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De Pablo aseguró que hoy no se están comprometiendo las reservas del Banco Central.
De Pablo volvió a remarcar que el esquema actual es de tipo de cambio flotante y señaló que «hay demasiada discusión acerca de algo que no debería ser». Además, destacó que las medidas para promover el uso de dólares atesorados difícilmente tendrán un efecto inmediato en la economía formal: «Las decisiones de gasto son pensadas, no es que en cuanto salieron estas medidas fueron todos a cambiar el auto. La gente se toma su tiempo en sacar los dólares del colchón para llevarlos al banco, es lógico», concluyó.
Por su parte, el economista Luis Secco analizó los desafíos del plan económico y expresó su preocupación sobre la capacidad del gobierno para acumular divisas y cumplir con sus compromisos. “La acumulación de divisas me preocupa ya que es el factor clave en la capacidad argentina para pagar su deuda. El mercado tiene sensaciones encontradas por la falta de capacidad del gobierno o del Banco Central para acumular reservas”, advirtió.
Carlos Melconian fue tajante al referirse al esquema cambiario vigente. Previo a darse a conocer el dato del INDEC, el economista advirtió que el sistema del gobierno de Milei «tiene fecha de defunción» y anticipó un ajuste abrupto por parte del mercado, más allá de la figura del presidente: «La realidad dará un volantazo», ya que la gente dolarizará sus carteras aunque el presidente sea «Gardel».
A su juicio, la cotización actual del dólar está en cuenta regresiva: «El dólar en los valores actuales está a ‘días de defunción’, y ello ocurrirá cuando se empiecen a pagar las importaciones que el Gobierno ‘no deja pagar'».
Recordó que en el segundo semestre del año pasado se utilizó el blanqueo como puente de financiamiento: «Julio, agosto y septiembre fueron un problema hasta que empezó el puente del blanqueo». Luego explicó: «El blanqueo vino con esta novedad, se prestan los argendólares, los que toman el crédito que son sujetos dignos de crédito, van al MULC -Mercado Único y Libre de Cambios-, lo compra el Banco Central, y con eso bancó hasta febrero».
Pero esa lógica, sostuvo, ya no funciona: «Esta dinámica no va más, ya que marzo y abril impusieron la realidad del FMI. No es que estoy hablando de agosto, la realidad los empujó. Si el blanqueo seguía hasta las elecciones, seguía».
Finalmente, destacó las presiones que enfrenta el esquema: «El segundo elemento es si metés la demanda del Gobierno, porque en algún momento tenés que comprar dólares para pagar, flaco», y concluyó: «Ahí es donde yo digo que no es solo la política del riesgo país».
Agustín Monteverde se refirió al déficit de cuenta corriente y – en línea con lo expresado por el Gobierno – descartó la posibilidad de una devaluación en el corto plazo y sostuvo que el rojo externo es manejable. “Los dos puntos que marcó el ministro son ciertos”, afirmó. “Cuando una economía crece, es natural que haya más inversión, más consumo, más importaciones y también más turismo. Los datos de la balanza comercial reflejan ese comportamiento”.
Agustín Monteverde.
Agustín Monteverde le restó importancia al dato del INDEC.
Monteverde subrayó que “este déficit no está financiando un agujero fiscal, como ocurría en el pasado. Es déficit del sector privado. Son decisiones de particulares que gastan sus dólares, no del Estado”.
A diferencia de «otras etapas» de la historia económica reciente, remarcó que “hoy el mercado de cambios es libre y transparente” y agregó: “Desde que se levantó el cepo, no hubo ni un solo día de intervención del Banco Central”. También aclaró que los contratos de dólar futuro “no son intervenciones en el mercado cambiario real, ya que se liquidan en pesos, no en divisas”.
Finalmente, planteó que si hubiera escasez de dólares, el mercado se autorregularía: “Si llegaran a faltar dólares, el tipo de cambio comenzará a subir naturalmente, y eso frenará las salidas y estimulará los ingresos. Se regula solo”.
