Tras una larga novela de anuncios no exentos de polémicas, finalmente Federico Sturzenegger asumirá esta tarde al frente del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, cuya misión será avanzar con los fuertes cambios planteados en la ley Bases.
Este nombramiento se hizo efectivo a través del decreto 586/2024, que fue publicado en la madrugada del viernes en el Boletín Oficial y que lleva las firmas del presidente Javier Milei y del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El desembarco de Sturzenegger representa la llegada de un peso pesado del mundo económico muy elogiado por Javier Milei y autor intelectual del polémico decreto 70/2023, el primer paso que dio el gobierno libertario y que fue torpedeado por la Justicia.
«Sturze» ya tuvo un rol clave en la primera parte del gobierno de Mauricio Macri, cuando fue presidente del Banco Central. Su gestión terminó en medio de polémicas, cuando en una conferencia de prensa se anunció que el gobierno daba por terminada la etapa de las «metas por inflación» ideadas por él.
En ese anuncio, uno de los que sobresalió fue Luis Caputo, quien luego reemplazaría a «Sturze» al frente de la autoridad monetaria.
Sturzenegger y una misión de avanzar con fuertes reformas
Hace varias semanas que el jefe de Estado viene conversando con el futuro ministro sobre los alcances que tendrá su área. Estas conversaciones llevaron a que en distintas áreas del Estado especularan sobre cierta tirantez que podría llegar a desatarse entre Sturzenegger y Caputo, quien maneja las principales áreas sensibles del Gobierno.
El desembarco de Sturzenegger representa la llegada de un peso pesado del mundo económico muy elogiado por Javier Milei
Esa tensión de hace unos años explica que ahora los operadores observen con lupa cómo será la convivencia entre un ministro de Economía que está soportando fuertes presiones para devaluar, y un nuevo integrante del Gabinete nacional que tendrá la potestad de avanzar sobre distintas áreas de la función pública. Tal vez también por eso, Caputo hizo fuertes elogios para «Sturze» en su última conferencia de prensa.
De hecho, la asunción de Sturzenegger llega en momentos en que el Gobierno lleva adelante una segunda ola de despidos en el Estado, con más de 6.000 cesanteados en esta nueva andanada de recortes encarada por la administración libertaria.
Milei ya anticipó que habrá reformas estructurales y dijo que el flamante Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado se encargará de llevar adelante esas transformaciones para que «ganemos libertad económica y podamos seguir creciendo». Para ello, se eliminarán más de 100 regulaciones que entorpecen el funcionamiento del sistema económico, que a su vez implicarán muchas más reformas estructurales.
En esa misma línea, en el Decreto 585/2024 se recalcó que el nuevo organismo se encargará de «todo lo concerniente a los cursos de acción para la implementación de la desregulación, reforma y modernización del Estado en miras a redimensionar y reducir el gasto público y aumentar la eficiencia y eficacia de los organismos que conforman la Administración Pública Nacional, la transformación de gestión, la simplificación del Estado, el diseño y ejecución de políticas relativas al empleo público».
Entre los objetivos específicos, el Poder Ejecutivo indicó que el nuevo ministerio tendrá la finalidad de «eliminar tareas innecesarias, duplicadas y/u obsoletas»; elaborar «políticas tendientes a aumentar la competitividad, eliminar cargas burocráticas, facilitar el funcionamiento de los mercados, impulsar el crédito, disminuir regulaciones y controles, aumentar la libertad económica y disminuir los costos del sector privado y productivo, en coordinación con las áreas competentes de la Administración Pública Nacional».
Sturzenegger versus el «Triángulo de las Bermudas»
En los últimos días, Milei había mantenido varias reuniones de trabajo con el nuevo funcionario, algunas de tres horas. El objetivo de Milei es utilizar como modelo a Irlanda. Dice que «era el país más miserable de Europa y hoy es un país que tiene un PBI per cápita 50% superior al de Estados Unidos. Un país más libre es mucho más rico».
El ministro se prepara para eliminar más de 100 regulaciones que entorpecen el funcionamiento del sistema económico
El nuevo funcionario es hijo de Adolfo Sturzenegger, quien fue en los ’90 un estrecho asesor de Domingo Cavallo. En sus últimas declaraciones, dijo que la corporación empresarial, el sindicalismo y el peronismo son el «triángulo de las Bermudas» que hay que desarmar, y los acusó de ser «agentes bloqueantes del cambio».
Sus declaraciones anticipan fuertes encontronazos con la oposición, que empezó a debatir en las últimas semanas si ofrecer el liderazgo del Partido Justicialista a Cristina Kirchner, quien estaría interesada en encabezar un frente anti Milei rumbo a las elecciones legislativas de medio término.
