domingo, 23 marzo, 2025
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Similitudes entre el Golpe cívico-militar del 76 y el gobierno de Milei

No quiero decir que vivamos la misma situación. Hay algunas diferencias de forma, que resultan muy importantes. Aunque con graves insuficiencias, todavía funciona la democracia representativa, ya de por sí claramente insuficiente.

La excusa que pusieron los militares en aquella época, fue la lucha contra los grupos armados, pero la realidad era muy distinta. El golpe fue preparado y diseñado por las grandes empresas y un grupo de economistas argentinos y estadounidenses, que encabezaba Martínez de Hoz. El objetivo más importante del golpe fue la imposición de un plan económico en beneficio de esas mismas grandes empresas y, en consecuencia, el saqueo a las clases populares.

El Fondo Monetario Internacional le dio a la Junta militar, de inmediato, un generoso préstamo y Martínez de Hoz fue el ministro de Economía de ese gobierno de facto. Las cosas estuvieron claras desde el principio.

Necesitaban los golpistas civiles a los militares para crear un clima de terror que impidiera cualquier intento de resistencia o rebelión por parte del pueblo damnificado.
También colaboró la Iglesia Católica oficial, a pesar de que algunos obispos y curas lucharon junto al pueblo.

Además-los militares golpistas- establecieron el estado de sitio y prohibieron a los partidos políticos, a los sindicatos, a las organizaciones sociales y en general a toda posibilidad de debate o reuniones.

Es decir, el golpe no fue cosa de 4 militares ignorantes, asesinos, torturadores, violadores, ladrones, que sí lo eran, sino una decisión mucho más profunda. Ante el clima de cambio que se vivía entonces en América Latina, EE.UU actuó implicándose directa o indirectamente en los golpes que ocurrieron en Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, etc. para recomponer su dominio en el continente.

En algo nos parecemos

El plan económico de la dictadura y el de este gobierno son iguales en lo esencial: la transferencia enorme de dinero desde la clase obrera a las élites económicas y sociales.

El desprecio de la democracia de los militares del 76 y el del gobierno actual es más o menos el mismo. Aquello fue más brutal y descarado, esto guarda ciertas e inevitables apariencias, aunque el “me importa tres carajos si el Congreso no me vota lo que propongo, se los veto y listo” de Milei es lo suficientemente demostrativo.

La dictadura militar elaboró un relato falso de la realidad que se vivía, con la complicidad de buena parte del periodismo: “Los argentinos somos derechos y humanos”, decían mientras tiraban al mar desde los aviones a los militantes opositores.

Con el vocero Adorni a la cabeza y los medios portavoces de Milei, elaboran todos los días una mentirosa realidad, con el fin de confundir y acusar a los opositores de conspirar para derrocar el gobierno.

La única verdad es la represión que pone de manifiesto, ilegalmente, la ministra Bullrich, quien ya cuenta en su haber con la responsabilidad de varios asesinatos.

Hay que admitir que la represión de los militares golpistas del 76, fue mucho más tremenda y terrorífica, con secuestros, torturas, robos de bebés y desapariciones.

Volviendo al 76

La teoría de los dos demonios es una de las mayores falsedades que iniciaron en aquella época. En síntesis viene a decir que los militares tuvieron que combatir a los grupos armados que iniciaron la violencia.

La realidad es que la represión militar empezó en 1955 (para no ir mucho más atrás) con la persecución a la resistencia peronista y la militancia de izquierda.

La mayoría de los detenidos y desaparecidos de la dictadura del 76, fueron obreros y estudiantes combativos, militantes de base, intelectuales de izquierda, que no estaban en la lucha armada.

Esta falsedad, de los dos demonios, la vuelve a utilizar el gobierno de Milei para reivindicar a los militares juzgados y condenados por delitos de lesa humanidad. La vicepresidenta, Villarruel, que le llevaba hostias consagradas a Videla cuando estaba detenido, es la encargada principal de la reivindicación de los golpistas asesinos del 76.

Para no olvidar en este nuevo aniversario del golpe cívico-militar del 76: LOS DESAPARECIDOS SON 30.000.

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