julio 28 09:04 2024 Imprimir noticia
El recorrido mediático y por algunas provincias del Gobernador expone la búsqueda de posicionamiento. ¿Qué dice la encuesta que entusiasma al Gobierno? Un movimiento que también busca fortalecerlo a nivel local por el final de su mandato. Pormenores.
El próximo 9 de agosto el Gobernador, la vicegobernadora, concejales de todos los departamentos y diputados provinciales encabezarán un acto en el cual jurarán la nueva Constitución provincial. El encuentro también contará con la presencia de varios dirigentes políticos nacionales.
Esos acompañamientos no serán casuales y el Gobierno se preocupó en invitarlos especialmente, quiere que esa foto sea una postal política con repercusión nacional. La magnitud de los presentes marcará si ese objetivo se logra o no.
Las visitas a Chaco y Jujuy, el permanente raid mediático en programas radiales y de streaming porteños, las pautas publicitarias en medios de comunicación nacionales y las constantes declaraciones mediáticas para posicionarse frente a la gestión del presidente Javier Milei, son todo parte del mismo proceso que se viene construyendo desde hace varios meses.
Ricardo Quintela sigue apostando a la nacionalización de su gestión y por carácter transitivo de su figura.
Esta semana el Gobierno se encargó de que circulara la información de la encuesta que realizó la consultora “Zuban Córdoba”. La medición marca que Quintela presenta un 34,6% de imagen positiva, un 36,4% de imagen negativa y un 29% de desconocimiento sobre su figura.
Más allá de los números en sí, lo que entusiasma en la “Casa de las Tejas” es que Quintela comienza a estar siendo mencionado en las mediciones nacionales, en una expresión de que su posicionamiento a nivel país está dando frutos e ingresando en una “Liga política” en la que no estaba jugando hasta hace un tiempo atrás.
En ese mismo sentido, el estudio presenta dos datos negativos para el Gobernador: el 29% de desconocimiento por parte de la población nacional medida es alto y el diferencial entre los apoyos y rechazos es negativo en casi un dos por ciento.
Lo bueno para el mandatario provincial: hacía muchos años que un Gobernador riojano no tenía un 34% de posicionamiento positivo a nivel nacional.
Ese dato tiene una explicación. Quintela aprovechó el silencio y el desconcierto que dominó a la mayoría del peronismo luego de la derrota en el ballotage del año pasado y se subió a un ring en el que el presidente Javier Milei no tenía con quién pelear (salvo la conceptualización de “la casta”).
El Gobernador riojano no es el antagonista excluyente del “Libertario”, pero la ausencia de liderazgos claros en el propio Justicialismo le permitió anotarse en un listado de dirigentes opositores en el cual antes no se lo nombraba. Inclusive, los dirigentes nacionales que lo mencionan destacan ese punto en particular: su decisión de ocupar un espacio que estaba vacío y confrontar cuando la mayoría no lo hizo.
Todo este proceso tiene plazos y situaciones concretas para poder visualizar si está funcionando o no.
Hace un par de semanas el columnista Pablo Ibáñez escribió en el sitio Cenital un análisis de la interna que se viene en el peronismo a nivel nacional: “La próxima disputa tiene fecha: el 19 de octubre se inscriben listas para la interna de autoridades del PJ nacional y el PJ bonaerense, pautadas para el 17 de noviembre. Quintela es el único gobernador que se mueve con interés y suma respaldo de sectores peronistas de Buenos Aires y CABA. ´No lo van a dejar´, dicen en La Plata. Desde La Cámpora plantean que ese lugar lo debería ocupar Cristina, porque como jefa del PJ nacional podría ordenar el partido, impedir que tenga un giro hacia la derecha ´liberal´ -¿a lo Pichetto?- y aplacar la pelea por posicionamientos hacia el 2027”.
El otro elemento para seguir con atención es qué pasará en la Auditoria General de la Nación, en donde desde las tierras de la Chaya ven con buenos ojos la llegada del ex diputado y ex senador nacional Jorge Yoma. ¿Tendrá Quintela ese poder de lobby? En esta pelea también juegan muchos pesos pesados de la política nacional e inclusive todavía no está claro cómo jugará el bloque de diputados nacionales de “Unión por la Patria”.
En este contexto, esta semana el Gobernador hizo una ronda de entrevistas con medios locales y afirmó que no será candidato a mandatario provincial en el 2027, tal como lo establece la Constitución provincial vigente.
Esa definición abre un inevitable debate interno en el Justicialismo riojano.
¿Quién será él/la candidatx en el 2027? ¿Cuánta injerencia tendrá el actual Gobernador en elegir a la persona que buscará sucederlo? ¿La disputa interna se resolverá mediante elecciones o por “el dedo elector”?
El posicionamiento nacional de Quintela juega en dos sentidos en relación con la interna provincial.
El primero es que genera la expectativa de que mantenga poder y por ende condicione todo el armado político que se venga en los próximos años en la Provincia. Un Quintela sin re-reelección pero posicionado a nivel nacional tiene más “poder de fuego” en la interna que se viene (y que será más intensa de lo que se prevé).
De hecho, ya hay debates fuertes en el Justicialismo por las candidaturas a diputados provinciales del próximo año, especialmente en Capital que renueva ocho bancas y en donde varios sectores quieren tener peso propio al momento de armar las listas. El Palacio municipal, el Gobierno provincial, la Legislatura y otros espacios del peronismo ya comienzan a mover sus fichas y pensar en los comicios del 2025.
El otro elemento es cultural.
Los riojanos sentimos una exagerada admiración por el puerto. La fascinación por lo nacional frente a lo local es una marca sociológica que nos define y condiciona. Una subyugación de más de 200 años (quizás desde la derrota en la Batalla de Vargas hasta hoy) que legitima todo lo externo en detrimento de lo propio.
Aunque suene paradójico, un Quintela instalado a nivel nacional le sirve para seguir posicionado a nivel local. Porque cada mención en un medio porteño termina funcionando como un legitimador en la propia Provincia.
Sin embargo, allí también surge un punto que le puede jugar en contra. Hay una parte de la comunidad que cuando lo ve aparecer en el escenario nacional, o que observa publicidades en medios nacionales o la presencia de ciertas figuras kirchneristas en la “Feria del Libro”, se molesta porque lo vincula con los problemas salariales a nivel local que no se resuelven o con la necesidad de aplicar “el Chacho”.
Estamos en tiempos raros. Un presidente de la Nación que habla de la cola de los mandriles para explicar su política monetaria, una Provincia que depende de los fondos nacionales pero está peleada con la “Casa Rosada”, en el comienzo de la aplicación de una moneda provincial que no se puede bancarizar y con un Gobernador que busca posicionarse a nivel país mientras comienza a debatirse su sucesión a nivel provincial.