Sturzenegger disertó semanas atrás en el Foro «Renacer de la libertad en Argentina y el mundo», que organizó la Fundación Libertad y Progreso. Allí dijo que el problema de la Argentina «no es de hace cien años, sino que nuestra generación es la responsable de la debacle».
El flamante funcionario fue más allá y anticipó que, para desactivar ese «triángulo», hay que «desarmar el poder de los agentes bloqueantes del cambio» e identificó dos factores: «Para la corporación empresaria, es la competencia y para la sindical, las cajas«. Sobre este punto, destacó que fuera del país «no entienden cómo en la Argentina el sindicalismo se lleva entre el 3% y el 3,5% de los salarios formales».
Luis Caputo y una nueva jugada para reforzar su ministerio
En este escenario, Caputo decidió avanzar con la formación de segundas líneas de mayor peso para coordinar áreas claves.
Por ahora sin viceministro por la declinación de Joaquín Cottani, el jefe del Palacio de Hacienda decidió conformar segundas líneas con el fin de llevar adelante la coordinación de áreas claves de un megaministerio. El primer sector que decidió reforzar fue el energía y minería. Caputo designó a Daniel González como vicecoordinador de ambas áreas. González tendrá una injerencia clave sobre áreas en las que la Argentina aguarda fuertes inversiones a partir de la ley Bases y el régimen de incentivos para grandes inversiones, el RIGI.
Antes de su paso por la petrolera, González trabajó en el banco Merrill Lynch/Bank of America en Buenos Aires y Nueva York, así que es un conocedor a fondo de los mercados. González se desempeñará en un rol estratégico que lo ubicará por encima del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, y el de Minería, Luis Lucero.
El nuevo funcionario era hasta ahora el director Ejecutivo del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Antes, fue gerente general y financiero de la petrolera YPF durante la presidencia de Macri, y luego regresó al sector privado.
Caputo decidió avanzar con la formación de segundas líneas de mayor peso para coordinar áreas claves
La creación del área responde a una reestructuración del Gabinete que encaró La Libertad Avanza para la «segunda etapa» de su Gobierno. Caputo tendrá mayor control sobre áreas centrales para la economía, como energía (donde todavía se debe resolver la quita de subsidios y la desregulación de los mercados) y minería.
El objetivo es que la llegada de González contribuya a acelerar el desembarco de inversiones en Vaca Muerta, en especial las vinculadas al proyecto para instalar una planta de licuefacción para exportar al mundo el gas producido en el megayacimiento neuquino.
Todavía es motivo de debate si esa planta, un proyecto clave de YPF y Petronas, se construirá en Bahía Blanca o en Río Negro, pero sí hay una decisión de hacerla, ya que permitirá enviar el gas licuado por barco hacia otros países.
Cerca de Javier Milei destacan que en sus casi siete meses de gestión, Rodríguez Chirillo tuvo un rol clave en las negociaciones de la ley Bases. Además, aplicó el inicio de la quita de subsidios para los hogares, aunque no pudo completar el sistema que debería reemplazar la segmentación de las tarifas.
Rodríguez Chirillo también tuvo a su cargo ordenar la estructura de tarifas de empresas de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural, como Transener, Edenor, Edesur, TGS, TGN, Metrogas, Naturgy y Camuzzi, entre otras.
Días atrás, González dijo que el sector empresarial está de acuerdo con el RIGI, pero aclaró que «no van a llegar decenas de millones de dólares de inversión sin una macro ordenada y confiable.
Incluso, consideró que «esto es un ajuste absolutamente ortodoxo y nadie puede estar sorprendido de que pase por una recesión brutal. El presidente fue elegido cuando dijo que iba a pasar eso. Nosotros miramos el contexto y miramos que la receta de desequilibrio fiscal y estímulo al consumo no funcionó. Alguien nos presentó una propuesta distinta: un ajuste fiscal relevante para que nunca más el Estado sea el ancla que tira para abajo a toda la economía. Vemos que pareciera que la peor parte ya pasó».
Pero la estrategia de Caputo de reforzar su cartera no se agota en energía y minería. Aún está pendiente el reemplazo de Cottani en la estratégica área de Programación Económica.
El nombramiento de ese virtual viceministro de Economía se está haciendo esperar. Se había anunciado que asumiría el economista José Luis Daza, pero por ahora la asunción está congelada. Hubo ruidos en los mercados respecto del nombramiento de Daza luego de trascender las diferencias visiones que tienen Caputo y el director para el Hemisferio Occidental del FMI, el chileno Rodrigo Valdés. Valdés y Daza trabajaron juntos a lo largo de su carrera.
Quienes analizan con ojo muy crítico el funcionamiento del Palacio de Hacienda, arriesgan que la llegada de Daza, quien vive en Nueva York, nunca se concretará.