Por último, Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen Aliados Financieros, ofreció su diagnóstico y, aunque consideró que el déficit en cuenta corriente no es preocupante en sí mismo, sí alertó sobre la necesidad de conseguir financiamiento: “El hecho de que haya déficit en cuenta corriente no es problema. El tema es que te obliga a financiarlo. Si sigue subiendo, va a tener que conseguir el financiamiento para compensar esa mayor demanda de dólares”, indicó.
Polo explicó que “el sector público, con todos sus remaches, de a poco va a ir saliendo al mercado de capitales para financiar ese déficit de dólares”, pero advirtió sobre las limitaciones: “Ahí se une la barrera que le puede poner el mercado en cuanto a las tasas. El riesgo país es un poco alto como para financiar ese déficit”.
Según dijo, “eso es lo que se debate el mercado, cómo van a financiar ese déficit en la cuenta corriente”. Y concluyó: “Si el mercado te lo financia, se puede seguir. El tema es que en estos procesos, se depende más de los vaivenes del mercado que te lo financie, porque cuando te lo deja de financiar, o ajusta por precio o ajusta por cantidad”.
El Gobierno restó importancia al dato del INDEC
El ministro de Economía, Luis Caputo, relativizó este viernes el déficit externo de u$s5.000 millones registrado en la cuenta corriente durante el primer trimestre del año. Desde el congreso Somos Pyme, celebrado en La Rural, justificó ese rojo en el marco de un contexto de crecimiento económico: “Es algo absolutamente razonable y hasta sano para una economía que está creciendo al 6%”, afirmó.
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Caputo aseguró que el déficit es algo «esperable y razonable».
Caputo explicó que el desequilibrio en las cuentas externas responde al repunte de la inversión y al proceso de recomposición del capital en una economía que, según sus palabras, está «totalmente recapitalizada». Parte de ese déficit, indicó, está asociado al adelantamiento de importaciones por parte de las empresas tras el levantamiento parcial del cepo.
“Nosotros dijimos que íbamos a salir de las restricciones cambiarias cuando no fuera una situación de estrés para la gente. Y salimos. No hubo ningún estrés. El dólar cayó», señaló el ministro.
En su intervención, volvió a insistir en que el rumbo económico del Gobierno marca un punto de inflexión: “Esta vez es diferente», sostuvo. Y amplió: «Esta vez sí va a funcionar. En la Argentina nunca hubo orden macroeconómico por decisión política. El nuestro es un programa sofisticado a nivel monetario, financiero y fiscal”.
El viceministro de Economía, José Luis Daza, también se refirió al tema durante una cumbre financiera que reunió a los principales bancos del mundo. En ese contexto, defendió el régimen cambiario y señaló que el dólar «no está planchado ni controlado», sino que «está flotando» de forma libre, sin intervención del Banco Central. “Se va a determinar por oferta y demanda de dólares”, puntualizó.
Respecto del rojo en la balanza de pagos, Daza minimizó su impacto al considerar que Argentina atraviesa “un gigantesco cambio en la balanza de pagos», con potencial para generar superávits energéticos y mineros por entre u$s50.000 y u$s60.000 millones, una cifra que, según definió, es “equivalente a dos agros argentinos”.
Aun así, aclaró que el Gobierno «va a monitorear» de cerca la evolución de ese indicador, luego de que se conociera que el déficit de cuenta corriente alcanzó los u$s5.191 millones, casi el doble de lo proyectado por el FMI para todo 2025. “En las crisis de otros países años atrás, había un gran déficit de cuenta corriente. Pero importan la calidad, la razón y la magnitud. Un déficit de 2% del PBI en un país que crece al 6% es esperable y razonable”, evaluó.
“Nos sentimos cómodos con este nivel”, remarcó, y atribuyó el desequilibrio en gran parte al crecimiento de la inversión. Para reforzar su punto, lo comparó con experiencias internacionales: “En 2008, España tenía un déficit de 14% del PBI”.
También abordó la sostenibilidad del tipo de cambio. Aunque evitó hacer predicciones taxativas, sostuvo: “Es un tema muy complejo. Yo no sé qué va a pasar. Si yo fuese empresario, lo que no haría es apostar que me va a salvar una depreciación. Es muy posible que el tipo de cambio sea fuerte en lo que viene”.