La fiscalía especializada en Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires y Boca encarnan con Celsa Ramirez y Juan Román Riquelme -fiscal y vicepresidente del club, respectivamente- una guerra fría de declaraciones que en cada entrega, aumenta el nivel de tensión.
“Todo lo actuado es conforme a derecho y en el marco de una investigación en curso por conductas en infracción a la Ley 24.192 de Espectáculos Deportivos y de los delitos previstos en el art. 173, inc. 7 (defraudación) y art. 210 del Código Penal (Asociación ilícita) y art. 112 (omisión de recaudos durante un evento masivo) del Código Contravencional”, confirma el comunicado en su último párrafo.
En el extenso comunicado, el Ministerio Público Fiscal contextualizó el procedimiento que fue objeto de críticas por parte de Riquelme horas atrás. El ídolo de Boca, principalmente, cuestionó el modo en que la Justicia secuestró el celular de su hermano Cristian -le cruzaron un vehículo en la calle-, quien es investigado por reventa de entradas.
A partir de una denuncia presentada ante la sede de la Fiscalía de Distrito de la Boca de la Justicia Nacional, la Fiscalía que conduce Ramírez inició una investigación contra la dirigencia de Boca por supuestos delitos como la “impresión de entradas que tendrían como destino la reventa ilegal, estacionamientos clandestinos, venta de indumentaria por fuera del circuito oficial y posibles conexiones de algunas autoridades del club con la barrabrava”, según detalla el comunicado.
Por esa causa, la Justicia dispuso en agosto una serie de allanamientos en el estadio de Boca, tres domicilios de ciudad de Buenos Aires y otras dos en territorio bonaerense, entre ellas la casa de Chanchi Riquelme. En esa oportunidad, el hermano del vicepresidente de Boca no entregó su teléfono ya que aseguró haberlo perdido la noche anterior en un asalto.
“Por tal motivo, quedó pendiente esta medida y se requirió al juzgado interviniente una nueva requisa a los fines de contar con el dispositivo y continuar con la investigación. Esto fue aceptado por el juzgado, que ordenó la medida que se realizó el pasado 1 de noviembre”, detalló el comunicado.
Riquelme había comparado el operativo con el secuestro que su hermano había sufrido en 2002, cuando también una camioneta lo siguió algunas cuadras hasta bloquearle el paso y raptarlo.
«Mi hermano salió de su casa y una camioneta lo siguió, a mitad de camino se le atravesó la camioneta y lo hicieron parar. La jueza (sic) no puede mandar a un auto de civil a seguirlo a mi hermano y sacarle el teléfono. Mi hermano se asustó, pensó que lo secuestraban de nuevo, y era por esta jueza que tiene un problema con mi familia«, indicó el vice de Boca en una entrevista con Radio 10.
En comunicación con esa emisora, Riquelme indicó que el abogado de Chanchi había ofrecido enviar el nuevo teléfono. “Resta aclarar que el abogado defensor ofreció entregar el móvil con posterioridad a la disposición del juzgado”, remarca el comunicado.
En otras ocasiones, Riquelme deslizó que la labor de Ramírez esconde intereses políticos ya que entiende que detrás de muchas de las intervenciones están motivadas por Daniel Angelici, ex presidente y con muchos vínculos en la Justicia.