Decidida a no dejar pasar el escándalo por el caso $LIBRA que involucra al presidente Javier Milei, la oposición forzó el llamado a una sesión especial de la Cámara de Diputados para activar el debate sobre la creación de una comisión investigadora y el oficialismo intenta bloquearlo, pero en la pulseada por el quórum se metió otro proyecto que busca atender la emergencia en Bahía Blanca.
El pedido de sesión especial fue promovido por el bloque Democracia para Siempre (radicales alineados con Facundo Manes y Martín Lousteau) con el apoyo de Encuentro Federal, la bancada que coordina Miguel Pichetto, y del larretista Álvaro González. En cumplimiento del reglamento, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, quedó obligado a convocarla. Será el miércoles a las 12:00.
La agenda original para la sesión contempla un paquete de proyectos referidos al escándalo por la criptomoneda que promocionó Milei, que incluyen la creación de una comisión investigadora y varios pedidos de informes verbales al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, pero también a la secretaria General, Karina Milei y al vocero presidencial, Manuel Adorni, entre otros.
Lo que más incomoda al Gobierno es el intento de armar una comisión investigadora que mantendría en la agenda pública un tema que el entorno presidencial quiere que se diluya paulatinamente. En el Senado ya logró frustrar -por poco- una iniciativa igual con la ayuda de los gobernadores de la UCR, pero en Diputados podría resultarle más difícil.
Pulseada entre Javier Milei y la oposición por el caso $LIBRA en Diputados
El plan de los bloques de la oposición dialoguista es aprobar el emplazamiento a las comisiones para que traten esos proyectos y les den dictamen la semana próxima, con el fin de ponerlos a votación en el pleno a la siguiente, según adelantaron a iProfesional fuentes cercanas a los diputados que pidieron la sesión.
Ocurre que para votar la creación de una comisión investigadora o un pedido de informes en la misma sesión sin tener dictamen necesitarían dos tercios y saben que no llegan. En cambio, para obligar a las comisiones a tratar los proyectos y ponerles plazo se requiere una mayoría simple de la mitad más uno de los presentes, que creen que conseguirán.
En este marco, la pulseada se da por el quórum. Si a los 19 diputados que pidieron la sesión se les suma la totalidad de Unión por la Patria (98) y los cinco del Frente de Izquierda alcanzarían 122 presentes. Confían en sumar a los seis de la Coalición Cívica -que denunció penalmente a Karina Milei por «tráfico de influencias»- y algunos de la UCR -partida entre «aliados» al Gobierno y críticos moderados- para llegar a los 129 requeridos para abrir la sesión.
En ese contexto, el «plan A» del oficialismo es evitar que la sesión tenga quórum y el «plan B» es restarle apoyo a la creación de una comisión investigadora. Para ello la Casa Rosada vuelve a buscar la ayuda de los gobernadores que tienen diputados tanto en los bloques dialoguistas (sobre todo en la UCR) como en la oposición más dura que encarna Unión por la Patria.
Según fuentes parlamentarias, el Gobierno apuesta a esos contactos para «bajar» diputados pero además hizo llegar a los bloques de la oposición el ofrecimiento de que Francos vaya a responder preguntas, con la intención de bloquear la eventual comisión investigadora.
No obstante, el jefe de Gabinete igualmente debería ir a presentar su informe mensual de gestión porque es una obligación constitucional. Si bien se presume que habrá muchas preguntas sobre el caso $LIBRA y la participación del Presidente en esa operación que la Justicia ya investiga como una presunta estafa, no es lo mismo que citarlo a él u otro funcionario para hablar específicamente del tema.
La catástrofe en Bahía Blanca, el otro punto sensible de la agenda
Mientras eso se discute puertas adentro del Congreso y la Rosada, la pulseada central es por el quórum para la sesión del próximo miércoles, donde diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires intentarán meter además en el temario un proyecto para declarar la emergencia en la ciudad de Bahía Blanca.
