El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, enfrió este miércoles las negociaciones que esperan los gobernadores para modificar el presupuesto y sancionarlo durante las sesiones extraordinarias que convocaría Javier Milei. «Aspiramos a contar con un presupuesto que blinde el equilibrio fiscal, que lo convierta en innegociable», expresó durante su exposición ante el Senado.
Al respecto, Francos defendió el «esquema de déficit cero y de emisión cero en un año electoral», y consideró que se trata de «un hecho inédito», producto de las convicciones del gobierno y «la comprensión mayoritaria de la sociedad».
Ese fragmento de la intervención conspira contra la voluntad de los mandatarios provinciales que vienen reclamando la incorporación de modificaciones, sin que la Casa Rosada dé el brazo a torcer hasta ahora.
Los gobernadores de Juntos presionan a Milei para que meta el Presupuesto en extraordinarias
Antes de que Francos llegara a la Cámara Alta para brindar su informe, los senadores asistieron a reunión de Labor Parlamentaria, con el propósito de ordenar las prioridades legislativas y lograr que el presupuesto y el pliego de Ariel Lijo se discutan en extraordinarias. Uno de los presentes dijo a LPO que los legisladores, acaso vencidos por el ninguneo de Milei, pidieron la inclusión en el temario de tres expedientes que están a punto de perder estado parlamentario.
Al cierre de esta nota era una incógnita si esa era una estrategia para soltar proyectos como carnada para conseguir la incorporación de otros más gravitantes o si era una especie de rendición.
Para colmo, en uno de los despachos aliados del oficialismo conjeturaron que efectivamente habría sesiones extraordinarias pero deslizaron que «Milei es capaz de aceptar que se discuta el presupuesto pero no acepta modificaciones, veta lo que salga a fines de diciembre y saca la prórroga burlándose del Congreso». De hecho, fuentes del Poder Ejecutivo comentaron a LPO que el Presidente habría confesado a su entorno: «voy a hacer trabajar a las ratas durante todo diciembre, enero y febrero».
Con todo, el formoseño José Mayans hizo un último intento para destrabar la discusión el martes por la noche, cuando fue hasta la oficina del salteño Juan Carlos Romero, acompañado por tres colegas del peronismo. Último enlace que le queda a la Casa Rosada en el Senado, después de detonar completamente el vínculo con Victoria Villarruel, Romero y Mayans habrían tratado de diseñar un horizonte parlamentario que evitase la designación de los cortesanos que quiere Milei por decreto y que conformara a los gobernadores en sus aspiraciones presupuestarias.
Ya este miércoles, un legislador de UP admitió ante LPO que el cerco se cerraba y veía «difícil» que el gobierno se allane a los pedidos de opositores y aliados.