La eólica vuelve a reinar en el sector eléctrico en España. Los parques eólicos se han convertido este año en la mayor fuente de producción de electricidad en el mercado español, desbancando a las centrales nucleares (tradicionales líderes en generación) y a las plantas de gas natural (que lo fueron el año pasado), según los registros de Red Eléctrica de España (REE), el gestor del sistema eléctrico nacional.
La eólica se encarama al liderazgo de producción por tercera vez en una década, aunque durante el último decenio siempre se ha colocado en la segunda posición del podio. La energía del viento fue en 2013 la principal tecnología de generación por primera vez en la historia; no volvió a repetir hasta 2021, en pleno arranque de la crisis energética; y lo vuelve hacer este 2023, que se ha convertido en un año récord para las renovables, ya que por primera vez eólica, solar e hidroeléctrica han producido más de la mitad de toda la electricidad del país.
Las estimaciones de REE es que las instalaciones eólicas alcancen una producción de en torno a 63.700 gigavatios hora (GWh) en el conjunto de este año, concentrando en torno al 24% de la generación, por delante de las nucleares (con un 20%) y de las centrales de gas (con un 17%). La tecnología que mayor incremento de producción registrará será la solar fotovoltaica, con un alza del 34%, hasta superar los 37.000 GWh, y colocándose como cuarta mayor fuente de generación con un 14% del total.
Bajo ritmo de despliegue
España se ha embarcado en los últimos años en un despliegue masivo de nuevas plantas de renovables y la revolución verde está provocando una sacudida en la producción de electricidad del país. La expansión de las eólicas ha sido continua en el último sexenio, tras el parón absoluto vivido entre 2014 y 2017 por la moratoria decretada por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Sin embargo, desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la patronal del sector, se advierte de que en 2023 se ha registrado un frenazo en la puesta en operación de nuevas plantas y se advierte de que el ritmo de despliegue no es suficiente para cumplir con los objetivos verdes que se ha marcado España para 2030. Durante 2022 se activaron unos 1.600 megavatios (MW) de nueva potencia eólica, pero este año la patronal sólo espera que entren en operación unos 600 MW.
“Por los ritmos de tramitación administrativa y por los proyectos pendientes, es esperable que entren en funcionamiento entre 2.000 y 3.000 MW cada año. Unos 10.000 MW de aquí a 2026”, vaticinó el director general de AEE, Juan Virgilio Márquez. El problema es que para alcanzar la nueva potencia marcada por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la hoja de ruta del Gobierno hasta 2030, harían falta activar unos 5.500 MW cada año durante lo que queda de década. El plan del Ejecutivo contempla alcanzar los 63.000 MW eólicos en 2030, unos 33.000 MW nuevos en un lustro.
“Hay que acelerar la tramitación de los permisos de nuevas instalaciones para dar estabilidad y evitar deslocalizaciones. Hace falta más velocidad, porque el ritmo de despliegue es muy inferior al necesario”, subrayó Márquez en un encuentro con medios de comunicación. “Tenemos la responsabilidad de ser la mayor tecnología del mix eléctrico en 2030. Si la eólica no cumple, España no cumple”.
Impacto económico
El sector eólico aportó 5.896 millones de euros al PIB español en 2022, lo que representa un 0,5%, según el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, elaborado por Deloitte para la Asociación Empresarial Eólica. En concreto, el sector contribuyó de forma directa con 4.012 millones el año pasado, mientras que de forma indirecta aportó 1.883 millones de euros.
El sector dio trabajo a 39.015 personas (18.278 empleos directos y 20.737 empleos indirectos), con un incremento del 14% frente al año anterior, y la actividad exportadora supuso 2.512 millones de euros (1.598 millones en bienes y servicios y 914 millones en venta de electricidad al exterior). España fue en 2022 el quinto exportador bruto del mundo de aerogeneradores, por detrás de Alemania, Dinamarca, China e India. Además, el uso de energía eólica en lugar de combustibles fósiles permitió ahorrar a los consumidores españoles 7.358 millones de euros en 2022 (31,25 euros por MWh), debido a la reducción en el precio del mercado eléctrico.