agosto 25 09:47 2024 Imprimir noticia
Se viene un verano que será dramático en materia hídrica. Mientras que el incendio y la tragedia en “El Velasco” ponen en evidencia problemas culturares. El grito de la naturaleza y la necesidad de entender que estamos jugandoa la ruleta rusa con nuestro propio destino. El costo político que deberá pagar el Gobierno.
En el pasado mes de julio el planeta Tierra tuvo el día más caluroso de los últimos 80 años, pero lo más alarmante es que 24 horas después se volvió a romper ese mismo récord. Los especialistas advierten que en caso alcanzar una temperatura global promedio dos grados más alta de la actual, estaríamos en un escenario en el cual nuestras condiciones de vida quedarían totalmente desvirtuadas.
Muchas veces al hablar del tema ambiental sentimos que es algo lejano, que se vincula con preocupaciones de ciertos sectores de la población que tienen lasproblemáticas económicas cotidianas resueltas. Pero eso ocurre porque no nos damos cuenta que esos cambios climáticos y sus consecuencias directas golpean nuestro día a día. Y especialmente la de aquellos que tienen menos recursos económicos.
Este verano ese prejuicio quedará derribado por la realidad: en los próximos meses faltará agua en muchosbarrios de la ciudad Capital de La Rioja y en diferentes localidades del interior ocurrirá lo mismo.
No se trata de una afirmación exagerada o sensacionalista, todas las declaraciones de los funcionarios del área o las constantes recorridas que viene realizando el Jefe de Gabinete, Juan Luna, por la zona de “Los Llanos” marca lo mismo: en el Gobierno hay preocupación por este tema.
«En este verano habrá poca agua y debemos estar preparados y organizados», sostuvo el titular de “Aguas Riojanas” Roberto Valle hace un par de semanas en “Riojavirtual Radio”. Inclusive, ya hay zonas de la ciudad más poblada de la Provincia en donde se está proveyendo el vital elemento por turnos (en algunos horarios sí y en otros no).
Con el impacto de la sequía en el Dique de los Sauces, hoy el 100% del agua que consumen los capitalinos surge de las perforaciones y aunque no existen datos oficiales que públicamente lo confirmen, todos los especialistas consultados hacen notar que estamos en un escenario de agotamiento de la cuenca hídrica de la región por un uso mayor a la tasa de renovación de la propia cuenca (se usa más agua de la que se repone naturalmente en las napas).
«Este verano será igual de difícil al anterior, a los Diques prácticamente no les entró una gota de agua y nos lleva a una situación acuciante, en muchas hectáreas dependen de los Diques y las ciudades dependen de los Diques, aportan al agua potable. Estamos haciendo obras en Los Llanos y Capital por este tema”, comentó el secretario del Agua Edgardo Karam en “Riojavirtual”.
Ya son varios los técnicos que advierten al Gobierno sobrelas dudas que existen en relación con la sostenibilidad en el tiempo del actual esquema productivo de la Provincia.
“El tema producción será complicado. Capital, Chilecito y Chamical crecen a pasos agigantados y esa necesidad de agua nos lleva a situaciones muy estresantes hídricamente. Inclusive te digo algo más, en dos o tres años deberemos frenar la ampliación de la frontera de la producción y cuando vuelva a llover ver dónde estamos parados», sostuvo una de las personas que más sigue el tema en la Casa de Gobierno provincial.
Hay un dato que es muy elocuente: la mayoría del agua que se extrae de perforaciones es para regar los campos y solamente un porcentaje menor de ese total se destina aconsumo humano.
Esta semana a todos nos conmocionó lo ocurrido en el “Cerro del Velasco” y la tragedia del piloto chaqueño, pero sin embargo esa consternación no nos lleva a dar el paso siguiente que es tomar conciencia de nuestra huella ambiental y cambiar los hábitos.
Aunque no están las pericias oficiales, nadie descarta que el incendio (que todavía no fue controlado) se habría iniciado por la acción desaprensiva de un ser humano en la zona.
Los riojanos que riegan el asfalto, las pérdidas de agua que no se arreglan en las viviendas, las luces que quedan prendidas innecesariamente, tirar la basura en cualquier lugar, el llenado de piletas, bañarse usando más agua de la necesaria, regar en horarios inadecuados o prender fuego sin ninguna precaución en una provincia históricamente afectada por incendios forestales. Es todo parte de lo mismo, nuestra falta de compromiso con mejorar el mundo que nos rodea y cuidar el medioambiente en el cual habitamos.
No habría mejor homenaje hacia la persona que dejó su vida por controlar el incendio que asumir un compromiso mayor con el cuidado de nuestro planeta.
Por otra parte, es imposible no analizar el costado político que todo este proceso tiene y tendrá.
Más allá de todas las notas periodísticas que el Gobierno pueda brindar y las advertencias sobre lo que se viene, cuando falte agua en el agobiante verano riojano los ciudadanos reclamarán ante el oficialismo y la ”Casa de las Tejas” pagará un inevitable costo político.
Un ejemplo de ello fue el profundo malestar que el año pasado generó en varias ciudades y localidades de “Los Llanos” el problema hídrico, a pesar de los camiones de asistencia o las perforaciones que se pusieron en marcha de urgencia. Algunos analistas de la zona hasta vinculan el triunfo libertario en esas regiones de la provincia con este tema.
Y no es casual ese enojo con el Gobierno. Cualquier turista que recorra la ciudad de La Rioja quedaría sorprendido y desorientado de la convivencia al mismo tiempo entre la grave crisis hídrica y las cientos de pérdidas de agua en las calles capitalinas.
Es cierto que los problemas hídricos de la ciudad aparecen hasta en los escritos de los primeros pobladores de la región, pero hay una pregunta lógica: ¿Cómo hará el peronismo para no asumir el costo político de que falte agua en un territorio que gobierna de manera consecutiva desde hace más de 40 años?
La cantidad de frentistas en la ciudad Capital creció en los últimos 20 años un 60%. ¿Alguien previó cómo brindarles servicios a esas nuevas viviendas? O un interrogante más duro: ¿Es La Rioja una ciudad que puede tener más de 200 mil habitantes con esta realidad hídrica y especialmentecon el agotamiento de sus napas?
El cambio climático es un proceso global y en algunos sentidos la falta de lluvias nos excede como seres humanos, pero hay una palabra que debemos comenzar a usar y aplicar: sustentabilidad.
Las Naciones Unidas en su agenda 2030 marca que el ser humano tiene el desafío de lograr conciliar los lujos que tiene nuestra vida actual con recursos tecnológicos como nunca se observó en la historia de la Humanidad con el cuidado de un planeta que está agotado en muchos sentidos.
Un crecimiento sustentable en el tiempo puede parecer un eslogan de campaña, pero en realidad nuestra vida cotidiana depende de lograr ese objetivo.