A una semana del ACV isquémico que la dejó internada de urgencia, Alejandra «Locomotora» Oliverascontinúa en estado crítico, sin señales claras de mejoría.
El nuevo parte médico difundido por el director del Hospital José María Cullen, Bruno Moroni, confirmó que la exboxeadora jujeña sigue bajo evaluación neurológica constante y con pronóstico reservado.
| La Derecha Diario
En los últimos días, se había registrado una leve mejoría que motivó una cirugía de urgencia, tras un cambio clínico detectado en una tomografía. Sin embargo, la intervención no logró revertir el cuadro ni mejorar sus posibilidades de recuperación. Desde entonces, el equipo médico se mantiene cauto y evita brindar detalles sobre su evolución cerebral.
«La situación es muy dinámica y se van evaluando los parámetros neurológicos de forma permanente«, explicó Moroni, quien remarcó que el estado de Oliveras es delicado. Consultado sobre un eventual intento de quitar el respirador durante el fin de semana, el médico prefirió no responder, lo que acrecienta la preocupación por su situación.
En off, fuentes médicas reconocen que el cuadro es muy grave y con pocas chances de reversión, aunque oficialmente insisten en que se trata de un proceso complejo con cambios constantes. La incertidumbre domina el entorno de Oliveras y también a sus seguidores, que aguardan noticias alentadoras mientras el país entero acompaña en la espera.
| La Derecha Diario
Figura emblemática del boxeo argentino y cinco veces campeona mundial, La Locomotora se ganó el cariño del público tanto por su carrera deportiva como por su carisma. Su lucha ahora es contra uno de los desafíos más duros de su vida, en una pelea que se libra fuera del ring y donde la esperanza aún resiste.
¿Qué le pasó a La Locomotora?
Hace una semana, Oliveras se preparaba para asistir a un debate sobre la reforma de la Constitución de Santa Fe, ya que había sido elegida para participar en esa instancia. Sin embargo, al despertarse no se sintió bien y eso encendió la alarma. Acompañada por su hijo, decidió ir al hospital, sin imaginar que iba a ser derivada de urgencia e internada tras sufrir un ACV que cambiaría el rumbo de su vida.
Los primeros síntomas fueron claros: parálisis en la mitad del cuerpo y dificultades en el habla. Según el equipo médico, el accidente cerebrovascular se habría originado la noche anterior debido a un coágulo que le provocó la obstrucción.
Más adelante, un edema con hipertensión cerebral complicó aún más el panorama y obligó a los médicos a intervenirla quirúrgicamente. Desde entonces, su estado se mantiene crítico y sin avances positivos. Lo único que juega a su favor, según los especialistas, es su excelente condición física, fruto de años de deporte, que le permite resistir en esta dura batalla.