La glándula tiroides desempeña un papel clave en la gestación y su mal funcionamiento –por exceso o defecto– puede afectar al desarrollo del bebé. Cómo tratar las patologías tiroideas durante embarazo.
Durante el embarazo es frecuente que se produzcan alteraciones de la tiroides y esto puede tener consecuencias para la madre y el bebé si la situación no es controlada y tratada. Debido a que las hormonas tiroideas son tan importantes para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del bebé, el hipotiroidismo sin tratar, especialmente durante el primer trimestre, puede causar un coeficiente intelectual bajo y problemas con el desarrollo normal.
La tiroides es una glándula endocrina que se encuentra en el cuello, por encima del final de la clavícula, con forma de mariposa, cuya función es la fabricación de las hormonas tiroideas triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), encargadas de regular el metabolismo, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, y que influyen en la memoria y en el peso corporal, al controlar la velocidad con la que los alimentos se convierten en energía.
En el embarazo la tiroides también tiene un papel fundamental, ya que una alteración en esta glándula puede dificultar que la mujer se quede embarazada, o afectar a la salud del bebé y al desarrollo de su sistema neurológico.
Una excesiva producción de hormonas tiroideas provoca hipertiroidismo, por el contrario, un funcionamiento deficitario de esta glándula causa hipotiroidismo.
«Durante el embarazo en la mujer se producen muchos cambios inmunológicos, psicológicos y hormonales y la tiroides, al ser una glándula que actúa sobre todos los órganos del cuerpo humano, es crucial en todos los eventos que involucran al embarazo», dijo en Riojavirtual Radio el bioquímico especialista en endocrinología clínica, Hugo Albrieu.
Albrieu destacó que cuando se forma el embrión no tiene aún su glándula tiroides. «Por eso recibe la hormona tiroidea necesaria para el crecimiento a través de la placenta de la madre. Recién en al semana 12 del embarazo se empieza a formar la tiroides en el bebé y a funcionar lentamente. Entonces, si la función tiroidea de la mamá no está bien obviamente los problemas van a ser para el bebé, sobre todo para el sistema nervioso que es lo que se está formando en esa etapa del crecimiento del embrión. Por eso es importante hacer un control en esa primera etapa, por el desarrollo del cerebro del bebé», explicó.
El especialista advirtió que si esas patologías en la tiroides no son tratadas «se puede sufrir alteraciones a nivel intelectual del niño, el bebé puede llegar a tener un coeficiente intelectual mucho más bajo según el grado de esa patología de tiroides no tratada».
En este punto, Albrieu ahondó sobre porqué se pueden producir alteraciones en el funcionamiento de la tiroides durante el embarazo. «En el embarazo se detiene la parte inmunológica, se frena para poder permitir que la vida del bebé se desarrolle dentro del vientre. Cuando nace el bebé, el sistema inmunológico se hace como un lío dentro del organismo de la mujer y en algún porcentaje de mujeres queda como que desconoce el cuerpo y eso produce anticuerpos ante la tiroides y se produce patología de tiroides que, en general, es de por vida», señaló.