Rafael Nadal pudo haber jugado su último partido en Roland Garros, el Grand Slam que conquistó catorce veces y que lo convirtió en superhéroe del deporte. A pocos días de cumplir 38 años y tras dos temporadas de frustración y congoja por las dificultades físicas que incluso lo llevaron a ingresar en el quirófano, el español regresó al court Philippe-Chatrier luego de 722 días (tras la final de 2022, en la que derrotó al noruego Casper Ruud). Sin el beneficio de ser preclasificado, tuvo un gran obstáculo en la primera ronda del Abierto de Francia: el alemán Alexander Zverev. El 4° del mundo y reciente campeón en Roma se impuso por 6-3, 7-6 (7-5) y 6-3, en tres horas y cinco minutos. El público, con angustia, le obsequió a Nadal una ovación emocionante. “No sé si será la última vez. Gracias por tanto amor”, dijo Nadal, al pie del court, en un momento mágico.
Primer set
Con el techo retráctil del Philippe-Chatrier cerrado por la lluvia, al igual que la última vez que se habían enfrentado (en las semifinales de 2022, cuando el germano se retiró por una severa lesión de tobillo), Zverev comenzó el partido derramándole a Rafa toda la brillantez su actualidad, quebrándole el servicio a Nadal en cero, con contundencia. Rafa ganó los dos primeros puntos del segundo game, pero rápidamente Sascha se acomodó y encadenó impactos veloces y con pimienta, incontrolables para Rafa (2-0).
A Nadal, con semblante serio, le costó plantarse en los intercambios largos con Zverev. Por momentos jugando corto y sin poder conseguir el efecto clásico de la pelota, le costó más de lo esperado retrasar al alemán. Así y todo, empezó a insistir con su drive cruzado sobre el revés de Zverev y finalmente pudo sostener su turno de servicio (2-1).
Nadal empezó a pisar con mayor firmeza sobre el polvo de ladrillo de París. Se animó a más. Provocó las primeras explosiones del público y le generó dos chances de quiebre al germano, pero este se plantó con autoridad desde su poderoso drive y salió del acoso (3-1). Con bastante más de ritmo y precisión, Nadal sostuvo su saque (en cero) y recortó la distancia (3-2). Zverev siguió sin fallar desde el servicio (4-2). Rafa logró, en el séptimo game, probablemente el mejor juego del partido (4-3), distribuyendo con inteligencia cada impacto. Pero Zverev, a otro ritmo y velocidad, no le dio tregua (5-3). Sin margen de error, Rafa sirvió y, con el reloj marcando los 50 minutos, Zverev quebró y se adueñó del primer set, por 6-3.
Zverev logró el 80% de primeros servicios y obtuvo el mismo porcentaje de puntos ganados con el primer saque (16 de 20) y el 60% con el segundo. Sumó 15 tiros ganadores contra sólo cinco de Nadal.
La única vez que Nadal había perdido el primer set de su debut en Roland Garros había sido en 2013 frente al alemán Daniel Brands. Rafa, por entonces número 4, lo cedió por 6-4, pero luego ganó los siguientes parciales por 7-6 (7-4), 6-4 y 6-3.
Segundo set
Prácticamente no hubo cambios en la primera porción del segundo set. Zverev, con más energía corporal y velocidad de pelota, tuvo dos chances de quiebre estando arriba 2-1 en el score, pero Nadal salvó esas oportunidades (una de ellas, con su primer ace del partido) y celebró, con euforia, al defender su saque (2-2). El público empezó a involucrarse y cantó: “¡Rafa! ¡Rafa! ¡Rafa!”. El español celebró saltando, como en las buenas viajas épocas.
Zverev bajó apenas el porcentaje de sus servicios, Nadal -definitivamente impulsado por el público- presionó y le rompió el saque al jugador nacido en Hamburgo por primera vez en el encuentro. El estadio se sacudió. El mallorquín se puso adelante por 3-2 y las 15.000 personas presentes en el estadio Philippe-Chatrier se pusieron de pie para aplaudir. El juego, definitivamente, se equilibró. Con el optimismo que siempre lo caracterizó, Nadal empezó a mostrar mayor iniciativa y se convirtió en gran protagonista. Como si nunca hubiera tenido dificultades físicas, Nadal empezó a correr más, a lucir pinceladas del viejo Rafa, ganando puntos con un valor extra en lo emocional. Claramente hubo un quiebre anímico.
Nadal defendió su servicio en el octavo game y se colocó arriba por 5-3. Xisca, la esposa de Rafa, se emocionó en el box oficial, donde también están sentados los padres del Matador (Sebastián y Ana María). Algo aturdido y siendo consciente de que el apoyo del público estaba con su rival, Zverev sacó sin margen de error y sostuvo su servicio (5-4). A Nadal le tocó servir para set, pero Sascha, iluminado, le rompió el saque en cero (5-5).
Con Novak Djokovic (N° 1 y vigente campeón de Roland Garros), Iga Swiatek y Carlos Alcaraz en la tribuna, sacó Zverev, tuvo dudas y Rafa se colocó con dos chances de quiebre (15-40). Pero el alemán se defendió bien dos veces y, en una oportuna recuperación, sostuvo su saque y se sentó en el banco estando arriba por 6-5. De inmediato, Rafa defendió su saque en cero y llegaron al tie-break.
En el intercambio de golpes, fueron al primer cambio de lado con un mini quiebre por lado, equiparados en 3-3. Zverev sacó 5-3, pero Rafa acortó la distancia al ganar un puntazo con un passing shot cruzado de drive (5-4). Sascha ganó el punto siguiente (6-4), pero Rafa ganó el punto con su saque (6-5). Ya con su servicio y con el reloj marcando las dos horas, el alemán se llevó el tie-break por 7-5. Zverev está dos sets a cero ante Nadal.
