En los próximos días, la Justicia de Menores de San Isidro deberá definir si envía a “Piraña” a un instituto de menores o, como pide su defensa, de vuelta a su casa, un arresto domiciliario. Continúa detenido en una celda, una semana después de su arresto.
Al contrario de los otros chicos de doce años que suelen ser detenidos en la provincia de Buenos Aires, acusados de hurtos menores, de llevarse golosinas de kioscos o romper vidrios, “Piraña”, oriundo de la villa La Cava, está acusado de un delito particularmente grave: la entradera que sufrió dos semanas atrás un jubilado de 86, donde tres hampones lo torturaron durante horas, derramando su sangre en el piso de cerámica, para finalmente llevarse 220 mil dólares. Terminó internado en una clínica de Olivos. Se recupera, estable. Poco después, uno de los supuestos delincuentes de la banda, Natanael S., de 16 años, que ya fue detenido y se encuentra bajo prisión preventiva, posteó una story en Instagram posando con parte de la fortuna que supuestamente le robó.
La imputación en contra de “Piraña”, formulada por Patricio Ferrari, es, precisamente, la de tentativa de homicidio agravado criminis causae en concurso real con robo triplemente agravado.
La entradera en Acassuso no es lo único en su lista. El chico es parte de una historia más grande. Fue arrestado por la Superintendencia AMBA I Policía Bonaerense a cargo del comisario mayor Lucas Borge en un conocido shopping de la zona norte mientras intentaba comprar ropa de marca con los dólares que le habría robado al jubilado, que le dijo a los detectives que lo arrestaron que había perdido a su mamá, está sospechado de integrar la misma banda que en marzo pasado asesinó al empresario Jorge De Marco y que el 6 de noviembre último le robó al hermano del intendente Ramón Lanús y al periodista “Baby” Etchecopar.
“La Banda del Millón”, le dice la Bonaerense, Son jóvenes de la periferia de Villa La Cava, ninguno mayor de 25, varios de ellos hermanos o primos entre sí, presuntos asesinos, presuntos torturadores, ladrones teenager de carrera que manejan autos BMW y brindan con champagne Dom Perignon, con una predilección por víctimas mayores de edad que no ofrecen resistencia. Hugo Isaías Castillo, alias “Castillito”, su capo, cayó a fines del mes pasado en una disco de Don Torcuato mientras intentaba comprar champagne. Les ofreció a los policías 40 mil dólares si lo dejaban ir.
La lista de presuntos delitos de Piraña”, llamado así por su ferocidad al colgarse de sus víctimas y golpearlas, podría extenderse en los próximos días. Infobae publicó su historia la semana pasada. Tras ver el artículo, una mujer sanisidrense de 80 años, jubilada, lo reconoció. Luego, fue a la fiscalía del caso.
“El chiquitito”, lo llamó al recordarlo.
Su declaración se produjo el jueves 5 de este mes. Allí, aseguró: “Es el mismo que entró a mi casa el pasado 7 de noviembre. Lo reconocí sin dudas porque lo tenía sentado enfrente mío, me acuerdo sus cachetes, me lo acuerdo bien porque ese fue el que me ató las manos bien fuerte con cinta gruesa”, comenzó.
Luego, según su relato, “Piraña” tomó el teléfono de la jubilada “y lo tiró al inodoro”. Luego, le puso una navaja al cuello. Había, por lo menos, dos hampones más. Allí, el chico le dijo: “Vivís en una zona bacana. Tenés que tener plata. ¿Por qué nos abriste la puerta ayer?”
Allí, la mujer recordó. Alguien le había tocado el timbre el día anterior, un joven, que se hizo pasar por recolector de basura. Le colocaron una marca, un pequeño papel en la entrada. A la noche siguiente, saltaron su reja y la sorprendieron.
Le robaron más de una decena de joyas, como un reloj Patek Philippe, aros de oro que fueron de su madre, un collar de perlas. Incluso, dibujó un croquis de varias de las piezas, que ilustra esta nota.