero ya no está”, denunciaron.
Aseguraron que poco tiempo atrás se contaba con 10 uniformados y tres camionetas policiales, hoy solo les quedó un patrullero en la zona. “Si pasa algo hay que esperar que vengan refuerzos desde la ciudad”, explicaron los vecinos.