Armada fuera de control… así se define esta pandilla de ‘rudeboys’ que la noche de este domingo tocó por primera vez en el Teatro Metropolitan. Es raro que en este recinto resuene el contratiempo característico del Ska. Sin embargo, Out of Control Army agotó las localidades y dio un concierto memorable para quienes disfrutan de esta música.
El evento, anunciado desde mayo pasado, causó expectación por su magnitud técnica, escénica y logística, pues contemplaba una larguísima lista de invitados especiales para esa noche: las bandas Melbourne Ska Orchestra (Australia) -de casi 30 elementos- y Maysons Party (Japón) -de siete integrantes-. El escenario del teatro vio desfilar a un verdadero batallón de instrumentistas unidos por este ritmo global.
Poco antes de las seis de la tarde, Maysons Party dio inicio a la jornada musical. Fue su primera vez en México y mostró una gran calidad musical, energía y una conexión especial con el público, a pesar de las limitaciones del idioma. “México y Japón son amigos”, dijo el guitarrista en español y la ovación de los asistentes no se hizo esperar. La banda nipona -formada en 2018- ejecutó con maestría su repertorio, cuyas influencias incluyen Punk y Rock, además del Ska. El Metropolitan empezaba a ‘entrar a tono’.
50 minutos después, una potente batería marcó la introducción del primer tema de Out of Control Army. La banda, ataviada en elegantes trajes negros, inició con fuerza y para las piezas iniciales ya había invitado a integrantes de Panteón Rococó en “Fuera de control”, emocionando al público inmediatamente. Siguieron “A night in Tunisia”, “Blue Ska” y “Quizás, quizás, quizás”, esta última en voz de la cantante Madame Récamier. Luego, “Cat nation” y “Spooky Orchestra”.
Después de “Yukita tower”, el saxofonista y fundador de la banda, José ‘Deals’ Olán, hizo una breve pausa para presentar a sus siguientes invitados. “Queremos invitar a la mejor banda de Two tone de México; esta fue la banda que nos influenció para tocar Ska”, dijo, y presentó a miembros de Inspector, quienes interpretaron “Siempre fingiste amarme”.
Antes de sus temas propios, uno de los números que puso en el mapa nacional y mundial a Out of Control Army durante su primer año de existencia (2015) fue una versión de “Mi corazón encantado” -una canción de la serie animada Dragon Ball GT-, consiguiendo con ella una aceptación inmediata, pues la nostalgia y el Ska regresaron a la infancia y adolescencia a cientos de personas. Desde su publicación en Youtube esta canción suma 1.8 millones de vistas. Con este contexto, quien lea estas líneas podrá imaginar que el Metropolitan resonó con fuerza en esta parte de la lista.
Posteriormente sonaron “El diablo”, “One nota samba”, “Global Ska” y “Two tone fever”, antes de una especie de ‘intermedio’ durante el espectáculo, pues era el turno de una banda emblemática del mundo Ska a nivel internacional: Melbourne Ska Orchestra.
Tras la pausa, el telón se reabrió y los australianos, también vestidos como ‘gangsters’, dispararon sus primeras balas: “Katoomba”, “Lygan”, “Tripper”, esta última dedicada a James Brown y a Lee Perry.
El líder de la banda, Nicky Bomba, merece una mención especial, pues es una verdadera explosión de energía. No sólo es el encargado de interactuar con el público, sino que dirige a la orquesta, indica el tiempo, marca los silencios y señala las dinámicas con simples movimientos de manos. Corre por todo el escenario, alienta a sus compañeros y capta la atención de la gente; como bien refiere su sitio web: Melbourne Ska Orchestra es más que una banda, es una experiencia para contemplar.
La saxofonista Sally Ford toma la palabra y sorprende a la audiencia con un español claro: “encontrar la felicidad es difícil, pero vale la pena, te lo juro. El silencio me da mucha vida, pero vale la pena romperlo para que suene esta mezcla de Ska, Cumbia y Mambo”, dijo, para dar paso a “Solitary”. Luego, la banda tocó “John Wayne”, un sencillo lanzado en agosto con motivo de sus festejos por sus 21 años.
Continúa el repertorio explosivo y contagioso: “Get smart”. “Dean Mexico”, “Best Tninggs”, “Paradiso” (estas últimas dos con Nicky Bomba a la batería), “Kenji” y “Automaticalyl”. Hasta ese momento, Out of Control Army y Melbourne Ska Orchestra sumaban dos horas de música.
Las dos bandas se encontraron en el escenario y ocuparon sus asientos, colocados en un formato ‘Big band’. Tocaron “Confucious”, un viejo Ska jamaiquino, iniciando el momento cumbre de la noche. A estas alturas, la gente estaba de pie; algunas personas hicieron suyos los pasillos y se olvidaron de las butacas, pese a los exhortos del personal de seguridad, que les solicitaba volver a sus lugares. Petición denegada. Sonaba de fondo “We do the Ska”.
Así, al fusionarse ambas agrupaciones, estaban tocando simultáneamente dos baterías, dos bajos, dos pianos, dos (o tres) guitarras y alrededor de 30 instrumentos de las familias viento-metal y viento-madera. Sonaron “Beetlejuice”, “Night boat to Cairo” (que puso a bailar a todos los asistentes), “James Bond”, “Rudy, a message to you”, “Simmer down” y “Monkey Man”, un mosaico de temas clásicos dentro del género.
Este momento emocionó al público, pues toda la armada de vientos, como si se tratara de un pelotón de fusilamiento, disparó las últimas notas de la noche. La numerosa sección bajó del escenario y corrió entre los pasillos, entre los asistentes, mientras tocaba la última parte de “Skalloween”, pieza con la que cerró esta noche.
Olán agradeció a los asistentes y todos los músicos dieron la espalda a las personas para inmortalizar el momento. Un fotógrafo disparó y la postal quedó para siempre. Luego de casi tres horas de música, ‘Deals’ se despide y remata al micrófono: “¡que viva el Ska mundial!” El próximo año, Out of Control Army cumple su décimo aniversario y sus seguidores ya se preguntan de qué magnitud será el festejo.
Por lo pronto, se prepara el DVD de este concierto, un evento “nunca antes visto en la historia del género”, como fue calificado por la banda.