Tercer set
Algo apesadumbrado tras perder el segundo set en tie-break, con todo lo que ello representa teniendo en cuenta sus limitaciones atléticas, Nadal empezó el tercer parcial al servicio y rápidamente Zverev contó con dos chances de quiebre (15-40). Sin embargo, con amor propio, el Matador tuvo una buena reacción y finalmente sostuvo su saque (1-0).
Optimista como pocos en la historia del tenis, Nadal fue por más. Desde su box le gritaron que tuviera ánimo y el español les hizo caso: le rompió el saque al flamante campeón de Roma y se adelantó 2-0, para delirio del público en el Bois de Boulogne. En el golpe por golpe, Zverev no se amedrentó y llevó a Nadal a sacar 15-40: el germano no pudo firmar la primera oportunidad, pero sí la segunda y se colocó 1-2 antes de sentarse unos segundos a descansar. Sascha sostuvo su saque (2-2) y acorraló a su rival, generándole chances de quiebre una y otra vez (cuatro en total). Sin embargo, tras un sufrimiento de once minutos, Rafa logró salir ileso y se sentó en ventaja (3-2).
Haciendo un partido muy serio, Zverev defendió su saque (3-3) y llegaron al siempre trascendente séptimo game equilibrados. El alemán aprovechó algunas dudas de Rafa y dio un golpe sobre la mesa, quebrándole el servicio una vez más, ahora definiéndolo con un revés paralelo fenomenal (4-3). El público, advirtiendo el momento sensible en el que estaba Rafa, empezó a alentarlo con pasión. Sascha, número 2 del mundo en 2022, confirmó el breal y se adelantó 5-3. Comprometido y sin margen para fallar, Rafa llegó a sacar 0-30. Descontó un punto, pero de inmediato Zverev castigó con el drive y tuvo doble match point. Ya no dudó y cerró un triunfo histórico.
Nadal no pudo debutar en el Abierto de Francia 2004 por una lesión en el escafoides del pie izquierdo. Pero cuando desembarcó en París un año después lo hizo como si fuera una bestia hambrienta. Nadal conquistó por primera vez la Copa de los Mosqueteros en 2005, venciendo en la definición al argentino Mariano Puerta, que luego sería suspendido por dar positivo en un control antidopaje de la final. Desde entonces, coronarse en el Abierto de Francia se convirtió en una costumbre. Rafa conquistó 14 veces el título: tras 2005, lo logró en 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022.
Todo lo que gira alrededor de Nadal en París tiene una pizca de melancolía. Sus familiares de Mallorca llegaron a la capital francesa para verlo competir, quizás, por última vez en el Grand Slam parisino. De todos modos, fue el propio Rafa el que pidió cancelar cualquier tipo de homenaje, dejando una puerta abierta para el futuro. “Hay un gran porcentaje de que sea mi último Roland Garros, pero si me preguntáis si es el último, lo siento, pero no quiero decir que sí. No soy ese tipo de hombre que reaccione por una derrota. No quiero cerrar al cien por cien la puerta, por tres razones. La primera, porque estoy disfrutando con el tenis. Después, porque estoy viajando con la familia y ellos también están disfrutando de este proceso. Y tercero, porque aún no he podido explorar de verdad hasta dónde puedo llegar, sin limitaciones”, explicó el 22 veces campeón de Grand Slam.
Nadal tiene un registro impactante triunfos en Roland Garros: 112. Solamente tiene tres derrotas: ante el sueco Robin Soderling en los 8vos de final de 2009 (año en el que Federer aprovechó y fue campeón por única vez en París), frente al serbio Novak Djokovic en los cuartos de final de 2015 y contra Nole en las semifinales de 2021. Además, en 2016, por una lesión de muñeca, no se presentó antes de medirse con el español Marcel Granollers en la tercera ronda.
Sinner, sin dificultades y por el N° 1
Jannik Sinner, el (hasta ahora) número 2 del mundo, que tuvo que renunciar al Masters 1000 de Roma por un problema en la cadera y no competía desde el 30 de abril (en Madrid), despejó las dudas este lunes en su debut en Roland Garros venciendo, en el court Suzanne-Lenglen y en forma convincente, a Christopher Banks (EE.UU., 43°) por 6-3, 6-3 y 6-4. El italiano, campeón en Australia del primer Grand Slam de la temporada, se mostró con solidez, rompiendo hasta en cinco ocasiones el saque del norteamericano y salvando hasta nueve de las diez pelotas de quiebre que tuvo en contra.
De 22 años, Sinner se medirá en la segunda ronda con el veterano francés Richard Gasquet (124°). El italiano podría arrebatarle el N° 1 del mundo al serbio Novak Djokovic en función de los resultados de los próximos días en el Abierto de Francia (Nole es el campeón defensor). Sinner logró tres títulos este año: además del Abierto de Australia, conquistó Rotterdam y Miami.
Lo mejor del triunfo de Sinner
En el estadio central, el Philippe-Chatrier, la tunecina Ons Jabeur, número 9 del ranking, derrotó a la estadounidense Sachia Vickery (124°) por 6-3 y 6-2, en la primera ronda de Roland Garros, con el techo retráctil cerrado debido a las malas condiciones climáticas en París. En una hora y 21 minutos, Jabeur, cuyo mejor resultado en Roland Garros fueron los cuartos de final de 2023, avanzó a la segunda ronda, donde podría enfrentarse con la colombiana Camila Osorio o la ucraniana Anhelina Kalinina.
LA NACION