La lista de productos falsos no tiene fin, a tal punto que en ocasiones se debe ser un gran experto para advertir la diferencia entre algo legítimo y algo trucho.
Lo trucho funciona como un espejismo que nos permite creer que poseemos aquello que tal vez nunca vamos a poder tener.
¿Hasta dónde llevar algo trucho me convierte a mí en algo trucho?, ¿la autenticidad es algo que poco a poco se va perdiendo?
Guillermina Rizzo aborda el tema desde la psicología en su columna para Radio Perfil.
por Guillermina Rizzo
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