Un río atmosférico golpea California con lluvias intensas y vientos fuertes, especialmente el centro y sur del Estado Dorado. En este contexto, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió sobre el riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra y cortes de energía. Las áreas quemadas por incendios recientes enfrentan una amenaza adicional debido a la posibilidad de flujos de escombros.
El NWS del Área de la Bahía publicó varios mapas con las áreas más afectadas por las lluvias. Ciudades como San Francisco, Napa, Concord, Santa Rosa, Santa Clara, Los Ángeles y Monterey se encuentran bajo vigilancia por inundaciones desde el miércoles a las 22 horas hasta el sábado a la misma hora. Las autoridades recomiendan evitar conducir en calles inundadas y mantenerse alejados de cauces de agua.
Se esperan precipitaciones de hasta 90 milímetros en el Área de la Bahía y entre 50 y 90 milímetros en la Costa Central. En las montañas, las lluvias podrían alcanzar 200 milímetros. Mientras tanto, las zonas urbanas y ríos menores podrían desbordarse, lo que afectará la movilidad y aumentará el riesgo de daños estructurales.
El NWS emitió un aviso de vientos fuertes para San Francisco, Santa Cruz y Monterey. Se esperan ráfagas de hasta 95 kilómetros por hora en esas ciudades, mientras que en elevaciones más altas podrían llegar a 130 kilómetros por hora.
Los vientos podrían derribar árboles, dañar infraestructura eléctrica y provocar cortes de energía. Viajar en carretera podría volverse peligroso debido a la fuerza de las ráfagas y la posibilidad de caída de objetos.
Las precipitaciones también traerán nieve a las elevaciones más altas de Sierra Nevada y las Cascadas del Sur. Se espera una acumulación de hasta 60 centímetros por encima de los 2300 metros, mientras que en altitudes entre 1800 y 2300 metros, las acumulaciones oscilarán entre cinco y 13 centímetros.
En este contexto, los caminos de montaña podrían volverse intransitables, por lo que el NWS advirtió sobre condiciones peligrosas para quienes se movilicen por estas zonas.
La meteoróloga del NWS Crystal Oudit le comentó a Newsweek que el pico de intensidad de la tormenta fue entre la noche del miércoles y la tarde del jueves, mientras que sus efectos “comenzarán a disminuir el viernes”.
Las autoridades instan a la población tomar las siguientes precauciones:
De acuerdo al reporte del NWS, a partir del sábado, se espera una mejora en las condiciones climáticas. Sin embargo, los suelos quedarán saturados, lo que podría generar nuevos deslizamientos y derrumbes en los días siguientes.
De cara al futuro, del 17 al 21 de febrero, se espera que la región tenga precipitaciones por debajo del promedio y temperaturas por encima de la media, según los pronósticos del Centro de Predicción Climática del NWS.