¿Quién era ese piloto que hablaba con los medios cuando se terminó de negociar el final del conflicto con Aerolíneas Argentinas? No era el corpulento y por momentos brutal Pablo Biró, con sus declaraciones donde suele pasar del reclamo salarial a sutilezas como “si se quieren cargar a Aerolíneas, nos van a tener que matar”.
En aquellos día de mediados de noviembre, Biró desapareció de escena. En el hall de Aeroparque, quien dio la cara en nombre de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) fue el número dos del gremio, Mateo Ferrería. Un piloto más joven, con morral al hombro y palabras amables a la hora de salir por televisión.
Biró terminó acusando al Gobierno de haber armado un “acoso mediático”, pero lo cierto es que buena parte de la sociedad no ocultaba su fastidio por aquel reclamo de los pilotos de una empresa del Estado, que pedían un aumento salarial de 90% en sueldos que arrancaban en tres millones de pesos, ssegún había manifestado el propio presidente de Aerolíneas, Fabián Lombardo.
El desenlace de aquel conflicto fue un acuerdo en el cual se firmó una paritaria de poco más de 30% para los meses acumulados hasta entonces con los gremios APLA (pilotos), AAA (tripulantes de cabina) y APA (maleteros y personal de mostrador). Se aplicaron además modificaciones al convenio colectivo de trabajo que incluyó cláusulas como la productividad: una parte del salario del salario se mantenía inamovible y otra parte quedaba atada a la cantidad de horas que se trabaja cada mes. También se aplicaron limitaciones a los pasajes gratuitos para pilotos, tripulantes de cabina y para sus grupos familiares.
Otras cláusulas de aquel acuerdo de octubre todavía no fueron aplicadas, porque en aquel momento comenzaba la temporada alta y se decidió esperar a marzo. Uno de los más significativos, no tanto por el ahorro sino por el cambio de época, es la supresión de un sistema de remises que trasladan a pilotos y tripulantes de cabina desde sus domicilios hasta el aeropuerto. A partir de marzo, según lo firmado meses atrás, los autos a domicilio deberían ser reemplazados por un esquema de viáticos.
En ese contexto, Biró volvió al centro de la escena. El martes envió una carta documento al titular de Aerolíneas donde se identificó como “secretario general de APLA” y también como “representante del Programa de Propiedad Participada de Aerolíneas”, por el cual reivindicó su cargo de director dentro de la línea aérea estatal en representación de las acciones “Clase B” de la empresa.
Esas acciones, que hace 30 años representaban 10% de la empresa, fueron licuadas tras las sucesivas capitalizaciones que hizo el Estado y hoy representan menos del 1%, pero siguen generando un puesto en el directorio de la empresa. El 15 de noviembre, ese directorio echó a Biró de su cargo por considerar que su accionar gremial atentó contra los intereses de la empresa.
Ahora Biró encaró su propia contraofensiva. En la carta documento, le exigió a Lombardo, el actual presidente de Aerolíneas, que explique una serie de hechos:
- Por qué Aerolíneas no presentó, todavía, la memoria y balance del período 2023. Hasta el momento, la empresa difundió los resultados económicos de aquel período, en el cual aseguró haber tenido una pérdida operativa equivalente a 390 millones de dólares.
- También reclamó a Lombardo que explique por qué Aerolíneas firmó un acuerdo de “código compartido” con la empresa LATAM Airlines y un acuerdo de cargas con la empresa Mirgor, “que pueden afectar negativamente el resultado económico previsto para Aerolíneas”. No son las únicas empresas con las que Aerolíneas tiene acuerdos comerciales (Aerolíneas tiene código compartido con la brasileña Gol, por ejemplo, el cual firmó en la época de La Cámpora).
La difusión de esa carta documento fue realizada a través de un comunicado de APLA, que a la vez finaliza con un dato llamativo: dijo con tono de reproche que Lombardo porque “se encuentra de vacaciones” mientras que “gracias al compromiso asumido por los trabajadores, Aerolíneas está operando con normalidad, puntualidad y un récord de pasajeros transportados”.
Desde Aerolíneas no hubo respuesta a la carta documento de Biró. Su titular, como lo acusó el gremio, está de vacaciones.
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