Las agresivas políticas comerciales de Donald Trump han sumido a la economía mundial en una recesión, siendo Estados Unidos uno de los países más afectados, según la OCDE.
La organización con sede en París ha recortado sus previsiones mundiales por segunda vez este año, citando el impacto de la ofensiva arancelaria del presidente estadounidense. La combinación de barreras comerciales e incertidumbre está minando la confianza y frenando la inversión, según la organización, que también advierte que el proteccionismo está aumentando las presiones inflacionarias.
La OCDE prevé ahora que el crecimiento económico mundial se ralentizará hasta el 2,9% este año, frente al 3,3% de 2024. Espera que la tasa de expansión en EE.UU. caiga aún más, del 2,8% al 1,6%, una perspectiva significativamente inferior a su proyección de marzo.
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“El debilitamiento de las perspectivas económicas se dejará sentir en todo el mundo, casi sin excepción”, afirmó el economista jefe Alvaro Pereira. “El menor crecimiento y la reducción del comercio afectarán a los ingresos y ralentizarán el crecimiento del empleo”.
La evaluación indica cómo las políticas de Trump se han convertido en el problema más urgente para la economía mundial, sin que se vislumbre una solución fácil. La situación podría agravarse aún más por las represalias de los socios comerciales de EE.UU., una mayor erosión de la confianza o una nueva ronda de reajustes de precios en los mercados financieros, según la OCDE.
El club de 38 países ricos publicó sus previsiones justo cuando los ministros de sus miembros se reúnen en París para celebrar su reunión anual. Se espera la participación de altos funcionarios de comercio, incluido el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer; el comisario de Comercio de la Unión Europea, Maros Sefcovic; y Lin Feng, representante del Ministerio de Comercio de China.
“Los acuerdos para aliviar las tensiones comerciales y reducir los aranceles y otras barreras comerciales serán fundamentales para reactivar el crecimiento y la inversión y evitar el aumento de los precios”, afirmó la OCDE. “Esta es la prioridad política más importante”.
Sin embargo, la organización también afirmó que, incluso si Trump diera marcha atrás en los aranceles, los beneficios en términos de crecimiento y reducción de la inflación no se materializarían de inmediato, debido al lastre persistente de la incertidumbre sobre la política.
Panorama para Estados Unidos
En el caso de EE.UU., la OCDE señaló que las restricciones a la inmigración y la considerable reducción de la plantilla federal se suman al impacto negativo del comercio sobre la economía. Asimismo, advirtió que el déficit presupuestario se ampliará aún más, ya que el efecto de la debilidad de la actividad económica compensará con creces los recortes del gasto y los ingresos por aranceles.
“Los principales obstáculos son el menor crecimiento de las exportaciones como consecuencia de las medidas de represalia de los socios comerciales, el impacto de la elevada incertidumbre política y la marcada desaceleración de la inmigración neta”, declaró el martes a los periodistas el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
La inflación en EE.UU. también aumentará este año, lo que hace probable que la Reserva Federal no reanude su política de flexibilización monetaria hasta 2026, según la OCDE. Ese proceso podría incluso descarrilarse si las expectativas de los precios al consumidor se desanclan, añadió.