La inundación que generó destrozos y que hasta ahora registra 16 fallecidos, se produjo justo en momentos en que la oposición juntaba firmas para llamar a la sesión por el caso $LIBRA. La magnitud de la catástrofe, que ya obligó al gobierno de Milei y a la administración provincial de Axel Kicillof a coordinar esfuerzos, se coló así en la agenda del Congreso.
El proyecto fue presentado por la diputada bonaerense de Unión por la Patria Victoria Tolosa Paz y sumó inmediatamente el acompañamiento de la radical Karina Banfi, oriunda de Bahía Blanca. Propone declarar la emergencia económica y ambiental por 90 días, con una partida presupuestaria extraordinaria para hacer reparaciones que deberá definir el Gobierno, además de facultar a la ARCA a aplicar exenciones impositivas para los damnificados, entre otras medidas.
La provincia de Buenos Aires tiene 70 diputados nacionales, de los cuales 65 acompañaron el proyecto con su firma. En total serían unos 100 legisladores de distintos espacios políticos los que respaldan la declaración de emergencia que, si se aprueba, luego deberá tratarse en el Senado. El único sector que hasta ahora no sumó su apoyo es La Libertad Avanza.
La oposición necesitará una mayoría de tres cuartos de los presentes para incorporar el proyecto al temario de la sesión y luego dos tercios para habilitar su tratamiento sobre tablas. Se aprueba con mayoría simple. No obstante, la clave política del debate pasa por la encrucijada en la que este tema pone al espacio de Milei en la Cámara de Diputados, bajo la presión del caso $LIBRA que ya llevó a la renuncia de un funcionario cercano a la hermana y secretaria presidencial.
¿Cuál es el dilema que enfrenta Milei en Diputados, entre el criptogate y la emergencia en Bahía Blanca?
Por un lado está el intento del oficialismo de evitar que la sesión tenga quórum para que no avancen los proyectos de la oposición que apuntan al escándalo cripto. «Con la emergencia de Bahía Blanca en la agenda es muy difícil no ir al recinto», indicó una fuente parlamentaria a iProfesional, al tiempo que remarcó el «acuerdo» entre todos los diputados de la provincia de Buenos Aires.
Si la sesión se frustra, el Gobierno enfrentaría no solo las críticas del kirchnerismo, sino también de diputados de los bloques dialoguistas por la demora en abordar un proyecto que propone medidas de asistencia para la ciudad bonaerense.
Pero por el otro lado el proyecto para declarar la emergencia abrirá la discusión sobre el manejo de los fondos públicos por parte del Estado nacional, que impacta sobre la política fiscal ajustada al máximo de Milei. El Gobierno nacional transfirió este lunes $10.000 millones a la provincia de Buenos Aires para «atender las primeras urgencias en Bahía Blanca», según se informó oficialmente.
Si bien la Jefatura de Gabinete indicó que ese había sido el compromiso que asumió el gobierno de Kicillof el sábado pasado, en paralelo a la reunión en Bahía Blanca entre el gobernador y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para coordinar medidas, la suma es muy inferior a los $400.000 millones que estimó el municipio para reparar los daños.
En ese contexto, el proyecto de la oposición para declarar la emergencia por 90 días supone una asistencia económica mayor por parte del Estado nacional y choca con la idea que pregona el Presidente de que las provincias tienen que depender menos de la ayuda federal. En septiembre pasado, una iniciativa similar ante los incendios en Córdoba ya había puesto en un aprieto al oficialismo, que resistió en el Senado y tuvo que ceder en Diputados.
Así, la sesión convocada para el próximo miércoles en la Cámara baja pone en una encrucijada al gobierno de Javier Milei por el intento de evitar que la oposición logre el quórum y abra el debate sobre el escándalo $LIBRA combinado con la presión para dar respuesta a la emergencia en Bahía Blanca y aumentar la asistencia nacional. Todo dependerá de la muñeca de Menem y la tropa libertaria y de la negociación con gobernadores y diputados dialoguistas.