En el mundo del espectáculo, pocas figuras despiertan tanta admiración como Rodolfo Barili. Profesional, querido y con una trayectoria impecable en los medios, el histórico conductor de Telefe Noticias suele ser muy reservado con su vida privada. Sin embargo, esta vez rompió el molde y decidió hablar de algo que lo llena de orgullo: sus hijos.
En diálogo con la revista Pronto, Barili reveló por primera vez a qué se dedican Dante y Benicio, sus dos hijos fruto de su relación con Andrea Malano. Y la sorpresa fue doble, porque ninguno de los dos siguió sus pasos en el periodismo o la televisión.
“Dante está estudiando Ingeniería Electrónica y Beni este año empezará Licenciatura en Diseño. Si bien ninguno siguió mis pasos en el periodismo y me encanta porque cada uno eligió lo que quería, tenemos algo en común. Lo loco es que por ambas situaciones anduve alguna vez yo en mi vida”, contó Barili, entre risas y emoción.
Dante, el mayor, ya tiene 21 años y está inmerso en una carrera exigente y clave para el futuro: Ingeniería Electrónica. Mientras que Benicio, con 18 recién cumplidos, está por iniciar sus estudios en Diseño, un universo donde podrá desplegar su creatividad. Ambos, a su manera, decidieron alejarse de los flashes y construir su propio camino.
QUÉ CARRERAS PROFESIONALES ESTÁN ESTUDIANDO LOS HIJOS DE RODOLFO BARILI
Con su melena pelirroja y una sonrisa que suele aparecer en las redes sociales de su papá, Beni se muestra como un adolescente con mucha personalidad, siempre cerca de su familia. Dante, en cambio, es más perfil bajo, pero no por eso menos presente en la vida del conductor.
Barili, emocionado, reflexionó sobre el rol que intenta ocupar en la vida de sus hijos: “Cada cosa que uno hace, los termina marcando y es el espejo en el cual ellos se pueden reflejar luego. Que hagan sus vidas y yo siempre estaré acompañándolos, en el lugar que ellos deseen”.
Lejos de las cámaras y los estudios de TV, los hijos del conductor decidieron escribir su propia historia, sin renegar de su apellido pero también sin dejarse definir por él. Y, como todo padre orgulloso, Rodolfo los acompaña desde el corazón, sin invadir ni imponer.