Este martes, luego de ocho horas de un arduo debate, la Cámara de Diputados de la Nación le dio media sanción al proyecto de ley que busca combatir la ludopatía, especialmente entre los chicos por el boom de los sitios de apuestas online. El texto final introduce cambios radicales que, de prosperar, modificarían significativamente la relación de la sociedad con las plataformas de juegos de azar. La publicidad en el fútbol y redes sociales, el acceso de los menores y el tope diario de lo que se puede gastar son las claves principales de la reforma.
La normativa se asienta sobre una base clara: prohibir el acceso de niñas, niños y adolescentes menores de 18 años a sitios y plataformas de juegos de azar y apuestas deportivas en línea. Actualmente, no existen controles efectivos para evitar que este grupo etario no ingrese a las plataformas de apuestas.
Ocurre que de sancionarse esta ley, las plataformas tendrán que implementar un sistema de verificación biométrica vinculados al Registro Nacional de las Personas (Renaper) para garantizar justamente la base de la normativa. También deben implementar esta verificación las billeteras virtuales.
Respecto a este punto, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires elaboró un informe sobre esta problemática y alertó que al menos el 36% de los encuestados lo hace en plataformas oficiales. Los datos vuelven a poner en el centro de atención las respuestas de los sitios legales, que aseguran que sus páginas tienen un sistema “riguroso” de validación de identidad que no permiten jugar a los menores de edad.
Influencers y publicidad en el fútbol
Hace un mes, la Fiscalía especializada en Juegos de Azar de la Ciudad de Buenos Aires imputó a 16 influencers por promocionar páginas web de apuestas ilegales en el marco de una ardua investigación judicial que implicó varios allanamientos y una detención. La Justicia intenta establecer la participación de los famosos en la magnitud y popularidad de los sitios de apuestas ilegales, es decir, saber el grado de injerencia que tuvieron en la propagación de estas páginas.
Es común ver en redes sociales influencers, deportistas, famosos, artistas o figuras mediáticas promocionar estos servicios que ofrecen bonos de bienvenida por jugar por primera vez. Durante los años, se fue normalizando incluso la creación de programas de streaming donde el único entretenimiento es mirar cómo un influencer gana o pierde dinero (solventado por las propias empresas) en plataformas ilegales.
Con la normativa, no solo se prohibirán los bonos de bienvenida sino que también no se permitirá la promoción de juegos de azar en redes sociales, televisión, cartelería; lo novedoso de este proyecto de ley es que contempla también la figura del “influencer”, que tampoco tendrá permitido publicitar.
Es decir, queda no podrá haber más publicidad no tradicional (PNT) de los juegos de azar, de pronósticos y apuestas deportivas y de apuestas en línea; la publicidad indirecta o encubierta en la que se haga mención a los juegos de azar, de pronósticos y apuestas deportivas y apuestas en línea a través de influencers, de programas infomerciales y/o la publicación onerosa o no, de testimonios de deportistas, personajes famosos, figuras de relevancia pública o personajes de ficción, que los mencione.
Las únicas excepciones serán dentro de salas de juego y agencias autorizadas, pero deberán incluir advertencias sobre los riesgos de la ludopatía, con la condición de incluir la leyenda “El juego compulsivo es perjudicial para vos y tu familia”, y un canal de ayuda para personas afectadas.
El patrocinio en equipos deportivos, deportistas, estadios o eventos culturales también estará prohibido, si la ley se sanciona. Actualmente la propia Selección Argentina o equipos como River, Racing, Boca, Central, Newell’s Old Boys, Rosario Central, Vélez, Lanús y Argentinos Junior llevan en sus camisetas la leyenda de marcas como Betsson, Codere, City Center o BPlay.
Incluso en el país, una compañía de casas de apuestas le da el nombre al torneo de la Liga Profesional: “Betano”. Sin embargo, si el Senado de la Nación aprueba la normativa esto quedará atrás.
El proyecto que obtuvo media sanción contempla el uso de tarjetas de débito y billeteras electrónicas, con límites diarios. Estos límites estarán asociados al límite de extracción diaria de cada usuario en un cajero automático.
Además prohíbe el uso de tarjetas de crédito y cuentas vinculadas a beneficios sociales. Por otra parte, para retirar el dinero obtenido de las apuestas, primero el usuario deberá validar su identidad con sus datos biométricos.
Actualmente, cualquiera podía ingresar sin límite de gasto y no existía una validación previa.
Mecanismo para prevenir
Respecto a la prevención, este nuevo proyecto de ley contempla la educación y prevención con campañas informativas, de hecho reglamenta que se incluyan en la escuela contenidos sobre ludopatía y educación financiera, de manera obligatoria.
Además, respecto a la prevención, una medida innovadora fue la creación del Registro Nacional de Autoexclusión (ReNA) para que los usuarios pueden autoexcluirse de plataformas de apuestas y que también sus propios familiares puedan solicitar la inclusión a la lista de algún ser querido con problemas de ludopatía.
Por último, las penas serán más rigurosas con sanciones frente al incumplimiento por parte de los titulares de las casas de apuestas. Por ejemplo, se aumentarán las penas del artículo 301 del Código Penal estableciendo un rango de 3 a 10 años de prisión. Cuando estas infracciones estén dirigidas a menores de 18 años, la pena será incrementada en un tercio del mínimo y del máximo.
En todos los casos se aplicará la inhabilitación absoluta y perpetua y multa de 2 a 5 veces el lucro obtenido.
El incremento de la ludopatía y su impacto en niños y adolescentes encendió luces de alarma a varios especialistas, instituciones educativas y familias en general. En ese contexto, más de 15.000 personas en estos días se sumaron a una campaña de recolección de firmas online motorizada a través de la plataforma de Change.org, que pide la urgente sanción de una norma que regule la actividad y proteja a la infancia.
MG