viernes, 26 julio, 2024
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Diario de viaje día 10: Llueve en La Baule y no hay tortas fritas pero con el frío sale un puchero

En La Baule, la ciudad donde concentran Los Pumas, llueve y no hay tortas fritas. La madrugada del sábado llegó con una tormenta persistente que por primera vez desde el comienzo de la cobertura oscureció el cielo. La mañana amaneció fría y con apenas unas gotas. Los vecinos sacaron del ropero las camperitas y buzos. El verano empieza a apagarse.

Llueve, Los Pumas no entrenan y encontrar tortas fritas es una utopía. En las dos panaderías de la zona abundan las croissants y otras exquisiteces, pero no existe el manjar rioplatense. Ya que estamos en este rubro, una pequeña digresión. Los franceses tienen una forma muy rara de comer las baguettes: lo hacen desde una de las puntas, sin cortar trozos, sino más bien masticando de a bocados. Es un tentempié que van consumiendo mientras caminan.

La Baule, está dicho en este diario de viaje, es una ciudad balnearia elegida por la gente de mayor poder adquisitivo. Pero igual que en José Mármol y tantos otros barrios del conurbano bonaerense, los martes y sábados llega la feria. Con menos carros, pero feria al fin.

El Municipio corta el tránsito con dos rodillos que están al ras del pavimento, pero activan y suben algo así como un metro y dejan paso para bicletas o changuitos (segunda digresión: muy pitucos, con barra de aluminio y canasta al suelo, sobre rueditas) para que los vecinos hagan las compras.

El día que comenzó con lluvia no impidió la feria ambulante en La Baule Escoublac.  Fotos Emmanuel Fernández/ Enviado especial El día que comenzó con lluvia no impidió la feria ambulante en La Baule Escoublac. Fotos Emmanuel Fernández/ Enviado especial Frutas y verduras, pescados, langostas, rayas y algunos moluscos. Pollos -con garras y cabeza-, fiambres, quesos y variedades de patés. Desde allí se puede ver cómo la playa comienza a ser territorio de los surfistas. Son pocos, pero los hay, y recién cerca del mediodía deben compartir el mar con quienes no se dejaron amedrentar por un chaparrón de madrugada y algo de viento.

Dejó de llover en la ciudad balnearia, pero el pronóstico no es alentador. El otoño viene asomando, así que no habrá tortas fritas, pero sí un buen puchero para combatir el frío: boñatos, papas, cebolla, zanahorias naranjas y moradas, puerro y berenjenas agroecológicas. Todo gracias a la feria del «barrio» de La Baule.

Frutas y verduras agroecológicas en la feria de La Baule. Fotos Emmanuel Fernández/ Enviado especial Frutas y verduras agroecológicas en la feria de La Baule. Fotos Emmanuel Fernández/ Enviado especial

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