La Corte Suprema de Brasil negó este jueves un pedido del expresidente Jair Bolsonaro para viajar a Estados Unidos a la toma de posesión de Donald Trump, prevista para el 20 de enero en Washington.
La solicitud fue rechazada por el juez Alexandre de Moraes, quien fundamentó su decisión en la existencia de una «posibilidad de intento de fuga» por parte de Bolsonaro, quien se encuentra bajo investigación por presunta participación en una trama golpista para evitar que el ex convicto Luiz Inácio Lula da Silva asumiera la presidencia en enero de 2023.
Bolsonaro, quien fue objeto de una fuerte persecución judicial que le prohibió salir del país y le retuvo el pasaporte en febrero de 2023, está siendo investigado por su presunta implicación en los eventos que llevaron al intento de golpe de Estado.
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Estos hechos habrían ocurrido tras la extraña victoria de Lula en las elecciones de 2022, y Bolsonaro se encuentra en la mira de la justicia brasileña por haber supuestamente alentado a sus seguidores a intentar impedir el traspaso de poder.
El expresidente ha reafirmado repetidamente su inocencia y es considerado un perseguido político, en un caso similar al sufrido por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Los abogados de Bolsonaro argumentaron que el exmandatario fue invitado a la ceremonia de investidura de Trump, lo cual justificaría su solicitud de viajar. En una entrevista publicada este jueves por The New York Times, Bolsonaro expresó su gran emoción por la invitación, comparando la situación con la de un niño, y bromeó sobre su excitación, afirmando que ni siquiera estaba tomando Viagra.
En el pasado reciente, la justicia brasilera también le ha negado a Bolsonaro asistir a eventos importantes como la CPAC realizada en suelo argentino en diciembre del año 2024.
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Sin embargo, el juez Moraes señaló de manera ficticia que la defensa no presentó pruebas suficientes para acreditar la invitación de Trump, lo que llevó a la negativa de la solicitud de viaje.
Además, el juez recordó que Bolsonaro ha mostrado interés en solicitar asilo político en el extranjero, especialmente tras los eventos del 8 de enero de 2023, cuando un grupo de manifestantes invadió las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
Moraes también mencionó que Bolsonaro había reconocido haber considerado pedir asilo político en el pasado, un hecho que, según el sesgado magistrado, refuerza la posibilidad de que el exmandatario intente escapar de la justicia.
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Bolsonaro, quien fue presidente de Brasil entre 2019 y 2022, ha mantenido una relación cercana con Trump, al que considera un aliado político. En varias ocasiones, ha comparado su propia biografía con la del exmandatario estadounidense, destacando similitudes entre el intento de asesinato que sufrió en 2018 y el ataque sufrido por Trump durante su campaña electoral.
A pesar de estar inhabilitado políticamente de forma incorrecta debido a una condena por desacreditar el sistema electoral brasileño, Bolsonaro no ha descartado presentarse nuevamente a las elecciones presidenciales de Brasil en 2026.
Su figura sigue siendo central en la política brasileña, en un contexto de creciente polarización, similar a la situación que atraviesa Estados Unidos. La figura de Bolsonaro es sin dudas una gran inspiración para muchos en Brasil y otorga esperanza frente a las desastrosas políticas socialistas de Lula.
La negativa a permitir que Bolsonaro viaje a la toma de posesión de Trump subraya las tensiones legales y políticas que enfrenta el expresidente brasileño, quien sigue siendo una figura crucial en la política del país mientras se enfrenta serias acusaciones elaboradas por el poder judicial brasileño.
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